John Buchan, alto funcionario – fue gobernador del Canadá aún colonial - y novelista, lo petó en 1915 con “Los 39 escalones” una novelita de espionaje rocambolesca y extremadamente trepidante (aún para los estandares actuales tiene unos momentos de subidón…) que se convirtió en clásico al instante. Para un tipo como Alfred Hitchcock era una idea muy atractiva, aunque al final poco quedó de la novela. Tampoco fue necesario.
Robert Donat es Richard Hannay, un canadiense que se mete en un buen lío cuando lleva a casa a una joven aparentemente miedosa que se hace llamar Annabella Smith, interpretada por la actriz alemana Lucie Mannheim. Todo empieza a complicarse enseguida cuando ésta se revela enseguida como agente secreto al servicio del mejor postor, enfrentada a la temible organización político-criminal llamada “Los 39 escalones” y es asesinada a las pocas horas en el propio apartamento de Hannay. El súbdito del país de la hoja de arce es ahora agente secreto por accidente y se encamina a Escocia para demostrar su inocencia y para acabar lo empezado.
Por su parte, la “Dama Iceberg”, Madeleine Carroll, da muy bien la réplica a Donat como la listilla Pamela, que no compra ninguna de las verdades que le cuenta Hannay, pero así y todo se ve unida a él. Tienen una dinámica muy divertida.
Muy destacable a su vez pese a su pequeño papel Godfrey Tearle, un villano encantador: puede ser un agente dispuesto a subyugar su propio país a una potencia extranjera, pero es un gentleman y un buen padre de familia en todo momento.
Como en la novela, Hitch y su entonces guionista habitual Charles Bennett presentan el argumento en un cuarto de hora largo y hacen que la acción – y los chistes, ya que estamos: raro es que pronto o tarde no te eches unas risas con una peli de Hitchcock - se desarrolle sin pausas: hay que salvar al prota y al Reino Unido y el tiempo apremia. Por tanto, ellos lo que hacen es centrarse en la huida de Hannay y sus problemas con las mujeres (y con los tozudos polis. Y con los pérfidos espías. Y con los escoceses en general), especialmente Pamela. Mucha eficiencia a la hora de contar la historia y pocos alardes técnicos. Eso sí: no busquéis nada de la novela aquí: Hitchcock y Bennett la han convertido en un cuento de suspense puro.
Muy satisfactoria: es una película de suspense y espionaje muy simpática y breve que se ve de un tirón. La mano de Alfred Hitchcock, tal y como la conocemos los que hemos nacido posteriormente a su obra, cada vez se hace más visible.
Había pasado casi una década desde que el sr. Hitchcock dejara su oficio de asistente de dirección para situarse de forma permanente tras la cámara, logrando un enorme reconocimiento entre el público y la crítica de la época gracias a maravillas como ¨El Enemigo de las Rubias¨, ¨Chantaje¨ o ¨Asesinato¨...
Obras que vendrían a marcar las pautas de su cine de suspense para la posteridad; tras esto, algunas divagaciones entre el melodrama y la intriga hasta llegar al milagro de ¨El Hombre que Sabía Demasiado¨, con el que comenzaría una larga serie de obras de aventuras con un elemento común: la persecución. Un año después retoma esta premisa para un ambicioso proyecto respaldado por la Gaumont-British Picture con un holgado presupuesto (para la época) de 60.000 libras donde junto a Ian Hay y su colaborador Charles Bennett adapta una magnífica novela de aventuras y espionaje.
Su título es ¨The 39 Steps¨ y está escrita por el autor favorito de su infancia, John Buchan, pero aunque el texto original sufra muchos cambios se mantiene algo vital: la presencia de un inocente acusado a la fuga. Su inicio, que acumula hechos sucedidos a lo largo de varios días en un mismo escenario, es reemplazado en el film por uno más dinámico, e incluso alocado, cuyo lugar de arranque será el Music Hall londinense donde el director nos presenta al protagonista, Richard Hannay, quien desde el principio ya se ve acorralado por las circunstancias e intentando buscar una salida.
Sin duda signo inequívoco de mal presagio. Pero además conoceremos a un pintoresco personaje, el ¨Sr. Memoria¨, del que podemos sospechar una posible pero tardía implicación en la historia. La vida de Hannay sufre un giro inesperado por culpa de una misteriosa dama que confiesa ser una espía perseguida y en poder de una importante información; confuso comienzo de la intriga, por lo menos para un espectador de hoy, pues nada nos induce a creer que el personaje llevaría a una mujer que desconoce a su casa ni mucho menos implicarse en un asunto de espionaje porque sí.
