Entretenido slasher sobrenatural a cargo de Kevin S. Tenney (“Witchboard”, 1986).
Angela y su amiga Suzanne están organizando una fiesta en Hull House, un depósito de cadáveres abandonado, escenario perfecto para una morbosa fiesta de Halloween, a la cual también invitarán a ocho jóvenes más.
A fines de los 80s, el slasher constituía un subgénero claramente desgastado y francamente agotado. Como ya indiqué en otras críticas, durante la segunda mitad de la década sus propuestas lamentablemente eran poco originales y pecaban de repetitivas. Sin embargo, sobrevivía al alero del giro hacia la comedia negra que algunas de las grandes franquicias del subgénero, como “Friday the 13th” (1980-2009) y “A Nightmare on Elm Street” (1984-2010), habían abrazado y uno que otro canto de cisne a fines de la década como “April Fool’s Day” (1986) de Fred Walton, “The Hitcher” (1986) de Robert Harmon y “Aquarius” (1987) de Michele Soavi. No obstante, también surgieron algunas propuestas interesantes que mezclarían el slasher con temáticas sobrenaturales como la demonología, la brujería y las artes ocultas, como la acertada “A Nightmare on Elm Street III: Dream Warriors” (1987) de Chuck Russell, la refrescante “Child’s Play” (1988) de Tom Holland y la funcional “Warlock” (1989) de Steve Miner, grupo que engrosaría la película que hoy nos reúne, la entretenida “Night of the Demons” (1988) de Kevin S. Tenney.
La idea original de “Night of the Demons” (1988) se remonta aproximadamente a 1986 cuando el guionista y productor Joe Augustyn (“Night Angel”, 1990) había trabajado en un borrador de película slasher con temática sobrenatural titulada tentativamente como “Halloween Party” y luego “Demon Boggie” y que finalmente se llamaría “Night of the Demons” con el ingreso del director Kevin S. Tenney. Tenney había debutado con una aceptable película de similares características al proyecto de Augustyn, “Witchboard” (1986), por lo que se sumaría entusiasmado para dirigir el proyecto tras leer el guión, el cual necesitaba evidentemente cambios. Con todo, “Night of the Demons” (1988) tenía dos cuestiones que para Tenney eran potencialmente interesantes, su ambientación halloweenesca y su espíritu de humor negro, como veremos a continuación, que a pesar de su autoconciencia como película de serie B slasher, sus clichés y estereotipos le alzarían como uno de los últimos slashers de los 80s que vale la pena reseñar.
Hay varios aspectos a destacar en “Night of the Demons” (1988) y el primero es su rescate de la ambientación halloweenesca que ya mencioné. A pesar de que las secuelas de la franquicia de “Halloween” (1978-2022) seguían y seguían, aunque cada vez con resultados más discretos y cuestionables, la verdad es que el interés por ambientar exitosamente una película en la noche de brujas había resurgido con el estreno y éxito de “Trick or Treat” (1986) de Charles Martin Smith y “Night of the Demons” (1988) lo haría contextualizándolo además con otro cliché de las películas de horror de los 70s y 80s, la casa embrujada. Aquí es donde advertimos las primeras reminescencias e influencias de las dos primeras entregas de “Evil Dead” (1981 y 1987) de Sam Raimi en el film respecto al concepto de casa embrujada o maldita, la cual alberga un espíritu demoníaco dormido que terminará por despertar y poseer a los visitantes. El guión incluye, ciertamente, algunas referencias a creencias indígenas sobre espíritus inmundos, de los cuales se protegían construyendo murallas o estructuras utilizando los canales naturales como conductor de protección.
