aceptable slasher ochentero bajo la dirección de joseph zito el cual nos presenta a un soldado asesino con un buen motivo y varias herramientas para masacrar a varios jóvenes, es un villano muy a la par de otros famosos psicópatas de este subgénero aunque no llego a alcanzar la popularidad de un Jasón o un michael myers , la pelicula tiene unas escenas de muerte aceptables en las que el asesino demuestra una brutalidad , bien enfocadas y lo mejor es que la violencia acontece de manera rápida
Me cuesta creer que siendo fanático del Slasher, sea de los pocos que le de un puntaje por debajo de 6 a esta cinta.
Y yo entiendo que el trabajo de Savini aquí es sobresaliente, pero ¿Por qué nadie habla de la película en general?
Después de unos buenos 30 minutos, la película se torna aburridísima
Desde subtramas que no van hacia ningún lado, hasta escenas que se hacen larguísimas sin ningún motivo, es muy obvio que la cinta intenta hacer tiempo para llegar a los 90min y termina haciéndose muy tediosa.
El film no hace NADA para entretenerte excepto la promesa de ver a alguien morir cada tanto. Tirando para el final se hace todo muy cliché y para colmo la revelación fue algo decepcionante.
¿Quién lo hubiese pensado? Tener muertes muy buenas y a un asesino potente no garantiza que un Slasher vaya a ser bueno ni entretenido.
Un slasher bastante conocido pero soporifero para mi gusto.Solo se destaca la direccion de Zito y los efectos del rey Tom Savini.
Por lo demas hay un par de buenas muertes(pocas en total),un asesino cojonudo y una trama que se va por las ramas y pierde el sentido(que fue del vecino en silla de ruedas que aparece en una escena y luego no aparece mas???)
Me quedo con los ultimos diez minutos de pelicula con la persecucion que son lo mejor de todo el filme.Regular.
“Puñales y rosas”
Los 80´s fue una época de oro para el género del terror, durante sus primeros años el mundo conocería a Jason el slasher por excelencia quien se transformaría además en un ícono del horror con su extensísima saga. A la sombra y con el éxito de la cinta de Sean S. Cunningham surgirían decenas de clones que buscaban replicar la fórmula y “The Prowler” aka “El asesino de Rosemary” que llegó titulada a mi país fue una de ellas.
El guión es el habitual, un asesino (en este caso ataviado en uniforme militar) en búsqueda de jovenzuelos en la noche de su fiesta de graduación. Si bien la historia es simple presenta lagunas argumentales llamativas, poco se explica sobre el motivo que mueve al psicópata a matar y otras cositas que deja en el tintero haciendo que su conjunto sea regular.
Las actuaciones también van por el mismo camino siendo mediocres en su totalidad, la falta de recursos actorales la suplen con caras bonitas y cuerpos pulposos.
Uno de los platos fuertes son los efectos especiales a cargo de Tom Savini lo que nos permite disfrutar de muertes violentas y por demás de explícitas que terminan siendo lo mejor del film, el resto de los apartados técnicos son pobres, correcta banda sonora.
El realizador Joseph Zito, que años más tarde se haría cargo de “Friday the 13th: The Final Chapter” (1984) tiene un trabajo aceptable, el ritmo es correcto y las escenas de las muertes muy buenas y con todo lujo de detalle para la época, como slasher funciona muy bien.
PUNTUACIÓN: 6 BUENA “The Prowler” quedó eclipsada por otros productos superiores en su época pero sus excelentes fx´s, las violentas muertes que posee y una decente dirección la ubican como un slasher ochentero RECOMENDABLE.
Saludos y un abrazo desde Argentina.
Me parece un buen slasher ochentero, y muy entretenido, la verdad es que es una de mis favoritas, me encanta como empieza y luego como se va desarrollando, las muertes muy chulas y con ensañamiento, es todo un referente en el cine slasher le pese a quien le pee.
El asesino con ese pico y con ese traje acojona, y la primera vez que la vi de pequeño me dejó anonadado y asustado, lo flipé.
Entretenida y buena.
