Muy buen slasher de 1987 con ese aire italiano que deja un gran sabor de boca. Las actuaciones estan correctas y el escenario impecable, tiene sangre, buenas muertes y un asesino muy bien caracterizado. Es predecible pero no por eso menos grata. Recomendada.
Parece otra más del estilo realizador de aquella época y un título no demasiado conocido y en muchos aspectos muy superior a otras propuestas similares, con personalidad y bastante original a pesar de ser previsible. Supongo que integrar un escenario teatral le da ese componente diferencial, y el retrato del asesino no es típico, al menos está hasta cierto punto bien pensado.
No digo que sea una maravilla pero es muy aceptable y si te gusta este estilo de películas aconsejable, se quedó bastante olvidada a mi juicio.
Me lo pasé bien y la recomiendo a demás las escenas están bien ejecutadas y obviando alguna interpretación en lineas generales como dije, mucho más que correcta.
Un giallo que no es un giallo ya que rompe una regla basica al mostrarnos la identidad del asesino,por lo tanto se transforma en un mero slasher.
Buenas muertes,buena ambientacion y un lugar sofocante como es ese teatro cerrado.
No esta mal pero a mi juicio le resta suspenso saber quien es el asesino antes de tiempo(por cierto,como aguanta el tio)
Aceptable ópera primera de Michael Soavi (“La Chiesa”, 1989; “Dellamorte Dellamore”, 1994), uno de los últimos directores interesantes en el ocaso del fantástico italiano a inicios de los 90s.
Un psicópata escapa de una institucional mental y se infiltra en un teatro en donde un grupo de actores independientes ensayan para el estreno de su obra, asesinando en primera instancia a la modista. Utilizando descaradamente la publicidad del asesinato, el director teatral ordena que el grupo se encierre para un último ensayo, sin embargo, no contará con que el asesino prosiga su carnicería hasta la madrugada.
Hacia la segunda mitad de la década de los 80s, el cine de asesinos seriales vivía un presente paradójico con sus principales pilares, el giallo y el slasher. El primero ya estaba en decadencia casi absoluta en Italia y trataba de resurgir entre el cine más casposo de zombies y caníbales, a pesar de algunos coletazos de Dario Argento con “Phenomena” (1985) y “Terror en la Ópera” (1987) tras el que es considerado el “último gran giallo”, “Tenebrae” (1982). Por su parte, el slasher mostraba cierto desgaste aunque ello pasara inadvertido entre la gran cantidad de secuelas que formarían sagas completas (“Viernes 13”, 1980-2001; “Pesadilla en la Calle Elm”, 1984- 1994) de calidad irregular y descendente.
Es en este contexto en que aparece el joven Michael Soavi, admirador confeso del maestro Dario Argento con el que trabajaría precisamente en “Tenebrae” (1982), “Phenomena” (1985) y “Terror en la Ópera” (1987), además de su experiencia actoral con otros destacables directores italianos del género como Lucio Fulci (“Paura bella città dei morti viventi” (1980) y Lamberto Bava (“La casa con la scala nel buio”, 1982; “Demoni”, 1985). Soavi, en un claro ejercicio de reconocimiento a sus mentores y en un intento por refrescar ambos moribundos subgéneros, filmará su primera película realizando una fusión de ambos que rescatará sus puntos elementales, aunque con un predominio evidente del slasher en términos narrativos por sobre conceptos visuales giallescos.
Sin embargo, vale la pena detenerse en la presencia de Aristide Massaccesi, mejor conocido como Joe D’Amato, leyenda del explotation italiano más casposo, quien oficia de productor del film. Soavi había trabajado estrechamente también con él en films como el sof-porno “Caligula, the untold story” (1982) y la casposa copia de Conan el bárbaro, “Ator, l’invincible” (1983) por lo que no sería extraño que fuese primero D’Amato quien apadrinara a Soavi, más cuando el guión de “Aquarius” fuese escrito por el legendario protagonista del clásico de culto cutre “Anthropophagus” (1980) Luigi Montefiori, mejor conocido como George Eastman.