Un segundo elemento presente en “Night of the Demons” (1988) es una evidente alegoría al inmortal clásico “Alice in Wonderland” (1865) de Lewis Carroll construida sobre los hombros del personaje de la bella rubia Judy Cassidy, por una parte, y el mismo viejo caserón embrujado como la madriguera/casa del conejo blanco, con todas sus puertas, pasillos y recovecos. Este componente va más allá de la clara referencia a Alicia en el disfraz de Judy, quien por cierto es la única disfrazada para la fiesta de Halloween, incluso, hasta se puede hilar más fino y poder identificar referencias al reconocido Gato de Cheshire en el estrafalario y bizarro personaje de Suzanne, la otra organizadora de la fiesta en Hull House, que vestida y maquillada con un fuerte color rosa y al igual que el felino fantástico, parece ayudar indirectamente a Judy, al sacarle de encima a su insoportable y hormonal novio Jay Jansen. Siempre en referencia a los cuentos clásicos, el epílogo en el horno crematorio con Judy y Rodger enfrentándose a los cuerpos poseídos por Angela y Stoogie que nos recuerdan a “Hansel und Gretel” (1812) de los hermanos Grimm, que utilizarán de forma original para deshacerse de la amenaza que los asola.
Un tercer elemento, como ya decía, es su autoconciencia como película de serie B y sus buenas dosis de humor negro, insertadas con precisión de forma que la película no aspira a horrorizar al público, pero tampoco parodiar el género que era el otro extremo al que este tipo de propuestas cinematográficas tienden a caer. Por supuesto que usa y abusa de los estereotipos en sus personajes, encontramos al galán que busca sexo con su novia inocentona, al ex novio latino de la chica que todavía la ronda, el sabelotodo que ayuda explicar la maldita historia del lugar, el gordo imbécil e infantil que quieres que sea el primero que se carguen, la chica rara y estrafalaria de estilo Madonna/Cindy Lauper, la chica gótica asiduo a lo macabro, la chica asiática y, por supuesto, el chico negro religioso, que contra todo pronóstico alcanza llegar hasta epílogo y no convertirse en carne de cañón como habitualmente sucede. Además, el guión tiene personajes secundarios divertidos, como el jocoso mocoso que bromea con el tamaño de los enormes pechos de su hermana Judy y el agrio vecino que detesta a los jóvenes, sus excesos y, claro, las celebraciones de Halloween.
Estéticamente, “Night of the Demons” (1988) bebe obvia y directamente de las mencionadas cintas de culto de “Evil Dead” (1981, 1987) como atestiguamos en la elección del principal escenario en el que acontecen los hechos, un viejo caserón que además de antiguo sirvió como depósito de cadáveres y cuyo terreno ya era tenido como maldito por los indígenas americanos. Por supuesto, también advertimos las alocadas tomas en las que la cámara corre por los pasadizos y habitaciones del caserón asimilando la forma de una ventolada de espíritus demoníacos liberados y prestos para poseer y asesinar a adolescentes ávidos de emociones fuertes, alcohol, drogas y sexo. Por último, otra clara influencia de clásico de Raimi es el maquillaje a cargo de Steve Johnson (“Ghost Story”, 1981) y su equipo con las diabólicas expresiones de las víctimas y sus exageradas transformaciones faciales que incluyen dientes y piel putrefacta que recuerdan evidentemente también al trabajo del maquillador italiano Sergio Stivaletti en los clásicos “Demoni” (1985) y “Dèmoni 2... lincubo ritorna” (1987) de Lamberto Bava.
El reparto, sin ser nada espectacular, cumple satisfactoriamente, destacando Amelia Kinkade (“Girls Just Want to Have Fun”, 1985) y Linnea Quigley (“The Return of the Living Dead, “1985) como Angela Franklin y Suzanne, respectivamente. La primera diseñó su propia coreografía para la seductora danza gótica, lo que no es de extrañar porque poseía estudios de danza profesional. Para el bail se inspiraría en el clásico de la banda gótica Bauhaus “Stigmata Martyr”, incluida en el álbum “In the Flat Field” (1980) de la popular agrupación británica.
La segunda, en tanto, se las arregla a pesar de sus limitaciones interpretativas para ganar pantalla gracias a la exposición de su voluptuosa figura, que el director utilizará en más de una ocasión, como en la secuencia en que muestra su trasero a los cachondos encargados de una tienda para que Angela robe comida para la fiesta y luego, cuando poseída, pinta sus grandes pechos con un lápiz labial para luego introducirlo por uno de sus pezones. Como anécdota, señalar que al parecer el efectista especial y maquillador Steve Johnson quedó tan impresionado por los pechos de Quigley que luego de hacer el molde de estos, la invitó a salir y terminó casandose con ella.