Aunque es una pelicula clasica de un genero por mi apreciado (un loco que se va cepillando a los incautos que pilla por el camino en el marco de una fiesta), debo reconocer que no es destacable por nada.
a pesar de intervenir Tom Savini (que dijo que este fue uno de sus mejores trabajos), la calidad de la pelicula no pasa de ser media, una historia anodina mas que consiste en descubrir quien es el personaje detras de la mascara del asesino.
el rodaje tuvo lugar en Nueva Jersey en mansiones victorianas, una de ellas llego a ser un museo con el tiempo.
hay cierta lentitud en algunos momentos, recursos manidos a la hora de provocar la inquietud y escenas ridiculas que alargan el metraje como la ultima del cadaver en la ducha.
en fin, creo que hay mejores ejemplos para disfrutar de un slasher clasico.
Una de tantas psicopatías traumáticas de aquella entrañable época, en la que mucha gente pensó: ¨si Sean Cunningham ha conseguido triunfar con ¨Viernes 13¨, pues yo también¨. Algunos de esos aprendices de director decidieron rodar en campamentos veraniegos, y otros en ambientes estudiantiles -con fiesta de fin de curso incluido-. Y este film trata precisamente esta última opción. El casposo director Joseph Zito se dio cuenta de la competencia psicopática que había por aquellos tiempos (años 80,81...), y entonces pensó: ¨como no haga algo especial, voy a fracasar¨ así que decidió contratar a Tom Savini. Y la verdad es que si no llega a ser por Savini, la película se hunde en la más profunda de las vulgaridades. Aquí es donde únicamente funciona el invento: los asesinatos son bestiales, salvajes, y sangrientos; con un sadismo tal vez excesivo, pero impactante. Y todo eso gracias a los potentes efectos y maquillajes del maestro T.Savini, que aquí estaba en plena forma. Eso es lo único a destacar, porque lo que es el argumento apenas existe, ni tampoco es que haya mucho suspense, intriga, o misterio. Así pues, si te gustaron ¨Prom night¨, ¨Noche infernal¨, o ¨El día de la graduación¨...y otras similares de la época, a lo mejor la puedes disfrutar y todo. Para mi gusto no está mal...aceptable.
Reservada a fanáticos del más típico exponente del Slasher americano. Puntuación: 6.
The Prowler es un slasher que sencillamente quedó olvidado bajo el peso de “Viernes 13”, “Pesadilla en Elm Street”, “Halloween” y demás películas de la década dorada de los Ochentas.
Parece ser que si no era una franquicia de 20 cintas de un psicokiller no eras un slasher famoso, una lástima.
La trama aunque es un slasher hay que reconocer que es original, ¿cuando se ha visto que un asesino mate a sus víctimas en una fiesta de graduación? Nunca. ¿Y qué me dices del motivo que le incita a matar a este asesino? Nunca visto hasta ahora, vale que es un poco estúpido (admitamos que nadie se va a poner a cortar cabezas porque te haya dejado tu novia), pero le es suficiente para arrancar desde esa premisa.
El tema más interesante, innovador, fresco y original es el aspecto del mismísimo segador de almas y la manera en la que nos lo muestran, un soldado de la Segunda Guerra Mundial. No es un tipo con careta como nos tienen acostumbrados.
Se suele decir, ¨no es qué se dice, sino el cómo se dice¨, aquí lo mismo. Nos podrían haber plantado al asesino desde el minuto uno como pasa en otros slasher (Jason Voorhees es un claro ejemplo de ello) sino que sólo vislumbramos algunos detalles y tomas a cerca de él, esto es lo bueno. Mantenernos en tensión hasta que aparece en pantalla y que su aspecto nos infunda terror.
El segundo punto fuerte a resaltar del metraje son los antológicos efectos especiales encabezados por Tom Savini, también responsable de las de Viernes 13 (1980). Una fusión de gore con realismo y sin censuras nunca vistos hasta la fecha. Muy buenos. 10/10.
La ambientación majestuosa, situaciones propensas a encontronazos con el asesino que te aceleran el corazón y te ponen nervioso, momentos de tensión que haces que pienses que tu también eres objeto de acecho del soldado o la manera en la que ejecuta a sus víctimas son algunas de las cosas por las que ¨El Merodeador¨ debería ser recodada como una obra de culto dentro del Slasher de comienzos de los ¨80.
Aunque esta película le da mil vueltas a otras de su estilo, como Viernes 13 (1980) o La Noche de Halloween (1978) también tiene sus temas negativos como la banda sonora, la cuál resulta un tanto estridente y molesta. No porque añada más terror sino porque no destaca para atormentarte (aspecto que si alcanza ¨La Noche de Halloween¨ o ¨Los chicos del maíz¨).
