Pilar Miró, que por entonces mantenía una relación amorosa con el realizador, visitó Noya ese mismo año para ver el lugar en el que había fallecido Guerín. (Por cierto, la Miró también había tenido un idilio con Enzo G. Castellari, otro realizador nada ajeno al género terrorífico, género que se encargó de eliminar con su llegada a la Dirección General del Cinematografía).
la fatalidad se cruza en el camino de Guerín cuando el último día de rodaje se precipita al vacío desde el campanario de la iglesia de San Martiño en la población coruñesa de Noia y pierde la vida.Este suceso crea un aura de malditismo en torno a la película, que si no me equivoco, nunca ha sido editada en DVD en nuestro país, mientras que en los EE.UU. ya han salido ediciones especiales.
Curiosidades: 5
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En el preciso lugar de la muerte del director, se encuentra una pequeña cruz pintada de unos 20 centímetros.
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