El resto del elenco lo completaron Cathy Podewell (Serie “Dallas”, 1988-1991) como la bella rubia Judy Cassidy, Alvin Alexis (“Butterflies in Heat”, 1986), como Rodger, Billy Gallo (“Pretty Woman”, 1990) como Sal Romero, Lance Fenton (“Heathers”; 1988) como Jay Jansen, Hal Havins (“Sorority Babes in the Slimeball Bowl-O-Rama”, 1988) como Stooge, Philip Tanzini (“Shes the Man”, 2006) como Max, Jill Terashita (“Sleepaway Camp III: Teenage Wasteland”, 1989) como Frannie, Allison Barron (“A Nightmare on Elm Street 2: Freddys Revenge”, 1985) como Hellen, Don Jeffcoat “Eagle Eye”, 2008) como Billy Cassidy, hermano de Judy y Harold Ayer (“Maryjane”, 1968) como el amargado y anciano vecino del barrio.
La música estuvo a cargo del hermano del director Dennis Michael Tenney (“Witchtrap”, 1989) entre los que destacan las composiciones homónima, con una simpática animación en los créditos, “Victims of the Press” y “The Beast Inside”, e incluyó la mencionada “Stigmata Martyr” de Bauhaus.
La película se filmó entre el 8 de abril y el 31 de mayo de 1987 en South Central Los Angeles, California. El viejo caserón utilizado como escenario principal finalmente estaba en muy mal estado, siendo realmente espeluznante para el reparto, de hecho, según la actriz Linnea Quigley muchos de los muebles y decoración eran auténticos del edificio original. Tras la filmación fue demolido y posteriormente reemplazado por un supermercado de la cadena Ralphs.
El film se estrenó el 14 de octubre de 1988, pero su video premiere se concretaría el 27 de abril en Reino Unido y el 1° de julio de 1988 en Japón y el 4 de julio de 1989 en Australia. En tanto, en Italia fue estrenada en el Fantafestival el 11 de junio de 1989.
“Night of the Demons” (1988) resultó un éxito comercial al recaudar US 3,1 millones y tuvo dos secuelas, con Augustyn coescribiendo la primera secuela “Night of the Demons II” (1994) dirigida por Brian Trenchard-Smith y Tenney escribiendo la tercera película “Night of the Demons III” (1997) con Jim Kaufman como director. En 2009, se lanzó una nueva versión, con Tenney como coproductor, dirigida por Adam Gierasch.
En resumen, una entretenida e icónica comedia de terror con una lograda ambientación halloweenesca, variados toques de humor negro, los obligados desnudos, situaciones gamberras y personajes prescindibles que debido a su estupidez o arrogancia, ayudan a que el espectador espere que sencillamente se los carguen. La evalúo con un 6.5.
Un modesto clásico de los años 80s que para mi se queda dentro de la linea de lo correcto y que de ahí no pasa. No cabe duda de que estamos ante esos filmes que algunos ya consideran de culto y recogen toda esa pura atmosfera ochentera del cine de terror, pero La noche de los demonios me dejó un sabor agridulce, quizás porque no la recordaba tan bien como aquella primera vez que la vi.
Kevin Tenney me resulta en un director algo regular, con buenas ideas y con filmes interesantes, pero que de alguna manera, no termina de ejecutar bien el desarrollo de sus películas, como que algo le hace falta para darle ese toque encantador. Con la Noche de los Demonios paso algo igual, pues la historia es la típica de adolescentes alborotados hormonalmente con sed de alcohol y fiesta en la noche de Halloween, sus actuaciones se me hicieron torpes y algo forzadas. Algunas escenas no están bien realizadas y se entiende, pues no es un filme triple A sino mas bien algo de clase b.
Sin duda alguna el papel de Amelia Kinkade como Angela me resulto en el mejor cuando esta es poseída, el trabajo con algunos FX y ese grotesco diseño de los demonios es todo un acierto total, la atmosfera tétrica y macabra de la mansión, algunas escenas sangrientas y muertes le dan peso al filme.