Las actuaciones están muy bien, bastante realistas. La mejor la de la chica protagonista, Pam junto con la de The Prowler.
Como ya has debido intuir, te recomiendo esta película para despegarte del concepto de slasher genérico ochentero y conocer una nueva fórmula dentro de las de su campo.
Notable alto, 8.
Película que básicamente copia los arquetipos de películas como ¨Viernes 13¨ o ¨La noche de Halloween¨ es prácticamente lo mismo, cosa que provoca agotamiento. Para colmo, copia la misma estructura de ¨My Bloody Valentine¨, otra bazofia -lo único que destaco es la canción de los créditos finales- y bueno, nada más que decir, solamente que las muertes en cierto modo están muy logradas y es por eso mismo por lo que le doy nota.
Empezaba la década prodigiosa, el fenómeno slasher en gran auge debido a dos títulos anteriores principalmente y que dieron el tiro de salida , fueron Halloween y Viernes 13 a las que se añadirían un sinfín de títulos, algunos emblemáticos como Prom Night (1980) de Paul Lynch, The Slumber Party Massacre (1982) de Amy Holden Jones, Sleepaway Camp (1983) de Robert Hiltzik, Pesadilla en Elm Street (1984) dirigida por Wes Craven, Noche de paz, noche de muerte (1984), Child´s Play (1988) y Clownhouse (1989).
Pero no entiendo como esta película quedó un poco olvidada.
Porque es un claro ejemplo del género en sí con todos los ingredientes y además bien realizada sin caer el tópicos vulgares que a veces este tipo de hacer cine comporta.
Buenas actuaciones, guión aprobado, efectos muy buenos, su música más que correcta y sobretodo y sobretodo cierto aire Hitchcockniano que es de agradecer.
Nota alta y para mi un muy buen trabajo.
Critica The Prowler (1981).
Película de terror del subgénero Slasher del 81 que inicia con un noticiero que informa que miles de veteranos regresan a Estados Unidos en un barco británico, luego que su deber en la Segunda Guerra Mundial ha finalizado. La siguiente escena muestra una carta de 1944, en la cual una joven llamada Rosemary (Joy Glaccum) termina la relación con su novio que fue a la guerra, argumentando que ya no lo puede esperar más. La noche del 28 de junio de 1945, el pueblo de Avalon Bay celebra un baile de graduación. Entre los asistentes está Rosemary, quien va a un lago cercano junto a su nuevo novio Roy (Timothy Wahrer) para estar a solas. Mientras están besándose, los jóvenes son atacados y asesinados por alguien vestido como soldado. El asesino abandona el lugar dejando una rosa roja en la mano de Rosemary. El 28 de junio de 1980, el pueblo vuelve a organizar un baile de graduación, lo que no se había hecho desde el crimen que había ocurrido 35 años atrás. La prohibición había sido orden del alcalde Chatham (Lawrence Tierney), quien era el padre de Rosemary. Pam MacDonald (Vicky Dawson), encargada de la organización del evento, va donde el comisario George Fraser (Farley Granger) para hablar del baile. En la estación de policía descubre que la tienda de un pueblo cercano fue robada, y los policías creen que el delincuente podría ir a Avalon Bay. El comisario le resta importancia al asunto y pone a cargo de la estación al oficial Mark London (Christopher Goutman), mientras él se va de pesca. Mientras Pam y sus amigas se alistan para el baile, un hombre vestido de soldado también se prepara.
Como ven es la misma temática de siempre de las películas de terror ochenteras, que trata sobre un asesino vestido de soldado que va matando a jóvenes estudiante en la fiesta de graduación del pueblo; Jóvenes, bailes, asesinatos, etc… pero a comparación de las demás cintas, esta se nota que tiene un buen presupuesto, ya que la factura de la película es impecable además de que la película es ágil y en ningún momento resulta aburrida o con escenas innecesarias.
Empecemos con los actores, la protagonista, Vicky Dawson, está muy bien en su papel de la heroína valiente que tendrá unos encuentros con el asesino, que a comparación de las demás movies de este género, ella tiene un encuentro desde el principio y no hasta el final como suele ocurrir, lo que hace que desde el inicio este en alerta y trate de indagar en el misterio de quien está detrás del traje. Christopher Goutman como oficial y enamorado del personaje de Vicky no me acabo de convencer tanto; los demás están bien; el traje del asesino me gustó mucho, muy imponente por lo que de verdad da miedo y si logra sacarte algunos sustos cuando aparece de frente en la escena ademas de que siempre que perpetua un asesinato, suele dejar una rosa en la mano de las victimas.