Pero hay que dejarse llevar por el ingenioso método del director, pues el hecho de narrar el argumento, que no oculta su condición de novela de espías (así lo afirma Hannay), desde un único punto de vista le permite construir un ¨thriller¨ en el que los rebotes ilógicos de la intriga son absorbidos por otra lógica, absurda y trepidante: la de la aventura. Así el protagonista, su carácter y esmero para escapar de todas las situaciones que atenten contra su seguridad, en la que por supuesto siempre habrá un elemento para ayudarle a salir del paso (ya sean individuos, animales u objetos), será la prefiguración de todos los inocentes perseguidos que vendrán a ocupar innumerables obras de Hitchcock.
En su fuga, Hannay lleva de la mano al espectador, que le acompaña por campos, montañas, ríos y estaciones de tren pasando por diferentes lugares en los que sufrirá encuentros con personajes misteriosos, peligrosos o cómicos, por lo que el ritmo se mantendrá ágil y frenético; dicha huida sirve al director para reestructurar el itinerario picaresco del personaje alrededor de sus encuentros con tres mujeres, lo que le sirve de homenaje a uno de sus films preferidos de DeMille, ¨The Affairs of Amatol¨ (siendo la contrariada esposa del granjero presbiteriano el más literal).
De por medio, tres elementos característicos de sus ¨thrillers¨: la existencia de un ¨macguffin¨ que sirve de motor de la trama (en este caso un secreto de Estado oculto bajo el nombre de los ¨39 escalones¨); la de un malvado individuo que esconde su verdadera identidad (representación de una gran amenaza extranjera para la nación) bajo la apariencia de un ciudadano de clase alta por todos respetado, dirigiendo Hannay iracundas y honestas diatribas, a él y a todos los de su calaña, desde la tribuna a la que se ha subido esquivando a sus perseguidores; y la de la bella y arisca señorita, rubia por supuesto, que deberá apoyar al protagonista en sus pesquisas.
Con la aparición de ésta, llamada Pamela (y que ya habíamos visto antes en el tren), la película cambia de tono y atmósfera considerablemente; así como en ¨El Hombre que Sabía Demasiado¨ el accidentado romance de la pareja se ve de golpe interrumpido por la intriga de un asesinato, el suspense y el ritmo trepidante de esta historia sufrirá un parón en la transición del segundo acto al tercero que la convertirá en una repentina ¨screwball comedy¨ con los divertidos diálogos entre los fugitivos sustituyendo la acción; la misma vuelta de tuerca en ambos films, pero a la inversa.
Sin embargo la tensión, el desasosiego (pues es fácil ponerse en la piel del protagonista) y la aventura nunca descenderán, y menos durante ese último tramo donde el cineasta prepara una solución tan esperpéntica como espectacular, pero en esta ingenuidad radica su encanto. Robert Donat, en cuyo Hannay se mirarían todos los futuros fugitivos de Hitchcock (el Thornhill de ¨Con la Muerte en los Talones¨ en especial), deslumbra por su arrojo y descarada personalidad, mientras que Madeleine Carroll cumple como la rubia detestable que no tarda en ganarse el afecto del antihéroe. Muy correctos también Lucie Mannheim, Godfrey Tearle, Peggy Ashcroft y Wylie Watson.
La presencia de Donat y Carroll, que ya habían trabajado en Hollywood, además del perfecto dominio del entretenimiento y el suspense de Hitchcock aseguraron el éxito de crítica y público de ¨39 Escalones¨, con la que aquél definitivamente se consagró en su país natal y en territorio estadounidense.
Piedra de toque en la filmografía de un director que haría de la evasión y el espionaje sus temas predilectos. Aventura, romance, acción y dosis de un humor quizás demasiado afilado para la época (ojo a las ocurrencias de los dos amigos en el tren), otra de las señas de identidad de su cine. Habría otras versiones de la novela de Buchan, pero ésta es la mejor.
“No te molestes. Yo no soy nadie”,
En 1935 Alfred Hitchcok estrenada “39 escalones”, con un guión escrito por Charles Bennett basado en la novela de John Buchan, una trama de aventuras y espionaje pero agregándole la indispensable historia de amor y un delicioso y fino humor. Es una maravilla de película, para la época, y sin duda una de las mejores de la etapa inglesa de Hitch.