La noche de los Demonios es si o si de esos filmes que se deben ver al menos 1 vez en la vida, pero que cuyo desarrollo de historia, actuaciones y algunas situaciones algo mal ejecutadas la podrían opacar bajo mi opinión, pero que seduce por completo al ver el gran trabajo con la cutrez y diseño de los demonios. Verla sin mucha expectativa y solo dejarse llevar por su encanto serie b.
Lo bueno:
Angela Franklin y su sequito de demonios. Algunas escenas sangrientas y ese humor negro.
Lo malo:
El resto de actuaciones, situaciones que no convencen. Loa amateur se nota bastante.
Clásico ochentero de muertos y demonios donde los haya, influenciado por otras pelis, pero con un resultado estupendo.
La ambientación de la casa, los FX, el maquillaje y la variedad de situaciones que se suceden hacen que te entretengas de principio a fin sin aburrirte lo mas mínimo.
Que época mas buena.
Un clásico del terror sobrenatural ochentero, que aunque esté claramente influenciado por ¨Posesión infernal¨ y ¨Demons¨; consigue ser una película muy eficaz y entretenida en líneas generales.
La dirección de Kevin S. Tenney (¨Witchboard¨), es competente, sólida, y completamente acertada de principio a final.
A destacar : Los magníficos maquillajes y efectos especiales del especialista Steve Johnson, la excelente ambientación (muy al estilo de ¨gótico americano¨), las escenas sangrientas, y el notable ritmo imprimido, sin que apenas hayan baches narrativos.
Lástima que el reparto sea un tanto irregular y poco carismático (solo se salvan Linnea Quigley y la actriz que interpreta a Ángela), y que sobren algunos tópicos ya muy vistos, muy propios de aquella época.
Pero por lo demás es muy efectiva y está muy conseguida. Ideal para ver en una noche de Halloween.
Totalmente recomendable.
Puntuación: 7`5.
Una película que vi sin expectativas y que me sorprendió muy gratamente.
El argumento es atrayente (más de uno en su situación haría lo mismo que los protas) y la forma en que se desarrolla todo te hace tener la vista fija en la película. Hay momentos muy cómicos pero que añaden emoción a la historia.
Evitar las fiestas clandestinas amigos.
Buena peli ochentera que trata sobre un grupete de jóvenes que son invitados a pasar la noche de Halloween en una misteriosa mansión abandonada. Es allì dònde extrañas cosas estàn a punto de ocurrir y salir con vida serà todo un reto. Un punto que quiero destacarle a esta cinta es que los efectos de maquillaje de las criaturas son muy buenos y la ambientaciòn esta bien lograda. Ahora bien, tambièn debo decir que en los primero dos tercios la peli le cuesta arrancar y por momentos puede sentirse algo pesada (cosa que tratan de compensar haciendo que algunas muchachas enseñen sus atributos en varios momentos). Los prota cumplen con lo esperado pero no me parece que generen demasiada carisma en pantalla. En resumen: peli correcta y muy acorde para verla un sábado a la noche con palomitas. Saludos
Pesima.No puedo definirla de otra manera.El grupo protagonista es un rejunte de imbeciles del que solo se salva Linnea Quigley,porque hace lo que mejor sabe hacer,que es despelotarse.
Por lo demas,no da ni miedo ni risa,solo pena.Vamos,que la rubia protagonista peor no puede actuar y muchas de las escenas dentro de la funeraria son dificiles de captar,ya que a veces se ve practicamente todo oscuro.
Alguna que otra muerte y los efectos pues see,pero no la salva.
No me gusto para nada.