Los efectos especiales, son lo mejor de la película ya que fueron hechos por Tom Savini que era y es un master a la hora de mostrar las muertes ya que te lo muestra lo más gráfico, gore y realista posible y a pesar de fechas recientes, me sorprendieron de lo bien que están hechos y como el tiempo no pasa en ellos; la parte en que el asesino apuñala desde la punta de la cabeza hasta y el cuchillo sale hasta la parte baja de la garganta es impresionante, otra escena donde se está bañando una mujer en la piscina y luego es degollada con un cuchillo que cada vez se va metiendo en su cuello; también tenemos la muerte en la tina con la horquilla de granjero, mientras tenemos los gritos de la actriz, brutal, todas sin censuras y sin cortes y hasta que no muere la víctima, no sigue la película por lo cual te deja con ganas de ver más y cómo será el siguiente asesinato; como dato adicional Tom Savini era el que hacia los mejores efectos de las películas de terror y en varios firmes Slasher es donde más eran requeridos sus servicios; también como dato curioso, esta cinta sirvió a su director Joseph Zito para que dirigiera la excelente Friday The 13th Part IV: The Final Chapter junto de nuevo en los efectos con Tom Savini, la cual, a comparación de esta cinta, Friday The 13th… si tuvo recortes de censura.
Cuenta con un OST digno de Halloween o Friday The 13th, que eran lo mas de esa época en apartado de cintas de terror; te mantiene en suspenso durante toda la escena y en ocasiones la misma música pareciera indicarnos que está el asesino o algo a pasar y no pasa nada, genial forma de jugar con la mente de las personas mediante la música, algo parecido a lo que Jaws (1975) de Steven Spielberg nos enseñó con la música.
La fotografía es impecable, me recordó mucho en tanto a planos como escenas a aquella obra maestra y mi cinta favorita de terror Halloween (1978) de John Carpenter; hay veces somos la mirada del asesino y la cámara nos muestra como si nosotros estuviéramos observando a nuestra víctima, tenemos contrastes en la película como en la escena en la que están preparando las muchachas para la fiesta y el asesino se está preparando para matar.
En conclusión, una muy buena película que para la fecha en la que se hizo (1981) se atrevió a mostrar mucho más que otras cintas del género que solo sugerían en vez de enseñar, sin contar que a pesar de que la historia es de lo más simple, te mantiene pegado al asiento, por lo interesante de la trama y el misterio que siempre envuelve a este tipo de cintas de quien está detrás de esa mascara, de lo mejor que ha salido del genero Slasher que se saturo bastante por ahí de los 80’s. Súper recomendable.
Puntuación: 8/10.
Un más que interesante slasher con unas muertes bien ejecutadas en su sadismo y crueldad. La vestimenta del asesino le da aún incluso un toque más especial, en un film típico de adolescentes que se ven aniquilados poco a poco por el vengador de turno.
Y como suele ser habitual, todo tiene su origen en un suceso del pasado.
Buena tensión, film ochentero que un seguidor no puede dejar pasar ya que está bien montado y no tiene fallos muy evidentes que la desvirtúen.
Me gusto mucho este slasher de los 80, me ponía nervioso por el suspenso en varias escenas, entretenido... los efectos muy bien realizados, agregándole un poco de acción en la lucha contra el asesino, no hubo tanto gore como en otros tipos de films, las pocas muertes que hubo durante la película fueron muy bien hechas.
Un muy buen slasher.
8/10
Slasher corrientito que destaca por sus geniales fx, y mas aun en aquella epoca (Tom Savini es un genio, siempre lo diré) con unas muertes muy explicitas, que por momentos incluso son mejores que la mayoria de la saga Viernes 13 en cuanto a detalle.
Por lo demas, una historia sencillota pero que da el pego para una peli asi, no se le puede pedir mucho tampoco.Eso si , el desenlace es algo previsible pero algun que otro se llevará una sorpresita.