El guión de Eastman tomará, entonces, elementos típicos de giallo y slasher, aunque inevitablemente termine por reinar la esencia de este último, aún popular, y que se ajustaba más al perfil del asesino que Soavi quería tener de protagonista. Un asesino mudo e imparable, vestido con una emblemática cabeza de búho y que recurrirá a dos de las armas más emblemáticas del subgénero para ir cargándose a todos los jovencitos de turno: hacha y motosierra. Además, el guión tiene a la heroína de turno que a costa de inteligencia y un espíritu primigenio de supervivencia sobrevive a sus compañeros para enfrentarse finalmente con el asesino, aparentemente invulnerable e inmortal, en el epílogo. Probablemente un elemento que no es del todo parte de la clásica estructura de slasher, y que lo acercará al giallo es que no todos los jóvenes parecen merecer terminar en manos del asesino, como el slasher de costumbre proponía, presentando jóvenes estúpidos sedientos de excesos y sexo, y que en este caso también expone personajes que terminan asesinados por estar más bien en el momento y lugar equivocados.
No obstante, Soavi, como ya señalé, introducirá nostálgicamente elementos giallescos a la trama y a la película misma, como el misterio detrás de la verdadera identidad del asesino y principalmente escenas en la que expone esa premicia tan identificadora del giallo, la enferma perspectiva del asesino de hacer del arte de matar un arte. Probablemente, las escenas más contundentes de ello son, primero, en la que asesina a Betty, la modista y encargada de vestuario de la obra de teatro, en la que la cámara enfoca casi obsesivamente la copiosa lluvia caer en la tierra formando el lodo, en doble una metáfora, con la lluvia cómplice que silencia el grito de agonía y sobre cómo al morir se regresa a ser polvo; y la segunda, evidentemente mucho más poética y surrealista con el asesino sentado en el escenario rodeado de todos los cadáveres de sus víctimas y una irreal “lluvia de plumas”, todo ello con un acertado trabajo de fotografía azul de Renato Tafuri (“La Chiesa”, 1989).
Si bien lanza algunas líneas narrativas sobre el hambre y obsesión del éxito, en especial en el personaje de su director Peter, el guión pudo haberse aventurado más incluso, tomando incluso una esencia de crítica social al mundo farundulero, pero siempre desde el anonimato que supone los comienzos difíciles de los actores independientes. No hay mucha profundidad en los personajes, como señalaré más adelante, por lo tanto es complicado que el espectador sienta empatía realmente por los personajes, a los que no alcanza a dimensionar.
La “impersonalidad” de los personajes secundarios es otro rasgo típico del giallo, víctimas circunstanciales, y ello va ligado además a la violencia del film, graficado en la efectividad del asesino al que sólo se le escapa la heroína protagónica Alicia. Ciertamente, las muertes no son para nada originales, pero hay algunas bastante brutales como el asesinato de Mark con un taladro a través de la puerta; el ataque y asesinato de Sybil la actriz embarazada a la que el asesino corta por la mitad con una motosierra; y el asesinato del morboso y demente director Peter, a quien el asesino ataca con la sierra para luego decapitarlo con un hacha. Y aquí es preciso señalar que aunque los efectos especiales son precarios, Soavi tiene el mérito de proponer una masacre con todas las de la ley, aunque no sea con la fineza visual de Dario Argento, evidentemente.
Como era de esperarse, las actuaciones son planas y malas derechamente, destacando sólo David Brandon (“Ator, L’invincible Orion”, 1984; “Le foto di Gioia”, 1987) que interpreta al demente y ególotra Peter, director del grupo de teatro; y la bella Bárbara Cupisti (“Terror en la Ópera”, 1987; “La Chiesa”, 1989; “Dellamorte, dellaamore”; 1994), que encarna a Alicia, la chica que sobrevive a la carnicería, y que demuestra tener la sangre fría para enfrentarse al asesino. Comentar que también encontraremos a Giovanni Lombardo Radice, como siempre superactuado, esta vez como el hipergay Brett, pero reconocible como uno de los secundarios del explotation italiano más recurrentes (“Paura della città dei morti viventi”, 1980; “Cannibal Ferox”, 1981).
Un aspecto que también le juega a favor al film, y que fue considerado por Soavi como elemento fundamental es la música. El encargado de ambientar el film fue el siempre efectivo Simon Boswell, colaborador habitual de Dario Argento y Lamberto Bava (“Phenomena”, 1985”, “Demoni 2”, 1987) con un estilo muy similar al progresivo oscuro de Goblins, en donde destacan teclados y guitarras principalmente.
En resumen, un correcto debut de Michael Soavi como director, con más ciertos que errores, que homenajea a dos grandes subgéneros de terror como el giallo y el slasher ya en decadencia, pero que supuso un breve resurgimiento del slasher italiano (no podría llamarlo “giallo”) y que animaría a otros, como Lamberto Bava (Le foto di Giogia”, 1987) a insistir. La evalúo con un 7.5.
