Una película que me ha parecido bastante, bastante dura, incluso quizás más de lo que pretenden mostrar.
La historia de un sociópata totalmente obsesionado por una mujer, hasta tan punto de secuestrarla y llevarla a la casa de campo donde vive, lejos de la civilización. ¿Su objetivo?, que la muchacha lo conozca y se enamore de él. Tan simple como imposible.
Los dos actores protagonistas hacen papeles excepcionales, pero por supuesto, él se sale totalmente, con ese personaje tan introvertido, maniático, super cuidadoso y tan ajeno a los sentimientos humanos.
Un thriller psicológico donde vemos como poco a poco cada uno de los 2 personajes principales (y prácticamente únicos) va afectando sentimental y mentalmente en el otro. Pero no de la manera en que uno confía que va a ocurrir, y es que uno casi parece creer que esto va a derivar en algo más romántico... y no es así en ningún momento.
Una película seria, dura y con una parte final tan lógica como inesperada.
EL COLECCIONISTA:
La locura y obsesión por un amor mostrado con elegancia por parte del gran William Wyler que demuestra que con paciencia y una dirección de hierro (también ayuda una base literaria solida) se puede hacer un clásico con pocos elementos.Es bastante confuso la sensación que te deja Stamp con su perfecta actuación y es de admirar como logra que sientas entre ternura y odio por su personaje que llega a ser mas complejo de lo que se puede ver en un primer vistazo ,algo que personajes de cintas parecidas no logran transmitir como por ejemplo en la sobrevalorada ¨Atame¨(1989) dirigida por Pedro Almodovar.Esto se debe a que Wyler sabe cuando mostrarnos el terror en la historia y cuando mostrarnos amor ...aunque sea ¨de un modo incomodo¨.
Samantha Eggar esta preciosa y nos deslumbra con una actuación que solo es opacada por su coprotagonista Terence Stamp,en ocasiones pareciendo que están compitiendo por la da la actuación mas teatral posible que queda de lujo en esta historia.Teatra también l seria la palabra mas exacta para unos decorados que en ocasiones llegan a ser angustiosos cuando el momento lo precisa ,justamente cuando Eggar siente esas angustia que tan bien es transmitida en la cinta.
Un ¨Must see¨ de suspense que en ocasiones a mi parecer algo inflavalorado,
pero que a pesar de sus infinitas ventajas puede pecar de no mostrar suficientelo que nos sugiere el titulo precisamente ¨La colección¨ que Clegg posee y que hubiera sido un pilar digno de ondear en la película,aunque esto es algo de opinión personal no resta a la magistral obra que en definitiva es.Mi nota:
9/10.
Me encantó!!! Excelente película que no envejeció a pesar de tener mas de 50 años. Sigue generando suspenso e impactando como el día de su estreno. Y es que menos no se podía esperar del genio de William Wyler (Director que ha dirigido excelentes clásicos como lo son ¨Ben Hur¨, ¨Jezabel¨, ¨Cumbres Borrascosas¨ o ¨La Heredera¨ entre muchas otras. Cabe destacar que este director maneja cualquier género a la perfección). La película entretiene desde que empieza hasta que termina y no aburre nunca, te mantiene en suspenso al borde del asiento sus dos horas de duración a la espera de que va a pasar. Las actuaciones, tanto la de Samantha Eggar (la cual es verdaderamente muy bella) como la de Terence Stamp, son excelentes, los dos se notan que están muy comprometidos con sus papeles y hacen buena química en pantalla. Los lugares me encantaron, todas las locaciones están muy bien elegidas. Algunas escenas generan mucha tensión al punto de que te desespera. Para su época algunas cosas devieron ser bastante violentas (cuando le pega Samantha a Terence con la pala y éste queda ensangrentado sin ir mas lejos). El film es muy parecido a otra excelente película también muy recomendable basada en una novela de Stephen King llamada ¨Misery¨. Lo único que no me gustó de esta cinta es la música, el soundtrack de la película me pareció que no iba con lo que planteaba la misma. En fin, me encantó!!! Muy recomendable!
Thriller de un maestro del cine como William Wyler, basado en la enormemente exitosa novela del filósofo John Fowles que nos muestra el duelo de mentes entre el nuevo rico y sociópata enamoradizo Freddie Clegg, coleccionista de mariposas y ahora parece que de personas y su espabilada y analítica prisionera Miranda Grey.