una de las películas que descubrí durante mi infancia por lo tanto la valoro por ese factor nostalgico mas alla de que su trama no sea ninguna novedad ya que mete toda clase de tópicos como la atmósfera de halloween , el grupo de adolescentes que organizan una fiesta y terminan como victimas y luego el tema con las posesiones y demonios que siempre resulta atractivo y en esta pelicula se muestran muy bien todos estos conceptos
el maquillaje para caracterizar a los demonios es de la vieja escuela y como pelicula ochentera tambien tiene a un personaje principal con una apariencia terrorífica como es el caso de Ángela la cual bien pudo ser una referente famosa del genero
no creo que el film sea catalogado como clásico por que no tiene la popularidad de otras peliculas de su epoca y que las nuevas generaciones puedan identificar pero en el caso de quienes crecimos viendo esta pelicula podríamos considerarla especial y tiene elementos muy valorables como la ambientacion, el maquillaje, personaje aterrador (Ángela),musica para crear tensión y una historia sencilla aunque muy bien llevada y hasta la fecha mantiene cierto encanto puesto que no ha envejecido tan mal
Indispensable para cualquier amante de cine de los 80.La historia es simple,una fiesta de amigos en una casa supuestamente embrujada.Simple,pero llena de topicos de la epoca con momentos entretenidos.EL desarrollo dentro de la pelicula es excelente,momentos de tension e intriga y persecuciones con una fotografia oscura que dara mas de un susto.Sencilla,tipica,pero de calidad.
Al final el negro se queda con la chica pero es una buena película para ver en halloween pero los efectos están bien chidos pero es una de las películas mas infravaloradas de los 80s pero su historia es simple pero entretenida con un buen planteamiento de parsonajes que se plantean cómo jóvenes clásicos de las películas de los ochenta con los mismo pero gracias que algunos muere pero también si tiene las boca abierta se te mete ael demonio que los apaches los en cerraron para ni pasar a hi y con las mejores resurgimientos de la películas de demonios
Cojes un poco de evil dead demons y te sale night of the demons, una cinta peculiar con varias continuaciónes en la que la protagonista es Angela un demonio bastante peculiar grotesco y macabro, típica película de los 80,90s con Gore y humor negro y algo de terror, en donde el grupito de turno de jóvenes se adentran en donde nunca deberían de entrar en la casa endemoniada de Angela., si te gustó demons, evil dead o pelis parecidas te enamorara
La noche está asegurada.
Llena de clichés, Night of the Demons es una película de las que se hacían antes, con un apartado de caracterización espectacular y una puesta en escena sin demasiadas pretensiones, transgresora, filmada a lo loco con el objetivo de que el público pasará un rato divertido sin quebrarse demasiado la cabeza. Una historia bizarra, con unas actuaciones de andar por casa y algun que otro momento gore.
Lo cierto es que a día de hoy sigue convenciéndome, a pesar de ser una copia descarada de Evil Dead o incluso Demons, pero siempre desde el punto de vista del cine de terror de serie B que se colaba en los videoclubs para regalarnos aquellas fantásticas cintas que luego disfrutabamos en casa, con o sin amigos.
Mención aparte merece la secuencia del lapiz de labios y el baile erótico frente al fuego, episodios difíciles de olvidar. La música acertadísima, incluso los creditos iniciales, todo desprende el buen aroma del cine de aquellos tiempos.
Para mi, imprescindible.
Estupendo film de terror adolescente de serie B que se ha convertido en un inolvidable clásico ochentero de los gloriosos años de videoclub y VHS.
El director Kevin Tenney y el escritor Joe Augustyn combinaron ideas tomadas descaradamente de “The Evil Dead” (1981) y de “Demons” (1985), para rodar un film repleto de bizarrismo, sexo, locura y maquillaje y Fxs artesanales.
El reparto femenino es inolvidable: Linnea Quigley, bella y descarada como siempre, con un par de escenas antológicas como la del lápiz de labios o las de sexo más o menos hot que terminan en muerte; y, Amelia Kinkade, que aparecería en todas las películas de la saga y que aquí nos regala una escena clásica del terror 80s: la del baile sensual mientras suena de fondo ¨Stygmata Martir¨ de Bauhaus. Se puede pedir más?
Yo alquilaba esta película continuamente en el videoclub de mi barrio, pues era imprescindible si querías reunirte con los amigos y pasar una tarde divertida viendo una peli de terror trash acompañado de cervezas y snacks. El paso de los años la ha vuelto clásica, a pesar de haber sido masacrada por la crítica “seria, y merece ser reivindicada como lo que es, una inolvidable película de comedia y terror maravillosamente ochentera.
De veras que yo respeto las opiniones... pero no alcanzo a entender las puntuaciones tan altas que tuvo esta cosa.