Ochentero a mas no poder. ¨The Prowler¨ esta ubicado como uno de los clasicos dentro de ese subgenero sangriento que tanto nos gusta. Y bien merecido, ya que sangre no le falta, muertes visualmente geniales con efectos muy buenos para la epoca. Un asesino despiadado, sanguinario y cegado por la ira al recibir una carta (de esas que nadie quiere recibir) de su novia.
Hasta ahi todo muy lindo... pero al agumento se vuelve confuso, no se termina de entender bien porque sigue ocurriendo lo mismo 30 años despues. Imagino que cada uno sacara sus conclusiones, pero deberia haber quedado mas claro antes de terminar. Ademas, esa escena final (la de la ducha) me dejo asi 0_o. Que fue eso??... para mi totalmente de mas.
Volviendo al tema del desarrollo, hay que decir que se hace bastante entretenido, con escenas de suspenso acompañado de aceptables actuaciones. El traje del asesino, sin bien es original, no me gusto del todo. El toque de la rosa si quedo bastante bien.
Buen slasher, recomendable para los seguidores.
Buen slasher yo lo pondría como un clásico de este subgenero y el argumento es inovador pero con las características que un slasher deve tener pero definitivamente las muertes son lo mejor tom savini es un genio en los fx y gran parte del éxito de varias películas se lo deven a el película recomendable para aquellos todos los amantes de este subgénero.
Joseph Zito, realizador del film, quien posteriormente acabaría ¨terminando¨ una éxitosa saga del género Slasher como fue ¨Viernes 13, 4ª Parte¨, para después convertirse en el padre de la mítica ¨Desaparecido en Combate¨, realizó aquí un más que correcto trabajo cinematográfico con una gran historia.
Dentro de lo que cabe, el argumento en comparación con otras obras del género de la misma época, que no suelen hacer demasiado hincapié en los motivos que impulsan al psicokiller a cometer sus barbaries, aquí sí podemos conocer algo más de esos motivos.
En esté caso, un soldado estadounidense que combatiendo en la 2ª guerra mundial, recibe una carta de su novia quien le dice que no puede esperarle.
Visto lo ocurrido en la guerra, regresa a casa con sus compañeros. Rosemary, su novia, ahora con otro pretendiente, celebra un baile de graduación y es asesinada por su ex-novio.
La historia principal y el comienzo de la masacre es ese. El pueblo en calma tras la muerte de Rosemary y su nuevo novio, el padre de ella totalmente traumatizado por lo ocurrido y pasan los años hasta que llegan los ochenta, y de nuevo se celebra otro baile de graduación, aunque el pueblo consternado se opone.
Un psicópata comienza la masacre lejos del pueblo, las autoridades alertadas y los jóvenes divirtiéndose ignorando lo que les espera.
Aquí tenemos un asesino al que bien podrían haber explotado como una saga, que al igual que Harry Warden de la película ¨San Valentín Sangriento¨, se quedaron en la nada pese a una caracterización increíble, con sus trajes como distintivos o marcas de la casa.
En el caso del psicokiller que hace protagonismo en está película, vemos a un hombre vestido con un uniforme de soldado de la 2ª guerra mundial, empuñando varias armas, con su rostro cubierto y un casco.
Por lo cual, yo creo que esta película merece un remake que la haga recordar, pues es de esos slashers que gusta ver por lo divertidos que son, además de mostrar muertes realmente más espectaculares que las vistas en sagas exitosas del género.
Una buena colaboración de Tom Savini en los efectos de maquillaje, que realmente son fabulosos a la hora de los crímenes.
La muerte de la muchacha en la ducha es asombrosa y cruel, aunque la de la otra muchacha en la piscina no tiene nada que envidiarle.
Curioso además, el caso de ponerles a cada chica muerta una rosa en la mano. Me gustó ese toque, algo que hace a esté psicokiller algo más personal.
En otros casos, como ocurrió con ¨Siete Mujeres Atrapadas¨, slasher que vi hace relativamente poco. Allí destacaba por encima de todo, su banda sonora, aquí por el contrario, no es la banda sonora, sino el ritmo de suspense.
El desarrollo a veces se alarga un poco debido a escenas que sobran, pero en cuanto a suspense se refiere es continúo, incluso en las escenas que se alargan, pese a que termina siendo un suspense agobiante.
Por desgracia, los asesinatos son casi seguidos y aunque hay varios, en la parte final. Sobre los últimos 30 minutos, son cuando esas escenas llegan.