Terence Stamp y Samantha Eggar se metieron de cabeza en el candelero. Stamp empezó a forjar su leyenda de papeles raretes con el perturbado mental Freddie, sinceramente enamorado de Miranda, pero a la que no duda en retener y, a su manera, torturar, tratándola como un objeto. Y Eggar hace de su Miranda una pobre chica algo pretenciosa que solo quiere que ese fenómeno (por no soltar una retahila de insultos) la deje libre. Sus expresiones de sufrimiento son contagiosas. Wyler dirigió metódicamente para exacerbar la actuación de Eggar.
La principal virtud de la novela de Fowles es en mi opinión la neutralidad de la narración: ni Freddie (que está fatal de la azotea y es potencialmente muy peligroso, pues es bastante taimado) ni Miranda (una snob que se pasa mucho de lista y menosprecia a su captor) resultan abiertamente simpáticos ni tampoco despiertan antipatía hasta el desenlace, cuando finalmente se puede tomar partido sin dudar. Wyler lo mantiene brillantente, si bien el que ha leído la novela noatará que Freddie es ligeramente menos cruel y Miranda mucho menos resabida. Y muy a pesar del director norteamericano, que las rodó, se eliminó la historia que cuenta el pasado de Miranda y su coqueteo con su mentor, interpretado por Kenneth More. No sé qué hubieran aportado a la acción, pero yo me las acabé saltando en la novela (aquí peco de ser algo Clegg, pensándolo bien). El ritmo de la película es muy lento, pero es el apropiado, ya que estamos ante un thriller psicológico que no solo vive del susto, sino del desnudo progresivo de los personajes. Debemos este magistral guion al especialista en cine de terror, fantasía y thrillers Stanley Mann y al co-productor John Kohn.
Técnicamente es muy destacable la disonante banda sonora de Maurice Jarre, una amalgama de sonidos optimistas y terroríficos que se entremezclan en un mismo tema con rapidez y efectividad, marcando siempre el tono. La fotografía en interiores del legendario Robert Surtees, en colores apagados, está hecha expresamente para resaltar la belleza de la Eggar.
Valga la redundancia, esto es una adaptación de libro de libro: no solo lo traslada bien a la pantalla sino que ayuda a entender a los personajes – en especial al Sr. No-lo-entiendo-luego-es-malo Clegg - y a entender el mensaje subyacente en la narración original (aunque cabe decir que en mi opinión ni Fowles sabía exactamente qué quería expresar, pero pretende tratar de la falta de entendimiento entre clases sociales y el daño que ello hace. Si estamos de acuerdo o no con su tono es cosa de cada lector). Las interpetaciones de Stamp y especialmente Eggar son magistrales, como lo es la dirección de Wyler (aunque su calculado mobbing a Eggar fuera cuanto menos anti-ético).
Sin ningún tipo de duda, le doy un 9, porque se lo merece. La ví hace muchos años, cuándo aún era una niña y ya el cine clásico y los thrillers y dramas de obsesión, misterio y suspense empezaban a atraer mi atención. Prácticamente la recordaba en su totalidad, pero ha sido para mí una muy grata esperiencia el poder verla de nuevo.
Terence Stamp y Samantha Eggar están magníficos, brillantes. Sobre todo él en su rol de individuo perturbado; durante el visionado estuve pensando que bien podía haber interpretado a Willard Styles en la versión setentera de La Revolución de las Ratas, papel que encarna muy bien Bruce Davison, aunque Stamp hubiera sido otra acertada elección, puesto que su actuación en este film, sin tener el mismo argumento, resulta inquietante como lo resulta el Willard de los 70, y el de 2003. Insisto en que Samantha Eggar le da una réplica inmejorable, ambos reflejan una química común innegable.