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Slasher de los ochenta bastante superior a la media de este tipo de pelis especialmente gracias a ese toque italiano.
Hay varios aciertos como la localización donde sucede todo,tanto en el escenario como entre bambalinas,también hay que destacar la mascara de búho del asesino que funciona perfectamente en el contexto de la película y por ultimo las muertes que me han parecido todas buenas especialmente la que sucede en el escenario con todos delante.
Una pena que los ultimos minutos cuando parece que todo ha acabado desentonen un poco con lo visto antes.
Muuuy decente Slasher italiano que cuenta como un grupo de de actores quedan atrapados en un teatro con un asesino. Más que decente eh visto muchísimos slashers y este tiene un encanto único. Los personajes no son tan idiotas y usan su imaginación. Buenas muertes algunas un poco Gore y buena dirección tal vez hubiera sido mejor que durara un poquito menos pero está bien. El final es decente la recomiendo a los amantes del Slasher y a quienes quieran adentrarse más a estén género está es una buena propuesta. El asesino tiene su encanto. Espero la disfruten como yo.
Interesante slasher ochentero, yo como fan de las peliculas de terror de los dorados años 80s la disfrute mucho, concuerdo que es media lenta, pero muy efectiva, tanto en la historia como en las clasicas muertes slasher ochenteras, y si... demas esta decir que la mascara del asesino es lamentable, de todas maneras es una buena peli ochentera que no ha pasado a la historia pero se puede apreciar una vez, un 6.
Esta es una de las pocas pelis italianas estilo giallo que me gustan, sinceramente, de este tipo de cine se salvan unas cuantas nada mas, entre elllas está esta peli que nos ocupa y que tiene un asesino enmascarado bastante cabroncete y con una máscara original.
Muy chulo el tema de los actores interpretando una obra y que van siendo asesinados uno a uno, aunque en este caso se sabe desde el principio quién es el asesino, los actores muy correctos, suspense bien llevado, las muertes muy curradas y con mucha sangre, la ambientación, música, efectos, etc... geniales.
Una cinta que no defrauda y que se disfruta maravillosamente.
lo cierto es que, el unico subgenero de terror en el cual aun no me he topado con al menos, una pelicula, no ya que me guste, si no que me resulte, al menos, entretenida, es el slasher. y despues de ver aquarion, la cosa no a cambiado.
no puedo negar que me ha resultado simpatica, ya que esteticamente esta currada y las muertes molan, ademas la indumentaria del asesino es original. pero por lo demas no deja de ser lo mismo de siempre. creo que el slasher esta muy estancado y llevan como cuarenta años igual.
en fin, que esta es solo mi ignorante opinion.
Al principio promete ser un buen giallo, pero enseguida deriva hacia el slasher puro y duro. Italiana, pero de lo más americana. No obstante, a pesar de que adolece de los tópicos ya clásicos en este tipo de cine (protagonismo de gente joven o adolescentes), es una buena y distinta propuesta dentro de su subgénero, a pesar de que la trama es también tópica. Ritmo endiablado e in crescendo, actuaciones más que correctas, ambientación alucinante.
AQUARIUS
La acabo de ver y he quedado bastante satisfecho.Al principio he pensado que iba a tirar por derroteros experimentalistas(cosas mías)pero rapidamente ha cogido el camino slasheriano.Según iban pasando los minutos iba acrecentando la tensión,el mal rollo y el miedo.Los asesinatos tienen su toque gore,amputación de brazo,destornilladores eléctricos...bien.Destaco la música que acompaña a lo largo del metraje que ameniza aún más si cabe la película.Típico sonido 80´s y notas de tensión en los momentos cruciales.Los actores correctuchos,en este tipo de películas mucho no pueden dar de sí,pero si he de destacar a dos serían a John Morghen(Muy buen trabajo en-Trampa para un violador-) y a David Brandon interpretando al director de teatro que utiliza el sensacionalismo para que acuda más peña a ver su trabajo(Ojo al dato!Buena muetra de los nulos escrúpulos que tiene la humanidad).Destacar también el final que queda abierto y me ha sorprendido para bien.
Una película entretenida y bastante amena.