Desde que comienzan a buscar al Mayor en su casa, momento que es bastante eterno, a cuando el agente de policía llama al hotel donde se registra el sheriff, que es aún más pesada esa secuencia.
Lo bueno, en la parte de la conclusión es la persecución del psicokiller tras Pam. Típica secuencia, pero con un ritmo brutal.
En fin, las actuaciones en este caso no las he visto sobreactuadas, me gustó mucho Vicky Dawson, la protagonista y en menor medida pero correcto, Christopher Goutman.
Dos caras conocidas como Lawrence Tierney, muy común en películas de terror y Farley Granger, un conocido actor de cine negro en los años 40-50, que ha muerto recientemente. (R.I.P)
Película aconsejable, un slasher clásico que debería ser mínimo visto una vez.
La película es entretenida, aunque no deja de ser un típico slasher ochentero. Sin embargo a raíz de las muertes puede distanciarse quizás un poco de otros slasher de la época. Por otro lado el guión es desastrozo, es una historia muy pero muy mal narrada, al punto tal que no quedó claro porque el asesino mata. Sinceramente creo que por eso solo logra entretener, pero el nivel argumentativo de esta historia, francamente creo yo deja mucho que desear.
Debería incluso poner menos puntaje, ya que lo fundamental en el cine es un buen guión, del cual carece. Sin embargo me gustan los slasher y creo que por lo menos cumple su función dentro del género.
Muy buen slasher en cuanto a muertes, me lo he pasado pipa aunque bien es cierto que tiene unos fallos de guión tremendos...
¨The prowler¨ (El merodeador) titulada en España ¨El asesino de Rosemary¨ podría considerarse un slasher mas de los años 80, con la diferencia de que no se censuro ninguna de sus muertes como pasaba con otras películas de esta índole en aquella época.
Nos narra una historia en la que un soldado anónimo combatiente en la II Guerra Mundial recibe una carta de una chica llamada Rosemary que literalmente le deja por que están demasiado lejos y ella quiere continuar con su vida. Pero el soldado no va a permitir que Rosemary se valla de rositas así como así...
Hasta ahí puedo contar sin despellejar nada, si bien la película se molesta en plasmarnos una historia atractiva no la profundiza en nada y deja todo a expensas del espectador sin contar absolutamente ningun detalle con numerosos fallos de guión. Incluso se llega a hacer bastante previsible el desarrollo y el final del film...
Una verdadera pena, por que se come una buena tacada de puntos solo por no saber explicar el ¨¿como?¨ ni el ¨¿por que?¨.
La nota que le doy no refleja fielmente mi verdadera opinión hacia esta película, pero le bajo puntuacion por esos fallos tan garrafales dentro del guión y por no explicar casi nada sobre la historia que cuenta.
Lo mejor: El carismático asesino y las muertes que comete. Puro expectáculo para tus ojos.
Lo peor: Guión nefasto, uno de los peores que he llegado a ver.
Críticas: 64
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mahotsukai
8
Reivindicable slasher de a inicios de los 80, dirigido por Joseph Zito (“Friday The 13th: The Final Chapter”, 1984).
28 de junio de 1980. Las autoridades del pequeño pueblo de Avalon Bay autorizan la realización del baile de graduación de ese año, tras un doble asesinato cometido hace casi 30 años. Sin embargo, un merodeador pondrá en alerta a los jóvenes del pueblo.
Tras el inesperado y gran éxito de “Friday The 13th” (1980) de Sean S. Cunningham, surgió inmediatamente un vendaval de películas tratando de imitarla, algunos no lo consiguieron, otras pasaron sin pena ni gloria, mientras que otras lograron dar con la fórmula y obtener rentabilidad, pero esencial y posteriormente cierta valoración y catalogación de películas de culto. De esta forma, concretamente entre 1980 y 1981, vale destacar films como “Maniac” (1980) de William Lustig, “Prom Night” (1980) de Paul Lynch, “Fade to Black” (1980) de Vernon Zimmerman, “Halloween II” (1981) de Rick Rosenthal, “Friday The 13th Part II“ (1981), “Funhouse” (1981) de Tobe Hopper, “My Bloody Valentine” (1981) de George Mihalka y, por supuesto, “The Prowler” (1981) de Joseph Zito, película que hoy nos convoca. De hecho, no son pocos los críticos e historiadores del cine que advierten varias similitudes en cuanto a guión, atmósfera y factura precisamente con la película de Mihalka. No obstante, hay que precisar que es difícil establecer plagio en este caso, ya que “The Prowler” (1981) fue concebida y estrenada antes que “My Bloody Valentine” (1981).
