- Esta película marca una de las pocas veces donde la gran modista Edith Head trabajó fuera de la Paramount, diseñando los vestidos de Marlene Dietrich .

- En la campaña de marketing de la película se hizo algo que hace tiempo que se venía realizando: implicar al espectador en el misterio rogando que no revelara el final a nadie. Pero aquí este truco publicitario alcanzó dimensiones épocas: cada empleado de los estudios de la Metro (MGM y UA colaboraron frecuentemente hasta su fusión) que participó en la peli tuvo que firmar sendos documentos en los que se comprometían a no revelar ni a sus allegados más próximos el final de la película. Incluso Isabel II y el Duque de Edimburgo tuvieron que prometer que no revelarían el final antes de un pase privado. Además se avisaba a los espectadores que no se revelara el final al iniciarse la película y al acabarse. Se dice que ni tan siquiera los intérpretes conocieron el final hasta que tuvieron que rodarlo.

- El decorado más complicado de realizar fue la sala de juicios; una reproducción exacta de la del Tribunal Criminal Central de Londres. Costó 75.000 $.

- Otro de los ganchos comerciales de la película es que la Dietrich mostraría una de sus afamadas piernas (¡A sus 56 años y aún iba rompiendo corazones!). No se escatimó en gastos: esa escena costó 90.000 $, gastados en su mayoría en unos pequeños pero impresionantes decorados de un una bombardeada Hamburgo, ya tan canallesca, bohemia y sucia como la que frecuentaron los Beatles . Además, se usaron 145 extras , 38 dobles de acción, dos Jeeps y un camión (ignoro si era de verdad o de atrezzo, solo se ve el culo del camión cargado de soldados).

- Marlene Dietrich estaba – y no era para menos – muy orgullosa de su interpretación en esta película. Tanto que se vio nominada al Oscar e incluso tenía preparada una presentación especial para su candidatura. El injusto hecho de no ser nominada hundió a la actriz alemana, que se marchó de EE.UU. poco después, y solo hizo tres películas más (y creo que solo una de ellas en Los Ángeles, las otras las rodó en Alemania, y una de ellas – Gigoló, con David Bowie - no era ni americana).

- Como he indicado en la crítica, Tyrone Power sucumbió a una angina de pecho en Madrid ese mismo 1957. Aún corre por ahí el negrísimo chiste de que no fue un una angina, sino un golpe de pecho que le dio su compañera de reparto, la hiperneumática Gina Lollobrigida, lo que lo mató.

- Charles Laughton no sabía si podía interpretar de manera adecuada el tener un ataque al corazón, así que un día, sin comerlo ni beberlo, simuló que tenía uno en la bañera de su casa. Elsa Lanchester y un invitado desconocido vieron la escena horrorizados, y al sacarlo del agua, Laughton dijo que estaba ensayando. No se sabe que le debió decir su esposa.

- Una O’Connor, que interpreta a Janet, la criada de la víctima, fue la única intérprete que repitió su papel de la obra en Broadway en la película.

- Los aspavientos que Laughton hace con el monóculo están basados en los que el abogado de Laughton y Dietrich, el britántico Florance Guedella hacía con el suyo para inquietar tanto a sus defendidos como a las partes de la acusación

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El personaje interpretado por la actriz Marlene Dietrich, la ex-cantante de cabaret Christine Helm, está basado en su personaje de su otrora película ¨Berlín Occidente¨, de Billy Wilder, 1948!!

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En los pases previos sus asistentes tuvieron que firmar unos papeles donde se podía leer los siguiente: ¨Juro solemnemente que no revelaré el final de Testigo de cargo¨.

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Hubo gente que creyó que ¨Testigo de cargo¨ era de Alfred Hitchcock, mientras que le atribuían ¨El proceso Paradine¨ (1947) a Billy Wilder.

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Obtuvo seis nominaciones a los Oscar, a la mejor película, al mejor director, al mejor actor principal (Charles Laughton), a la mejor actriz de reparto (Elsa Lanchester), al mejor sonido y al mejor montaje.

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