Ay, la eterna juventud, ansiada por el ser humano desde tiempos inmemoriales.
Y esta obsesión, unida a los peligros de los cosméticos, puede dar como resultado una interesante historia.
Estamos en los 50 y una de las tendencias que más abundan en el cine de escaso presupuesto y de los programas dobles es la protagonizada por monstruos, insectos y criaturas de cualquier índole, pero entre una ingente cantidad de títulos el que más consigue destacar es sin duda ¨La Mosca¨, que financia 20th Century Fox con un presupuesto generoso haciéndose con una recaudación que muchos envidiarían. Quizá entre ellos estuvo el sr. Roger Corman, quien en ese momento había ejercido de productor para A.I.P. en ¨El Pantano Diabólico¨, entrañable joyita del ¨B¨.
Ello se debe a que se ha lanzado a crear su propia compañía, la Filmgroup, asociado con su hermano y a menudo contando con la ayuda de Jack Hill; a partir de una historia de la actriz Kinta Zertuche y el otro colaborador del cineasta, Leo Gordon, éste no dispone evidentemente de unas arcas tan llenas como las de la Fox, por lo que no va a hacer una gran película de monstruos al estilo Bert I. Gordon. En su lugar seguirá la moda de hacer versiones baratas de exitosas producciones; en concreto se fija en la de Kurt Neumann y sustituye a su Delambre por una mujer como víctima de las perfidias de la ciencia.
Nos sumergimos en los paisajes naturales de una granja de miel donde llama la atención un extraño personaje, Zinthrop, cuyo objetivo es la vespicultura, lo cual choca con sus compañeros de trabajo y su jefe, quien no ve en él ganas de trabajar en aquipo. El guión de Gordon presenta un punto de partida bastante interesante por lo creíble y sugerente que resulta: la obsesión torcida de un hombre en contra de la razón y la sensatez, el uso experimental de animales peligrosos para el ser humano, el presagio de una catástrofe; Zinthrop parece en efecto una de tantas encarnaciones del clásico ¨mad doctor¨ de la ciencia-ficción, pero la trama cambia pronto.
Y al lugar más insospechado, una empresa de cosméticos. Por cortesía de Zertuche presenciamos un ataque bastante demoledor al desprecio por la mujer de mediana edad, uno de tantos avatares que sufre nuestra sociedad, causa de la ignominiosa cirugía estética y otros procederes inútiles por conservar una imagen falsa para esos ojos ajenos obcecados en el atractivo y la juventud; Janice representa todo esto, la jefa de la empresa que daba rostro a sus productos años atrás pero cuyo rostro está ya envejeciendo (aunque de eso no se percata uno al observar la suma belleza de una Susan Cabot de tan sólo 32 años...).
Y aquí el guión vira sobre sí mismo y sobre las convenciones del género, pues se puede intuir un cierto desastre al confluir la mente turbada de Zinthrop y el orgullo herido de Janice, sin embargo en este caso no es él quien la induce a probar su experimento para revertir el envejecimiento, sino al revés, así que las cartas están repartidas de otro modo. El doctor es un soñador desgraciado que obra a favor de la ciencia sin saber lo que realmente tiene entre manos y no el típico chiflado que anhela destruir el Mundo, muy al estilo de Delambre; entre tanto a la protagonista no se la dota de una profundidad psicológica demasiado llamativa...
Como vemos Janice sucumbe fácilmente a sus deseos, huyendo de una más que posible aparición de imperfecciones dérmicas y queriendo asemejarse a esas jóvenes e impulsivas secretarias que trabajan para ella, lo cual deja al descubierto un tratamiento bastante idiota del personaje (atención a cuando Mary expresa su preocupación y ella le pregunta, eufórica y risueña, por la edad que aparenta). Y mientras tanto Gordon teje intrigas bien planteadas, alrededor de las supuestas maniobras del doctor de las que sospechan los trabajadores de la oficina, quienes indagan en ellas cuales Sherlock Holmes (Arthur en especial, pipa en mano incluida).