La idea original de “The Prowler”, que también se le conoce con el título alternativo de “Rosemary’s Killer” (1981), provino del productor David Streit (“Species”, 1995), quien encargó a los guionistas Glenn Leopold (“The Smurfs”, 1981-1989), y Neal Barbera (“Tom & Jerry Kids Show”, 1990-1994), este último hijo de uno de los reconocidos creadores de los estudios de animación Hanna-Barbera, la redacción del guión de una película slasher, lo que constituye una paradoja teniendo en cuenta que tanto el primero como el segundo provenían del mundo de la animación infantil. Si bien el film cuenta con todos los estereotipos del género, como debe ser, es destacable la inclusión y tratamiento de ciertos temas interesantes, que muchos slasher obvian en pos de una historia más liviana, dinámica y digerible. Así, indudablemente, el principal aliciente del film es la elección de un veterano de la II Guerra Mundial como asesino serial. Por aquel entonces, a fines de los 70 e inicios de los 80, los veteranos de guerra, ya sea del aludido conflicto mundial como la Guerra de Vietnam, continuaban siendo objeto de admiración y respeto por la sociedad y paradójicamente seguían sin encajar y sin el reconocimiento socioeconómico correspondiente como veríamos, por ejemplo, en “Taxi Driver” (1976) de Martin Scorsese, “The Deer Hunter” (1978) de Michael Cimino, “Coming home” (1978) de Hal Ashby y luego “First Blood” (1982) de Ted Kotcheff.
En “The Prowler” (1981), obviamente desde una perspectiva menos fina y más burda, también se aborda las consecuencias de desatender a soldados con serios problemas psicológicos que cargan con una ira, frustración o trauma que resultan claves para la comisión de asesinatos en serie. Aparentemente, el móvil del trauma del asesino se remite solamente al cansancio en la espera y abandono del que es objeto por parte la que era su novia mientras él se mantenía en el frente de batalla, pero es posible advertir una temática un poco más compleja en la trama al respecto. En el guión se le da fuerza al argumento a la frustración del asesino por el término unilateral de la relación sentimental, pero en muchos casos reales se trató de una pérdida total e irrecuperable de la vida que los soldados sacrificaron en el frente para satisfacer los intereses belicistas y políticos de sus gobernantes. Hablamos de una familia, de una carrera profesional, de un emprendimiento o de parte (literalmente) de sí mismos con mutilaciones físicas, emocionales y psicológicas. En cualquier caso, este asesino traumado tiene todas las excusas y la oportunidad para vengarse de los culpables o de sus sustitutos simbólicos, que no es más que la misma sociedad estadounidense.
Lo que nos lleva a la configuración del asesino, es decir, lo más interesante y destacable del film. Siempre he afirmado que es el asesino en serie el verdadero protagonista y el personaje más complejo de todos en el slasher (el resto suelen ser insípidos o desechables). Por tanto, he de decir que a pesar de que la vestimenta de soldado y su equipamiento (para) militar es eficiente pero no icónica y de no tener una continuidad ni trascendencia fílmica como otros villanos que dieron paso a franquicias (Michael Myers, Jason Voorhees, Freddy Krueger o Leatherface, entre otros), el asesino militar se las arregla para dejar huella en la retina del espectador, especialmente por su brutalísima forma de ejecutar a sus víctimas. Gracias al inigualable talento del legendario Tom Savini, quien se encontraba en el zenit de su talento en ese momento, tenemos memorables escenas de gore como empalamientos, apuñalamientos, degollamientos con horquetas, espadines y bayonetas, explosiones de cabezas, incluso. Otro punto memorable del asesino es que, gracias al color de su atuendo, merodea y se mimetiza notablemente en las escenas nocturnas para acechar y asesinar a sus víctimas, lo que lo convierten en un asesino más impredecible por momentos de lo que llegaría a ser Jason Voorhees, por ejemplo. Lo único cuestionable al respecto es que, tratando de ofrecer más alternativas sospechosas de posibles asesinos, Zito pierde el ritmo, por ejemplo, en las dos secuencias en la mansión del mayor Chatham, padre de Rosemary.
