Un gran castillo en mitad de la nada, un bosque donde los fantasmas se cruzan con maldiciones, una cripta desde donde los muertos se han levantado clamando venganza.
Es el misterio del barón Von Leppe y la extraña mujer que le atormenta, Ilsa, digno del mejor Allan Poe.
Y es que entre medias de la larga saga dedicada al autor, Roger Corman aprovechó y dio vida a algunas obras que bien proseguían la herencia de su imaginería única; ¨El Terror¨ es sin duda la más representativa. También se puede considerar la quintaesencia de lo que significaba el ¨método Corman¨ en cuanto a creación de películas; en ese momento ha terminado la horrible versión de ¨El Cuervo¨, convertida en una fantasía de terror y humor, y el productor Samuel Arkoff se percata de que los decorados aún no han sido desmontados. En efecto, iban a ser reutilizados en un proyecto personal que sólo un cineasta ¨maverick¨, y muy descarado, podría acometer.
La historia de la caótica filmación y la forma de armar las piezas resultantes es todo un asunto de análisis para los estudiantes de cine en cuestión de imaginación y economía más allá de límites presupuestarios. La cosa (sin profundizar mucho en ello) consistió en usar a Boris Karloff para unos días de rodaje sin ninguna historia concreta; más tarde el guión empezó a elaborarse pero Corman no se pudo encargar de la dirección por falta de dinero y las leyes sindicales cinematográficas...así que sus ayudantes le sustituyeron en los meses siguientes, cada uno realizando pequeñas porciones de metraje con sus propios gustos mientras el argumento iba mutando en cada una de ellas.
Todo un desafío tuvo que ser para Stuart OBrien el cuadrar en la sala de edición lo hecho mes tras mes por Francis F. Coppola, Jack Hill, Monte Hellman, Dennis Jakob e incluso el propio Jack Nicholson, a quien vemos aparecer en la historia como esos extraños viajeros que ocupan la saga de Poe, de cuyo mundo se hereda cada palmo, cada frase, cada plano y cada nota, y cualquiera afirmaría que parece encajar a la perfección según la enfermiza lógica ¨cormaniana¨. Si en ¨El Péndulo de la Muerte¨ un caballero inglés llegaba a la mansión de Nicolás Medina ahora un soldado francés (Andre) cruza las puertas del castillo de Von Leppe.
Se apoya en su llegada un misterio zurcido en las incógnitas de la muerte, en la presencia etérea e inquietante de una joven que ya hemos conocido entre cuevas de acantilados y bosques ahogados en neblina espesa. Ella (Sandra Knight, esposa de Nicholson) es otro espectro atrapado en la clásica tragedia romántica ¨poeniana¨; mientras, una anciana en el bosque acrecienta la sensación de amenaza y Karloff reemplaza a Vincent Price en su rol de noble aislado y afectado por un enorme pesar que pudre su espíritu entre paredes donde se respira el hedor de la muerte a cada segundo. Gótico puro, de pasadizos, sombras y secretos enterrados en las mazmorras en la tradición de Ann Radcliffe.
Antes fueron Madeline y Elizabeth, ahora es Ilsa. Pero por culpa de ese guión intragable de Leo Gordon planea el desconcierto, y aún así pareciera un desconcierto de manual, propio de lo detectivesco clásico; los personajes, que es lo único que Karloff recuerda del rodaje, van de aquí para allá sin rumbo fijo en repetidas ocasiones, cruzando estancias intentado resolver un misterio sin resolución. Se sobrepasa la mitad de metraje y el protagonista, cada vez más seducido por la muchacha, carece de pistas ni ha averiguado realmente nada, y mientras el barón está cada vez más consumido por la culpa y las apariciones de su antigua amada...