Debo imaginar que estas personas son absolutamente pacientes y quizás ese sea mi punto débil, porque no puedo concebir como una película donde NO PASA NADA EN 50 MINUTOS pueda ser considerada una obra de ¨culto¨.
No exagero. En esos larguísimos 50 minutos del inicio (vamos, que se va más de media película sin que pase nada) no hay nada que la salve del ridículo, salvo quizás la estética ochentera con la que impregnan la película, una estupenda banda sonora y poco más.
Sí que es cierto que los efectos de maquillaje son sobresalientes, pero a los que no se les saca el suficiente partido.
Se le podría perdonar a la película su escasa calidad si al menos hubieran mantenido un mínimo entretenimiento. Que conste que ofrezco 3 puntos por pura generosidad, porque mi alma de ochentero me puede, la música, el estilo y porque está ambientada en Halloween. Pero aquí terminan los halagos...
Película ultra ochentera de posesiones demoniacas, chicas bonitas y personajes estereotipados. Sin duda ese ambiente ochentero nunca viene mal y nunca falla pero no se aprovecha hasta pasar la mitad de la película que es en donde empieza realmente la película, los primeros minutos no son alentadores para nada.
Las actuaciones dejan harto que desear pero es contrarrestado con los excelentes maquillajes grotescos, efectos especiales buenos, planos oscuros y ambiente terrorífico, en otras palabras tiene todo para ser una gran película de terror pero en la historia se queda corta.
Night of the Demons es una película bien casual por así decirlo, para pasar el rato.
6 de 10
Es un clásico ochentero por donde se la mire. Con eso no digo que sea excelente;pero si es una representante del terror en estado puro. Hay susto tras susto pero con un gran toque de humor negro y los personajes estereotipados al máximo. Los actores no son dignos de Oscar pero como hay mucho humor no hay ser muy pretenciosos. El argumento es muy simple pero la ambientación del caserón esta logradisima. Un maquillaje y FX artesanales excelentes. Que mas pedir para ver como celebran ese día en todo su esplendor ; sin dudas debe estar en la lista de películas para ver en Halloween.
No me parece que merezca la categoría de clásico, leí mucho sobre ella, no la pude ver en su tiempo asi que la vi recién hace unos años y me esperaba mas para el nivel de las películas de ese tiempo.
Me quedo con las redonditas y perfectas siliconas de Jill Terashita y con alguno que otro detalle sin mas.
www.atmosferademiedo.blogspot.com
Yo también disfruto con los productos casposos de Serie B de los 80`s, su entrañable cutrez y su desenfado a la hora de mostrar sus ocurrencias sin complejos y con mucha gracia utilizando sus limitaciones para reírse de sí mismo las hace únicas. La Noche de los Demonios tiene realmente todo lo que un seguidor de estos productos desea ver: Desnudos sin ton ni son, adolescentes muy idiotas, diálogos a la altura del coeficiente intelectual de los mismos personajes y un maquillaje casposo que da cierto yuyu, ¿qué más se puede pedir?
Pues muy fácil, que no sea aburrida.
Cuando se producen las escenas bizarras da la sensación de merecer la pena, o sería así si no fuera por lo que tarda en comenzar la dichosa acción.
Y de hecho las escenas buenas son muy escasas, por lo que por mucho que sean divertidas, no justifica todo el relleno inútil, que aquí son los dichosos diálogos y situaciones absurdas del desfile de descerebrados personajes que hace parecer a esto una burda parodia de los mismos adolescentes del slasher de toda la vida, que, para colmo de males, no hacen gracia. NO-HACEN-GRACIA. Y el chiste es constante.
Como estas hay a montones, por lo que este pedazo de bodrio infumable va a la basura de despropósitos. Porque una cosa es que estas películas molen, pero un poco de efecto tecno y punk entrañable no arregla todo lo demás. Ay, si todas las pelis ochenteras fueran como estas, qué diferente sería mi opinión acerca de ellas...
Y que esto tenga un par de secuelas y un remake, buffff.
Siguiendo con los clásicos ochenteros para estas noches de Halloween y Fieles Difuntos, no podía faltar NIGHT OF THE DEMONS.
