Tras su triunfo en “20.000 leguas de viaje submarino”, Richard Fleischer realizó películas de casi todo género, pero una de sus grandes especialidades fue la reconstrucción dramática de crímenes reales. Aquí lo tenemos en una producción semi-indie producida por la familia Zanuck, basada en la novela de Meyer Levin, una fidedigna reconstrucción periodística de los hechos (que sirvió de inspiración Truman Capote para escribir “A sangre fría”), basada asimismo en “el trabajito” que hicieron los asesinos reales Leopold y Loeb en 1926.
Dean Stanton, 10 años después de exhibirse como intrérprete conmover a medio mundo con el pelo verde siendo solo un muchacho, aparece ya adulto y mucho más experimentado, como el apuesto y frío asesino con ínfulas de superhombre nietzscheano Judd Steiner (Leopold), mientras otro destacado actor de carácter, Bradford Dillman, es su compañero psicópata Artie Straus (Loeb). Como cabeza de cartel tenemos nada menos que al mismísimo Orson Welles (protagonista absoluto de los últimos 40 minutos de película). El trío está brillante y fueron merecidamente premiados por sus actuaciones: compartieron ex-aequo la Palma de Oro del Festival de Cannes al mejor actor. Otros intérpretes importantes son Diane Varsi, actriz que entonces iba para gran estrella y por desgracia se quedó en medio, secundarios importantes como E.G. Marshall y Edward Binns y los televisivos Martin Milner, Richard Anderson y, el más conocido, Gavin MacLeod, protagonista de la [desgraciadamente] inolvidable “Vacaciones en el mar” (aunque confieso que me encanta la canción).
Gracias a las buenas interpretaciones y guion (el personaje de Martin Milner, un reportero, representa al mismo Meyer Levin, compañero de Universidad y conocido del par de asesinos) adaptado por el especialista en cine negro y westerns Richard Murphy, se logra una reconstrucción bastante lograda de lo que se sabía del nefando crimen sin mostrar una sola gota de sangre ni un atisbo de violencia visible en toda la película, logrando igualmente que el espectador se quede clavado en la pantalla. Excelente banda sonora jazzística de Lionel Newman, uno de los miembros de la célebre saga de músicos (hermano del mítico Alfred, compositor de la música del logo de la Fox, que vemos al inicio de la peli. Todo queda en familia).
Muy interesante y con un final glorioso, culminado por un monólogo de Orson Welles.
Críticas: 2
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9
Excelente película, me ha encantado en todo sentido. Excelente trama, muy visionaria para la época, excelentes personajes, excelente fotografía, excelente taming, excelente todo. El discurso final que da el abogado en la corte es simplemente magnífico, alucinante, excelente, llega a conmover. Todos los diálogos de la película son brillantes y tiene unas actuaciones magistrales. En fin, muy recomendable, me encantó!
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