No se sabe cómo pero el guión irá tomando cuerpo como un remedo de las maniobras de ¨El Péndulo¨, dando a la mujer un propósito y una manera de ser cerca de la maldad de las ¨femme fatale¨ (o más bien de la Elizabeth encarnada por Barbara Steele), si bien Matheson elaboró mejor el drama de Medina y las tragedias de infidelidad y crimen, aquí presentadas demasiado pronto (así el ritmo se estanca en el ecuador del film, ya que todo ha sido descubierto antes de tiempo...), pero una vez más Corman (y su troupe de directores suplentes) logran que las piezas conformen un puzzle interesante.
La mayor parte de culpa la tiene el estilo y la estética, tan deudora del gótico clásico y la Hammer ya explotados en el ciclo de Poe, esa imaginería fácil de capturar nuestra atención, colores vivos y estancias ricas en detalles, aunque sin presentar la sofisticación de dicho ciclo (y eso que la dirección artística vuelve a estar a cargo del genio Daniel Haller), y, por otro lado, el encantador absurdo del género que choca con el absurdo de la serie ¨B¨ y lo hace todo más digerible por audaz, arriesgado o simplemente descarado.
De hecho, para compensar el tedio al que es sometido el espectador en buena parte de la película, Corman y Jack Hill apostaron por una de esas piruetas mortales narrativas que tanto le gustaban al primero, derribando los clichés predecibles y la identidad de los personajes hasta transformar la historia en algo más complejo (y alocado), todo mezclándose en un clímax que dispara el puro espectáculo donde al típico fuego purificador ¨poeniano¨ lo reemplaza una gran inundación, cruzando varios elementos de violencia, brujería y posesión que acercan esto más a Lovecraft.
Si algo garantiza el director en su cine es el entretenimiento, y lo vuelve a lograr, pese a ser ¨un ejemplo de decisión precipitada¨, tal y como admitió Nicholson. Pero ahora en serio, ¿quién diría que este sorprendente cuento de amor, niebla, espectros, catacumbas, maldiciones y venganza se compuso a base de pedazos mal planificados?
Que un desastre en su proceso de realización pueda ser finalizado de una forma tan aceptable para el fan sólo lo logra un maestro (en este caso con ayuda, claro). De estar vivo Allan Poe habría hecho una novelización del film, no tengo ninguna duda.
Viendo en la época que se hizo envejeció fatal los efectos especiales pero destaca mucho la ambientación que da su toque terrorífico, su música, y sus actuaciones las principales como Boris KArloff y un joven JAck Nicholson no esta mal pero para mi la mejor es Sandra Knight que destaca su misteriosa aparecencia y su mirada distraida y lo mejor es su final es demasiado aterrador hasta para esta época
Una vez que hubo terminado el rodaje de The Raven (1963), Roger Corman inmediatamente comenzó a rodar esta película usando los mismos sets y a dos de los actores principales, Boris Karloff y Jack Nicholson. Todas las escenas en que aparece Karloff fueron filmadas por Corman en apenas cuatro días.
Por cierto, el equipo de amigos que trabajó para esta película es estupendo, pues a Corman, Karloff y Nicholson, se sumaron Francis Ford Coppola, que en realidad dirigió muchas de las escenas y Jack Hill y Sandra Knight.
Si bien es cierto que es injustamente catalogada como una de las películas menores de Corman, y fue realizada básicamente con fines alimenticios, hay que reconocerle que tiene su encanto gótico, un argumento que mezcla una historia de venganza, fantasmas y brujería, bebe directamente de las obras de Edgar Allan Poe y ETA Hoffmann y hasta se atreve a un giro argumental poco creíble pero que se le perdona por presentarnos algo audaz y totalmente inesperado.
La película no esta mal,muy buena ambientación con el castillo,pasadizos, cripta,cementerio y demás,sacando provecho de las luces y localizaciones pero puede que a la historia le falta algo mas de sustancia,aunque yo creo que se deja ver bien a los que nos gustan estas producciones y que pese al paso del tiempo al verla hoy me ha vuelto a entretener.
Destacar a un jovencito Jack Nicholson que ya había trabajado antes con Corman en ¨The Raven¨y a un Boris Karloff siempre solvente.
Se trata de Roger Corman, de Boris Karloff y de un joven llamada a ser uno de los más grandes actores de todos los tiempos, Jack Nicholson.