Esta versión de “39 escalones” es una magistral demostración de oficio fílmico, imaginación creativa y esbozo primigenio y espontáneo de muchos de los temas, ideas y motivos claves que llenarán contantemente la filmografía del genial director inglés en los años por venir.
Hitchcock parece concentrarse en la relación que existe entre la búsqueda de la verdad y la perdida de la seguridad, sin darle tanta importancia a los motivos originales. El falso culpable, (un tema recurrente, casi obsesivo en su obra) una rubia, los trenes, la tensión sexual, los villanos, el humor negro, y el noble héroe (que por supuesto salva a la chica) que encuentra y demuestra la verdad de los hechos también están aquí, entremezclados de manera entretenida y eficaz para dar como resultado una gran película.
Ya lo decía el propio Hitch: “Rodar películas, para mí, quiere decir en primer lugar y ante todo contar una historia. Esta historia puede ser inverosímil, pero no debe ser jamás banal”.
Bajo mi humilde punto de vista criticar al bueno de Alfred casi me produce cierta aprensión y probablemente me tenga que auto flagelar un poco pero ya puestos....
Para mi es una película sólo correcta , por supuesto que he leído por ahí la clasificación de The 39 Steps como clásico del cine, o joya cinematográfica cosas por el estilo....pero probablemente por mi falta de pericia o entendimiento cinematográfico voy otra vez contracorriente en mi critica.
Valorar y ponerte en el año 1935, por supuesto y no criticar nada respecto a la manera como se rodaba entonces. Pero yo me quejo de la trama, un poco aburrida en general durante todo el metraje, mostrando una huida y poco más hasta que se resuelve la historia donde después, sí reconozco un mérito en el desenlace final.
Creo que Alfred tuvo una carrera con altibajos pero claro pocos nos atrevemos a decirlo...Títulos muy buenos con otros simplemente correctos. 39 Esclones es mi ejemplo.
Muy buena película del señor Alfred Hitchcock. De su época británica es la mejor que hizo desde mi punto de vista. Una historia que te atrapa desde el comienzo hasta el final pese a que en los últimos 20 minutos se empiece a tornar algo densa. La historia es una historia que ya hemos visto en varias películas (¨El fugitivo¨, ¨Soy un fugitivo¨ y varias mas) pero en la época de estreno de esta película me imagino que esa temática (fuga) debía seguir siendo original. Las actuaciones son bastante aceptables para ser una película de 1935. La fotografía también es buena. En fin, me gustó mucho, muy buena, muy recomendable.
con esta peli , don Alfred dio un paso hacia adelante en su brillante carrera, el tema del falso culpable , chispas de humor fino, secuencia de escenas interesantes hacen que la peli te haga pasar un muy buen rato sin descuidar la historia que te cuenta , el protagonista llega a convencer.
dicen por ahi que esta es la primera película bien hecha de Alfred, retrocedan un poco y hay varias que se le acercan a esta , como el enemigo de las rubias , la muchacha de londres o el hombre que sabia demasiado
Brillante mezcla de intriga y humor en esta película del gran Hitchcock. El actor protagonista es realmente bueno,y la historia, enrevesada y algo loca, engancha muchísimo. Las distintas situaciones, a cada cual más complicada a las que se enfrenta el protagonista y en las que, por másque intenta currárselo, más hacen que todo el mundo esté en su contra, te hacen pasar un rato realmente bueno.
Gran obra de Alfred de su fase inglesa donde nos mostró de nuevo todo su repertorio, con una trama muy ingeniosa, las persecuciones de rigor donde el acusado inocente siempre consigue siempre un hueco para escapar y ese aureola de misterio que se mantiene hasta el final de la historia.
Esta vez la campiña de las islas tuvo protagonismo con imágenes rurales más que interesantes. No faltaron los toques de comedia y esas escenas donde Alfred juntaba a muchos extras que ayudaban a escapar al perseguido en medio de la confusión.
Otra buena película de Alfred.
Una historia de espías, con un toque a lo fugitivo, que a pesar de presentar algunas secuencias inverosímiles, capta por completo la atención del espectador, introduciendolo en la trama y haciéndolo partícipe a las primeras de cambio. Las interpretaciones me parecen muy buenas, ayudadas por una gran cantidad de diálogos y una ambientación mas que correcta.
Una cinta que sabe mezclar la intriga, el suspense y la acción de manera justa y que lleva el sello de Hitchcock, una garantía al entretenimiento. Recomendable.