Sin ser una película apenas violenta, la carga de agresividad, tensión, angustia e impotencia que destila, es considerable, sobre todo cuándo ves los vanos pero continuos intentos de la joven por lograr granjearse la confianza de su secuestrador, quién no tiene la más mínima intención de dejarla escapar y que la tiene encerrada en unas condiciones aparentemente favorables para él, pero realmente de pesadilla para ella. Son dos horas de película que no se hace pesada en absoluto y más aún teniendo en cuenta que el peso del argumento y el desarrollo prácticamente corre a cargo sólo de ambos actores. La sensación claustrofóbica es indiscutible, y como digo, la impotencia por ver cómo la protagonista, una chica de buena familia y educación intachable, no consigue por ningún medio hacer razonar a quién la tiene encerrada simplemente porque la considera algo que es suyo y creyendo que la trata como a una reina, sin contar en absoluto con el consentimiento de ella.
A mi gusto, una de las joyas del cine sesentero que no tiene la trascendencia que tienen otras películas, pero que sin duda la merecería. Magnífica.
estupenda pelicula que dura dos horas pero que se te pasan sin darte cuenta, y por varios motivos...
los actores estupendos y la pelicula maravillosamemte dirigida que habla sobre el sindrome de estocolmo entre secuestrador y secuestrado con un final que no te lo esperas.....
estupendo clasico del cine
Entretenida pelicula por dos razones; la magnifica direcion del gran William Wyler y la interesante interpretacion de Terence Stamp
Una joya del cine. No ha sido tratada por el gran público como merecía. Se trata de una pequeña película que engancha desde el primer minuto y que supone un viaje a la locura de un hombre con demasiado tiempo libre y ninguna ocupación útil. Enorme
Gran manejo de cámara, planos largos y precisos, movimientos, tomas (notable la del retrovisor del furgón) y actuaciones de gran calidad, que ayudan a la finalidad del director: acrecentar esa desconfianza-confianza que produce el personaje del notable Terence Stamp, en el papel del extraño millonario que gusta de coleccionar mariposas. La música es otro de los aciertos del filme, sobre todo porque se juega mucho con el suspenso (a veces pasa algo, a veces nada).
A pesar de tener ciertos ripios en la narración, pues a título personal puedo decir que por momentos se torna inverosímil la relación de los dos personajes, creo que la película cumple a lo que va: entender que las pistas que va dejando el director en cada escena, ayudarán a entender que el final no es sólo inalterable, sino que nunca estuvo en jaque.
Estupenda película. Bien dirigida, estupendamente actuada y mantiene el suspenso en todo momento. Muy interesante el personaje creado por Terence Stamp, quien trata a su víctima con delicadeza y casi ternura; como se trataría a una mariposa en realidad. De repente uno se sorprende compadeciéndolo, y eso ya es aterrador. ¡Véanla!
la obsesión de poseer.ser y tener.la obsesión de tener que puede generar barbarie.
Pedazo de película, desde el inicio y hasta el final te mantiene en tensión. Para amantes de un buen cine. Recomendable cien por cien.
Críticas: 12
Gerpro
8
Película dirigida por el experimentado William Wyler donde Terence Stamp se luce como el introvertido joven que secuestra a una hermosa joven, donde la trata mayormente bien, pero su perfil psicológico y su intención para con la chica son imperceptibles.
La gran casona con sótano de entrada exterior es adquirida por Freddie (Stamp) y el espectador no comprenderá como pudo obtenerla, pero en el único flashback del filme, en blanco y negro, se logra obtener de forma excelente pequeños datos de Freddie, de las burlas que sufre en la oficina, de una pariente y de una fortuna conseguida al azar.
Este filme de culto tiene una ambientación increíble, al igual que su música y las interpretaciones de Terence Stamp y Samantha Eggar.
La interacción entre los dos personajes es intrigante, ambos se calculan, pero Freddie por mantenerla cautiva y Miranda (Eggar) para intentar fugarse, por eso le sigue el ¨juego¨ a su impredecible captor.
¨Enamórate de mí¨, ¨Ni siquiera lo has intentado¨.
Como se espera y aunque no es precipitado, el descenlace tiene el factor impactante de dejar al espectador pensando; Especialmente en Freddie y la relación en su hobby de coleccionar mariposas y llevarlo al ámbito real, al ámbito humano.
Una película que te deja pensando, entre otras cosas, si es la belleza de las mariposas y su fugaz vida lo que el coleccionista quiere llevar a otro plano, más perturbador, y si es lo único que realmente le interesa.
Me gusta (0) Reportar