Otra de esas películas que, de niño, me había aterrado bastante (caramba, cuando una película de este tipo te asusta de niño, no la puedes disfrutar completamente, pero pasan los años y no sólo ya se hace soportable sino que, además, se disfruta un poco más), pero que ahora en la actualidad he disfrutado mucho más y mejor, si tener ya que esconderme bajo las sábanas, jajaja.
Se trata de una gran película de terror, con una historia algo sencilla pero concisa, divertida e impactante que contiene, como es típico en las películas buenas de esta época: sustos aterradores, humor negro involuntario, un pretexto cualquiera no comprobable, escenas de ¨soft porno¨ y final un tanto inesperado, entre otras pequeñas maravillas
Las actuaciones, sin ser grandes o conocidos actores en su momento, sobresalen por cumplir de un modo efectivo y creíble. Resaltan:
- La reconocida ¨Scream Queen¨, reina de las pelis de serie B, Linnea Quigley como ¨Suzanne¨ (nada ejemplifica mejor su presencia que la escena del labial en su pecho, y la de la muerte de su amante bajo sus faldas).
- Amelia Kinkade interpretando a ¨Angela Franklin¨ y eventual Demonio de la película (sin duda alguna, una de las mejores escenas es aquella del sensual baile gótico de Angela poseída, con esa impactante rola de Bauhaus, ¨Stygmata Martir¨).
- Si acaso destacaría también, en menor medida, a la guapa Allison Barron como ¨Helen¨, la cándida protagonista de la película y que, por tanto, es la que mayormente aparece en escena, con una actuación decente y aceptable.
El resto del elenco lo hace bien también aunque no tan destacable.
La ambientación de la película (una casa abandonada y embrujada, que en su momento fue funeraria ¡¡¡Más aterrador imposible!!!) es bastante interesante y se disfruta por su aire de obscuridad inevitable y suspenso laberíntico inescapable que se desarrolla a lo largo de la película.
Los efectos y las caracterizaciones son igualmente buenos y disfrutables, desde las escenas de muerte hasta los poseídos, resultando bastante horripilantes al par que convincentes, y que no le pedirían nada a cualquier CGI actual.
Pero los defectos de esta película son, a mi gusto:
- Que hay tantos personajes en la película, que al estar todos juntos en escena unos sobresalen más que otros, en la misma medida en que muchos de ellos mueren sin ser desarrollados un poco más, por lo que tales muertes son bastante apresuradas.
- También hay momentos en que algunos hechos en la trama se desarrollan bastante rápido que terminan siendo algo poco creíbles y como salidos de la nada, o de la manga, haciendo que varios personajes la libren demasiado fácil (como el desenlace en que los monstruos están por robarse a Helen), en contraste con otras escenas, en que es tan difícil la situación que no queda de otra más que la trágica muerte (como por ejemplo, la escena de la muerte de ¨Sal¨, interpretado por Billy Gallo).
- Y, si acaso, la personalidad fastidiosa y molesta de un par de personajes, como ¨Stooges¨ (Hal Havins) o ¨Jay¨ (Lance Fenton).
De todos modos, y siendo una buena película de terror adolescente, se disfruta bastante de principio a fin. Garantiza buenos momentos de sobresalto, tensión y emoción en cualquier sentido.
Otro gran clásico, en suma, para disfrutar durante estos días de festejo entre fantasmas y muertos.
Y mucho ojo con ese final inesperado, al día siguiente de los hechos macabros y demoníacos del filme.
Críticas: 120
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DE NIRO
7
Se podria decir que es ochentosa a full, tiene todo lo que nos trae de nostalgia de esas peliculas que rentamos en los videoclubes extintos, un grupo de adolecentes que organizan una fiesta de halloween muy particular, pasarán la noche en una vieja casona que hacia las veces de funeraria, la casa en cuestión está abandonada, pero alli como era de esperarse habitaba una demonio, los chicos alocados desafian a los espiritus y se desata el terror, el maquillaje y los efectos especiales están geniales y si es por el miedo, algo da pero es solo para pasar un buen rato de entretenimiento, y como siempre la banda de sonido es muy rockera, que pena que ese estilo musical se perdiera con tanto estiercol que abunda en los oidos de las nuevas generaciones.
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