Un clima de sospecha, suspense y tensión entre espacios cerrados y casi siempre en la nocturnidad ciertamente bien creado por Corman y Harry Neumann, pero por desgracia todo se desbarata por la mala decisión de introducir en la historia una mutación propia de la ciencia-ficción de la época en lugar de abogar por algo más serio. El poco interés que recae sobre Janice cae en picado, pues el director, en lugar de hacer hincapié en su degeneración mental la transforma así como así en una pésima copia del hombre-mosca de Neumann, cuyo carácter es incomprensible y estrafalario (¿controla su mutación?, ¿ataca siguiendo un patrón determinado?).
Es de esperar la decepción: en un metraje que no pasa de la hora y cuarto hemos presenciado una hora de misterios y algún inesperado accidente, y entonces un pequeño último tramo se aboca al terror gratuito, si entendemos por ¨terror¨ las vergonzosas apariciones de una Cabot víctima de varios percances bajo el ridículo disfraz que le obligaron a ponerse y que mucho se distancia del espectacular monstruo mujer-avispa que adornaba el cartel del film para su estreno (compartido en sesión doble junto a ¨La Bestia de la Cueva Maldita¨, de Monte Hellman). Desde luego Corman, a falta de presupuesto, sabía vender bien sus productos.
Por esto mismo ¨La Mujer Avispa¨ fue la última película de la actriz, quien en la vida real sufría, curiosamente, trastornos mentales, y contó con un final muy trágico que fue a ocupar las páginas más negras de las estrellas clásicas de Hollywood...pero es otra historia. Por otra parte, sólo un envejecido Michael Mark destaca decentemente entre un reparto algo mediocre.
Y así terminó Corman los 50, con este producto baratísimo y mal recibido en el momento, bien planteado aunque terriblemente desarrollado, pero entretenido y hoy día una cinta de culto de la ¨trash-fiction¨. Cuenta eso sí, con uno de los cambios de plano más originales que se han visto (después del accidente de coche).
Si bien la idea principal esta muy bien, el uso de la jalea real para el rejuvenecimiento celular, y su uso indiscriminado transforma a la dueña de una empresa de cosmética en una avispa humana, esta película no tiene fallos de contenido, si no de forma.
Una serie B, con una depresión de efectos especiales, una máscara y unos guantes, ahorrándose todo efecto de transformación, eso la hace un tanto ridícula en los momentos en que aparece la avispa en pantalla.
Con un poco más de presupuesto, habría sido un gran clásico del cine B de las monsters movies de los 50s
Pelicula cinquentera de la mano de roger corman,para su tiempo la vi quizas un poco floja dentro del clase B, si bien esperaba un producto cutre, al menos queria ver un monstruo mas trabajado,solo un poco mas... Pues vi mas una mujer mosca que mujer avispa.
Sin embargo es un buen exponente de aquel cine de los cincuentas que se media por otros puntos de vista y no eran tan pretenciosos.
La trama esta bien,se pasa rapido,las muertes simples pero efectivas y el final demasiado apresurado.
No os dejeis engañar por el poster porque es todo lo contrario a lo que os imaginais,la peli es cutre cutre,lleva un argumento sencillo y poco efectivo,la transformación que es tan esperada ocurre hacia el final sin ningún tipo de emoción,aparece sin más con una careta de feria que parece más bien una gatubela pobre...Es patético observar como aparece por primera vez porque lo único que provoca es risa de la vergüenza que da.
Lo dicho,muy cutre todo,hasta el final donde el químico se hace con ácido que lo encuentra delante de sus morros...De tela!Jaja
Excelente pelicula de terror y ciencia ficción de Roger Corman que trata sobre los experimentos de un cientifico con enzimas de avispas para conseguir el secreto del rejuvenecimiento. Una ambiciosa empresaria de cosmeticos se ofrece como conejillo de indias para someterse a sus experimentos. Al recibir las injecciones de enzimas de avispas sufre los efectos secundarios y se transforma en una mujer avispa sedienta de sangre . Los efectos especiales estuvieron aceptables para ser de serie b. El guión de la pelicula es interesante, además los personajes de la historia estuvieron bastante bien. Buen producto de serie b de Roger Corman que se torna bastante entretenido. Mi nota es un 9.