Crítica de Stage Fright: Aquarius/Deliria (1987)
Película Italiana Slasher con toque de cine Giallo que va de un grupo de teatro que se encuentran en ensayos para una nueva obra pronta a estrenarse que por lo poco que sabemos, va de un asesino en serie que se encarga de matar prostitutas, los ensayos son extremos por lo que el director de la puesta en escena, decide encerrarlos a todos en el teatro y darle a alguien a esconder la llave, ya que la misma podría ser el éxito o fracaso de su carrera por lo que quiere que todo salga perfecto pero no contaban que alguien logra infiltrarse en los ensayos y empieza a asesinar de uno a uno a nuestros protagonistas sin que estos puedan hacer nada para escapar.
Bueno esta película es un clásico para los amantes del Slasher y yo pensé lo mismo ya que tenemos una película Italiana, con toque Giallo, Slasher, hecha en los 80’s, y esa música con saxo me sonaba completamente deliciosa, desgraciadamente no me gusto, de hecho me aburrió soberanamente.
La historia es más de lo mismo, se quedan atrapados sin poder salir, en esta ocasión, es en un teatro, y aquí empezamos con las incoherencias, le dan a alguien la llave para que guarde y que no le comenta a nadie donde se encuentra, luego es de las primeras víctimas y como esta guardo la llave pues están atrapados, para hacerlo más absurdo, haya una patrulla precisamente afuera que está custodiando el teatro, ya que día antes se llevó la masacre y no encontraron al asesino y aun así con esto, deciden volver al mismo lugar para ensayar en una noche lluviosa, encerrarse para que nadie pueda salir y practicar como si nada hubiera ocurrido; luego tenemos que cuando están siendo perseguidos deciden juntarse (que son como 6 personas) para hacerles frente al asesino por aquello de que la unión hace la fuerza y que ocurre que un mísero asesino se carga a todo el grupo, a pesar de que estos permanecen unidos, inclusive cuando se están cargando a uno por sostener la puerta, en vez de ayudar las mujeres solo se ponen a gritar como locas sin hacer nada.
La música solo la de los ensayos (en especial la de los primeros minutos con el saxo) me gusto porque ese tema electrónico que ponen cuando sale el asesino, se oye muy barato y le quita seriedad a la cinta, además de que pareciera una burla con esos coros fantasmales que tiene un tema. La película tiene un tono artístico/alternativo que no me convenció del todo y no sé si en vez de ayudar a la cinta, la acaba perjudicando.
He de decir que la protagonista me gustó mucho, su cara tiene ese toque de humildad y si le crees por sus gestos y actuación que está pasando por un mal momento económicamente y que necesita el trabajo para poder pagar sus gastos como su apartamento. El que hace de director de la obra, si el propósito del director de la película era que odiaras al personaje, logra conseguirlo porque no se logra la empatía con el público y eso hace que desees que sea el primero en caer en manos del asesino, había una subtrama por haya con una de las protagonistas que está embarazada y pensaba a abortar de nuevo que me gusto y que si la hubieran desarrollado más como hicieron con uno de los personajes en Prom Night 2, hubiera sido más trágica la hora de su muerte. El asesino con esa cabeza de búho no causa ningún miedo y se ve más artístico y creo que esa era la forma que quería el director en que se viera más que alguien sanguinario. Las muertes son de lo más destacables ya que están super gores y hay varias memorables (claro si vez la versión uncut).
En conclusión, la película me aburrió soberanamente, tiene sus cosas buenas más que nada en el apartado técnico, pero no me logro convencer como otras cintas de la época. Ni buena, ni mala.
Puntuación: 6/10.
slasher a la italiana de la mano de michalle soavi, la trama del tipico slasher pero con mas frescura en el subgenero,lamentablemente el asesino llego tarde a la reparticion de mascaras, ya que su mascara da mas risa que otra cosa.
pero fuera de ese mero detalle, la pelicula esta muy bien, ideal para los fans de los slashers ochenteros.
Buen slasher que se desmarca del montón por tener unas muertes bastante variadas y explícitas (dentro de lo que cabe, claro) y un asesino con una máscara genial, muy bien caracterizada, aparte que la localización del teatro le da una atmósfera especial a la película, y la mayor parte del desarrollo transcurre dentro, en plató y entre bastidores.
La música también me pareció de lo más adecuada.
Por contra, peca de ser un slasher de nulo argumento, mil veces visto, sin apostar por nada nuevo , ni un giro sorpresa siquiera y que de no ser por lo anteriormente dicho, no destacaría en absoluto.
