Bromas a parte esto es una ópera fílmica, sub-género del musical, y rediez qué bien hecha está! Hasta a mí me ha fascinado y odio la ópera. El binomio
Powell-Pressburger, acompañado por Alexander Korda vuelve a ofrecer una obra de arte que tiene más en común con ¨Fantasía¨ que con ¨Un americano en París¨.
Una fantasiosa puesta en escena se combina con las piruetas de la carismática Moria Shearer y un notable coro de tenores y sopranos en una peli donde el
aspecto técnico lo es casi todo (esto no tiene por qué ser bueno: mirad las críticas que les han llovido a las últimas de Transformers, por ejemplo, y por
el lado contrario la buena impresión general que ha dejado Avatar). Sets sofisticados, vestuario creativo, bella fotografía, música inmejorable (es de
Offenbach, uno de los grandes del XIX), FX decentes...
Las interpretaciones, al estilo exagerado de la ópera, chocan un tanto, pero no desmerecen. Repito que aquí lo importante es lo que se mueve detrás de las cá-
maras, pero las coreografías son bellas y los actores y actrices (doblados en su inmensa mayoría) parecen moverse bien en este extraño medio.
De todas maneras, en el mismo género, me gustó más Jesucristo Superstar y su onírica y minimalista puesta en escena (y la música es más próxima a mis gustos).
Vale, admito que lo de los tanques y los aviones persiguiendo a Judas Escariote fue uno de los momento más épicos del cine de principios de los 70, pero el
resto es más bien sencillito.
Ah, sí, una última cosa: avisaros que si sufrís coulrofobia (miedo a los payasos), os pegaréis algún que otro sustillo en el segmento de las marionetas. Yo más o menos he superado mi caso, pero algún pequeño sobresalto me he llevado, y eso que son caracterizaciones bastante bellas y hechas con gusto.
bigladiesman
8
I can¨t believe is not a musical!XD
Bromas a parte esto es una ópera fílmica, sub-género del musical, y rediez qué bien hecha está! Hasta a mí me ha fascinado y odio la ópera. El binomio
Powell-Pressburger, acompañado por Alexander Korda vuelve a ofrecer una obra de arte que tiene más en común con ¨Fantasía¨ que con ¨Un americano en París¨.
Una fantasiosa puesta en escena se combina con las piruetas de la carismática Moria Shearer y un notable coro de tenores y sopranos en una peli donde el
aspecto técnico lo es casi todo (esto no tiene por qué ser bueno: mirad las críticas que les han llovido a las últimas de Transformers, por ejemplo, y por
el lado contrario la buena impresión general que ha dejado Avatar). Sets sofisticados, vestuario creativo, bella fotografía, música inmejorable (es de
Offenbach, uno de los grandes del XIX), FX decentes...
Las interpretaciones, al estilo exagerado de la ópera, chocan un tanto, pero no desmerecen. Repito que aquí lo importante es lo que se mueve detrás de las cá-
maras, pero las coreografías son bellas y los actores y actrices (doblados en su inmensa mayoría) parecen moverse bien en este extraño medio.
De todas maneras, en el mismo género, me gustó más Jesucristo Superstar y su onírica y minimalista puesta en escena (y la música es más próxima a mis gustos).
Vale, admito que lo de los tanques y los aviones persiguiendo a Judas Escariote fue uno de los momento más épicos del cine de principios de los 70, pero el
resto es más bien sencillito.
Ah, sí, una última cosa: avisaros que si sufrís coulrofobia (miedo a los payasos), os pegaréis algún que otro sustillo en el segmento de las marionetas. Yo más o menos he superado mi caso, pero algún pequeño sobresalto me he llevado, y eso que son caracterizaciones bastante bellas y hechas con gusto.
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