Mirando los créditos, uno puede pensarse que Roger Corman está haciendo esta vez un documental sobre la vida del Dr. Karl Von Firsch o una adaptación primigenia de la creación de Waldemar Bonsels, la traviesa y dulce Abeja Maya, con tanta abeja. Claro que llamándose la peli “La mujer avispa” por un lado y estando en blanco y negro por otro (“En un país multicoloooor…”), enseguida ve uno que va a ver otro producto Corman de ci-fi, y que los fans de Tío Roger vamos a pasar el rato entretenidos.
Con multitud de gente de su troupe trabajando ante y tras las cámaras, el reparto está encabezado por una asídua de sus pelis, Susan Cabot (que se retiró del cine al terminar el rodaje), junto a Anthony Esley (protagonista de la popular serie “Rompeolas”). También destacan el bielorruso Michael Mark, un experto en cine de terror de baratillo y el ya nombrado equipo Corman: Barboura Morris, Bruno VeSota, Frank Wolff o los dos hermanos Corman en un cameo. Tras las cámaras, más habituales: el montador Carlo Lodato, el decorador Dan Haller o el músico Fred Katz, que hace un trabajo horrible y decepcionante, dicho sea de paso.
Lo más destacado de la película son los efectos de maquillaje. Pero no me estoy refiriendo al monstruo, bastante nefasto (se ve el cuello de la actriz bajo la máscara), sino al conseguido efecto de hacer aparentar de manera bastante convincente que Susan Cabot tiene al inicio de la película unos 15 años más que sus 32 años reales, pareciendo un poco demacrada pero elegante (para los estándares de una peli de 50.000 $ de presupuesto).
Es una peli entretenida pero llena de errores factuales (lo cual no es que importe mucho, la verdad, pero hay que ser justo), con intérpretes cómicamente sobreactuados, ritmo más bien lento (sigue al dedillo el tópico cincuentero: “Acumula escenas y muestra al monstruo en un trepidante cuarto de hora final, muchacho: así triunfarás en los drive-ins”) y, en suma, bastante mediocre para ser suaves, pero lo suficientemente pasable, a pesar de que su legendario cartel sea, como ha apuntado alguien en errores, toda una estafa al espectador. Pero es el mundo de Roger Corman, donde cosas como estas son parte integral de su juego, y con esta peli se apuntó otro éxito.
Así pues queda recomendada, pero solo para fans del Tío Roger y amantes del bizarrismo.
Tipica pelicula blanco y negro que en vez de dar miedo da risa,la pelicula es un producto curioso y agradable dirigido por roger corman.Con los tipicos pesimos y pintorescos efectos,personajes muy sobreactuados un guion de dos hojas,pero eso si muy entretenida pelicula.Vale la pena.
El ``canalla´´ de CORMAN nos ofrece otro producto marca-la casa,donde hacia las portadas de sus films antes de tener el guion hecho,asi que luego los films casi nunca tenian que ver con lo que se ve en sus caratulas,por eso me encantan los films de este genio-loco.
Me encantó,no solo por ser de Roger Corman,sino porque este tipo sabe hacer cine de serie ¨B¨ verdadero.La verdad es que es bastante pobre,pero,no se por qué me pareció genial.
Uf, la verdad es que no se parece ni de lejos a lo que yo em esperaba... Olvidaos de la portada, pues en la película lo que sale es más bien tipo "La Mosca" pero bastaaaaaaaaaaaante más cutre. La historia no está mal, muy típica del cine de ciencia ficción de ésta época, pero es que el monstruo es tan condenadamente cutre, y la historia tan simple (se hace cortísima) que cuando crees que empieza lo bueno, se acaba la película. Me encanta este tipo de cine, pero por una vez parece que he dado con una cagada dentro del género.
Críticas: 11
DE NIRO
5
Roger Corman fue el campeón de la realización de películas con poco o ningún dinero, y esta no es la excepcion, los decorados de esta película pueden haber quedado de una película B de algún estudio de Hollywood o tal vez se alquilaron en un edificio de oficinas a precio reducido, el argumento atrapa por lo original, un cientifico descubre que con la miel de abejas se puede lograr la eterna juventud, y como era de esperar se la ofrece a la protagonista que no duda ningun segundo en probar ese elixir, lo que nunca previó fueron las contraindicaciones, el maquillaje en la mujer avispa es desopilante por lo burda, es de los cincuentas asi que no ha que tomarsela en serio.
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