Qué recuerdos de cuando no dejaban de emitirla en el Canal 18 de Vía Digital xD.
Clasico Slasher italiano!
Y un gran debut para Soavi.
La trama es muy simple: tan solo unos chicos que estan ensayando una obra de teatro comienzan a ser asesinados por un loco que se escapa, y se disfraza de un personaje de la obra.
No hay mucho gore, pero las muertes estan buenisimas. Mata con hachas, con motosierra, con un taladro, etc.
Entretenidisima de principio a fin. Generando un buen clima en ese teatro, que se te hace muy agobiante. Por que no salen!
Y el que mas le pone onda al film es el asesino: si no te cae simpatico sos un ortiva.
Recomendable para todo amante del slasher.
Un estupendo film de Soavi que acertó de lleno con la ambientación del teatro donde sucede la masacre y la música utilizada para mantener de lleno una tensión continua a medida que el psicópata va eliminando a sus victimas.
Unas muertes muy buenas casi todas ellas y una naturalidad en el horror que Soavi consiguió mostrar de manera muy llamativa con un final espléndido.
El film no tiene demasiados alardes pero el lugar escogido, los disfraces, las muertes sangrientas y la continua música chillona formaron una mezcla excepcional que hace las delicias de los aficionados al género. Da la sensación en todo momento de que se está interpretando una obra de horror dentro de otra obra. Tiene momentos realmente conseguidos y un desenlace absolutamente genial con todos los muertos interpretando una obra ficticia.
A fines de los años ochenta llega éste interesante Giallo, del cual ya habia leido un par de cosas, pero que en ese momento no me habia llamado mucho la atencion vaya a saber uno por que. Fue hasta hace unos dias que pude conseguirlo, dejandome, una vez visto, una buen sabor de boca... aunque tampoco maravillado.
La historia no es mas que la que nos podemos encontrar en cualquier Slasher de la época, con un psico que se escapa de donde estaba guardado y va a parar en un teatro, donde los actores son asechados uno por uno por éste.
Tambien destaco la curiosa imagen del mencionado asesino, con una máscara mas que llamativa, que roba a uno de los actores de la obra.
Contando con varios puntos a favor, como ser la tensión lograda gracias a la ambientación (encerrados en el teatro), o la violencia de nuestro amigo enmascarado, (y que gracias al director, nos permite ver, en varias de sus ¨obras¨, un gore mas que aceptable); tambien cuenta con cosas que le juegan en contra por supuesto, como lo son algunas actuaciones (cosa que no es tenida muy en cuenta por mi en este tipo de peliculas de todas formas), la musica, que no es mala, pero que a mi entender no es la adecuada para los momentos en lo que sale, cortando un poco el suspenso generado, y el final, que no convence, poco creible dejando muchas dudas al respecto.
De todas maneras es bastante disfrutable ese aire a la época, seguramente no dejara a ningun amante del genero decepcionado. No sera ninguna maravilla, pero se deja ver.
Uno de los Giallos más dinámicos, atmosféricos y logrados que he visto.
Soavi consiguió escenas poderosamente visuales y fascinantes para su debut cinematográfico como director en este entretenidísimo Giallo con un asesino con cabeza de lechuza que acabara con una compañía de teatro, llena de perdedores.
Muertes creativas, buena música, una genial puesta en escena y un final bastante curioso la hacen lo suficientemente interesante como para que los aficionados al género no deban perdérsela.
Entrenida película con actores poco conocidos y que transcurre en un teatro como único escenario en todo el rodaje. Los personajes son variopintos y en cuanto a los asesinatos, estan logrados y hay algunos curiosos y llamativos, ideal para los fanáticos de los trucos en cuanto a fx y demás. Aquarium es lo que se diría una película balanceada porque el nivel al empezar la cinta se mantiene, sin lograr tampoco ser un grandiosidad.
Críticas: 55
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ivankiller
8
Genial Slasher ochentero que no escasea ni en sangre ni en estilo.
Esta oferta italiana cumple con creces en crear a un asesino de aspecto original e imponente, en tener muertes gores y variadas, en ser entretenida y en tener escenas memorables e intensas por igual, sin mencionar lo peculiarmente artísticas que son las mismas.
Quizá sea lenta por momentos y los personajes, exceptuando un par, son poco mas que carne para el carnicero. Aun así Aquarius debe ser recordada como un ejemplo a seguir para el género.
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