Buena trama que, como es habitual es estas historias, se va desenvolviendo de a poco. Pareciera una película poco original y que ya sabemos lo que va a pasar, no es así. Simplemente situémonos en la época y claro que la cinta funciona. A mí me pareció interesante y no me llegó a aburrir, he visto otras del director que no me han gustado tanto; ésta sí la recomiendo por su muy buena elaboración.
pelicula de alfred hitchcock donde tenemos una trama bastante interesante sobre un hombre perseguido por una organizacion fantasma llamada 39 escalones,,, la pelicula se basa en la persecucion de este fugitivo de la ley acusado de asesinato, la pelicula no es que no este bien pero yo le encontre muchos baches a la trama y eso es lo que le juega en contra a mi gusto.
el final fue muy precipitado por un lado lo entiendo ya que normalmente en esa epoca terminaban asi de abrutpas las peliculas, pero por otro, la pelicula podria haber dado un poco mas de si.
a mi gusto no es la mejor de hitchcock pero no esta mal
A mi parecer, Alfred Hichtcook no tiene muchas buenas película, claro sacando Psicosis y Los Pájaros.
En esta cinta resalta el tema de los espías y asociaciones acerca de ese mismo tema.
Con Actuaciones bastantes resaltantes, un tema que, a opinión propia, no atrae mucho y ritmo algo regular pero en ocasiones decae mucho hasta hacerse un poco tediosa.
Película que la verdad no me atrajo mucho.
Es regular. Hasta ahí.....
No he visto muchas peliculas de Hitchcock y menos de su etapa Inglesa, pero de las pocas que visto, si me tengo que quedar con una de su primera etapa como director es Alarma en el Expreso aunque esta tampoco tiene ningun desperdicio y esta muy bien.
Al principio se hace un poco lenta pero poco a poco va ofreciendo momentos de intriga y suspense con una historia muy interesante sobre espias y crimenes en que el protagonista se ve culpado y perseguido por la policia y tambien por los espias, una historia que ahora mismo no seria nada original por la sobre explotacion de este tipo de peliculas pero para sus tiempos si lo era.
I poco mas que contar, imprescindible para todo amante del suspense y el espionaje, un 8.
Esta, a mi criterio y el de muchos, es la mejor película del calvo cineasta en su periodo inglés. Trata de intrigas, vaivenes, misterio y mucho suspenso refinado, tal cual lo supo hacer Hitchcock. Lo que me gusta de Los Treinta y Nueve Escalones es lo súbito de las transiciones. Todo pasa tan rápido que el film te emboba, vas cayendo en la mayor confusión y luego sales de ese hoyo y logras ver la luz y comprender todo... Es tan excelente este film... Recomiendo verlo en esta versión, dado que la calidad de la imagen, el sonido y los subtítulos son excelentes. No se la pueden perder, menos si les gusta el cine Hitchcockiano.
Un clásico con mayúsculas. Cuenta la historia de un hombre perseguido por un crimen que no cometió y que se ve envuelto en una trama de espionaje en la que correrá mil y una aventuras. El film está envuelto por la magia que sólo Hitchcock sabe proporcionar a sus historias. Lo peor, que se hace demasiado corta.
Es la primera buena pelicula de hitchcock, para mí... puede que alguna anterior haya estado bien y tenga su mérito. Pero para considerarla ¨casi¨ obra maestra, creo que no. Bueno, su trama es sencilla y a la vez,no te puedas despegar ni un minuto de su trama. En definitiva, le pongo un 8. Alguna pega?, bueno sí, la duración, que hace que la pelicula se te pase muy muy pronto. Pero por lo demás, muy buena película.
Una de las mejores película de Hitchcock, esta película de la fase Europea Hitchcock es una verdadera obra maestra. Suspenso, humor negro, escapdas, persecuciones y una trama increible. Las actuaciones son perfectas. ¡Genial!
imprescindible verla,es tension en estado puro y con una direccion simplemente perfecta
Hitchcock para mí la mejor de la etapa británica.Recomendable verla a pesar de ser antigua.
Críticas: 21
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DE NIRO
6
La pelicula entretiene sin ser nada del otro mundo tiene buenas escenas, pero a hora que lo pienso no deja de ser siempre lo mismo, la formula se repite, un inocente que es perseguido por un crimen que no cometió, la accion se traslada entre Londres y Escocia, es un filme de intriga, con personajes bien construidos y de dialogos ingeniosos, Hitchcock siempre vigente en sus obras.
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