“The Prowler” (1981) tiene una lograda atmósfera brumosa y surrealista para ser un slasher, gracias al competente trabajo en fotografía de João Fernandes, en su segunda película convencional luego de dedicarse inicialmente al cine porno. El director Joseph Zito inicialmente escogió Avalon, California para rodar (donde transcurre la trama, por cierto), sin embargo, finalmente se decantó por Cape May, Nueva Jersey, por “su aire a pueblo fantasma”, precisamente. El Inn at Cape May sirvió como edificio para las secuencias de baile mientras que el Emlen Physick Estate como la casona Chatham, donde ocurre el desenlace. Por último, se usaron las habitaciones del histórico Hotel Chalfonte como dormitorios de la hermandad en donde se hospedan los universitarios. La filmación duró seis semanas y se calcula que costó en total US$1 millón, de los cuales casi la mitad fue destinada al departamento de efectos especiales encabezado por Tom Savini y sus ayudantes. Como es de costumbre, fue el propio Savini quien grabó las secuencias gore con sus propias manos, convirtiéndose, por tanto, en “el merodeador” (“Prowler”, en inglés)
El film cuenta con un reparto relativamente competente a pesar de que algunos personajes no están bien construidos. En el encontramos a Vicky Dawson (“Breaking up”, 1978) como Pam MacDonald, Christopher Goutman (“Goodbye, New York”, 1985) como el subcomisario Mark London, Lawrence Tierney (“El honor de Prizzi” (1985) como el mayor Chatham, Farley Granger (“Something Creeping in The Dark”, 1971), como el sheriff George Fraser, Cindy Weintraub (“Humanoids from the Deep”, 1980)”, como Lisa, Lisa Dunsheath (“Eddie Macon“s Run”, 1983) como Jerez, David Sederholm (“The Hunt for Red October”, 1990) como Carl, Thom Bray (“Prince of Darkness”, 1987) como Ben, Joy Glaccum (“The Children”, 1980) como Francis Rosemary Chatham y John Seitz (“JFK”, 1991) como Pat Kingsley.
Richard Einhorn (“Don“t Go in the House”, 1979) fue el encargado de componer la banda sonora del film. Si bien es notoria la evidente influencia de Harry Manfredini, mítico compositor del score de la franquicia “Friday The 13th” (1980-1993) y hasta antes de “The Prowler” (1981) su trabajo era esencialmente con sonidos electrónicos, fue precisamente con este film donde comenzó a experimentar con electrónica más compleja y la incorporación de pistas orquestales con cuerdas, vientos y metales. Montado y masterizado para CD en 2019 por Ian Zapczynski a partir de cintas maestras de 15 ips, la partitura completa consta de 35 pistas. Señalar que cada una de las suites es tan larga que ocupa una cara completa de un disco de 12“ (a 45 RPM), por lo que trae doble LP. Además, está impreso en un vinilo verde militar de 180 gramos con salpicaduras rojas.
La película fue estrenada el 26 de junio de 1981 y no alcanzó a recaudar el millón de dólares que supuestamente costó, a pesar de que los productores informaron US$500 mil como presupuesto oficial. “The Prowler” (1981) fue distribuida de forma independiente por Sandhurst Releasing Corporation. Como ya adelanté, en algunos países como Australia y el Reino Unido, la película se estrenó con el título alternativo de “Rosemary“s Killer” en una versión bastante censurada, que eliminó prácticamente todos los primeros planos gore de Savini. Un dato curioso es que la versión alemana no sólo eliminó todas las secuencias sangrientas, sino también la identidad del asesino y la banda sonora reemplazada con sonidos de pájaros para las escenas diurnas, sonidos de grillos para las escenas nocturnas y la partitura de Richard Einhorn con música de sintetizador de un músico no acreditado.
Con el tiempo la película ganaría cierto estatus de película de culto.la revista Complex la posicionó como la 24ª mejor película de terror de todos los tiempos en 2017, la revista Paste la incluyó entre las 50 mejores películas slasher de todos los tiempos en 2018 y LA Weekly clasificó al asesino de la película como el 11º mejor villano slasher de todos los tiempos.
En resumen, un infravalorado y reivindicable slasher de la época dorada del subgénero, que además de contener con todos los elementos indispensables también hace su propia propuesta, con una lograda atmósfera surrealista y unos efectos especiales realmente brutales.
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