Pero ni así funciona The Terror.
Creo que es una de las peores propuestas de su director, rodada muy deprisa, con escenas repetidas y planos que llegan a cansar por esa poca maniobra de conseguir un poco de variación, por su ritmo lento y su trama que es poco convincente y muy elaborada también a golpe de prisas. Así no puede funcionar una película, creo sinceramente que el bueno de Roger se equivocó aquí, como no le perdono. Por su trayectoria global, por supuesto y lo que hizo por el cine de terror en aquellas lejanas épocas.
una joyita antiquisima con boris karloff y un jovencisimo jack nicholson, la historia tiene mucho aire edgarpoesco, terror gotico puro y duro que le hace justicia a su epoca.
muchas caras conocidas de antaño hay en este filme, dick miller, sandra knight, detras de camara corman y una ayuda de un iniciado coppola, el filme envejecio bastante pero nada le quita su estetica y su vuelta de tuerca.
ideal para quienes gustan de joyitas del ayer y del hoy.
Entretenido clásico de horror gótico, de Clase B, del incombustible Roger Corman y protagonizado por el legendario Boris Karloff y un entonces joven Jack Nicholson.
Hacia 1806, el teniente napoleónico André Duvalier vaga por la costa francesa tras perder contacto con su regimiento, cuando se encuentra con una bella mujer, Helene, quien se convertirá irremediablemente en su obsesión. Tras ser atacado por un águila y rescatado y curado por una extraña anciana, Duvalier terminará en el Castillo del Barón Victor Von Leppe, tratando de encontrar y averiguar quién es la bella y enigmática chica.
Roger Corman, conocido por ser uno de los directores más emblemáticos de las películas de bajo prespuesto y que ya se había aventurado a hacer un tipo de cine de mejor calidad, con el ciclo de terror en el que homenajeó a Edgar Allan Poe, decide aprovechar sus escasos recursos para filmar en tiempor récord, once días, una nueva historia de horror gótico, utilizando los decorados de “El Cuervo” (1963) y también como protagonista al gran Boris Karloff.
Con guión de Leo Gordon, que no deja de tener varios errores de coherencia al ser escrito en pocos días, “El Terror” (1963) parece ser el típico film de horror gótico ambientado en un castillo maldito lleno de pasadizos y escondrijos, criptas ruinosas y tapices desgastados, en donde un noble vive atormentado por algún oscuro secreto con tintes naturales. Técnicamente lo es, y de hecho la fórmula aún estaba recién empezando a ser explotada, sin embargo, la trama hará un giro inesperado hacia el thriller psicológico, en donde, huelga decirlo, el guionista no prescinde de lo fantástico.
Algunos le han criticado al film tener un argumento barroco y otros, demasiado lineal, pero lo cierto es que éste no deja ser atractivo, en especial, cuando insiste una y otra vez, con sus defectos argumentales probablemente, en no dejar en claro si ésta es una venganza en que se utiliza a una mujer o al fantasma de otra. Y es que a pesar de cierto aire tosco y rústico en su factura, esta ambigüedad provoca un sentimiento de incertidumbre y de interés en el espectador que está consciente de estar ante una historia añeja de horror, pero que no es predecible como el crítico quisiera.
Otro elemento interesante, a mi juicio, que no pasa desapercibido es el concepto de “obsesión” que el personaje de André Duvalier desarrolla en el film. Como pocas veces, tenemos un hombre realmente obsesionado con una mujer o su fantasma, al punto de olvidársele por completo retomar sus funciones militares y entremeterse y desafiar a un barón, que aunque viejo y atormentado, bien le habría hecho pagarlo muy caro. Lo de Duvalier es tan fuerte, que como perro en celo no hace otra cosa que insistir e insistir con la chica, sin importarle si está maldita, o lo que es peor, si existe o no, ya que son varios los que le repiten hasta el cansancio que no existe.
Como buen film de horror gótico, en plena época de esplendor de la Hammer en Inglaterra, el film tiene una modesta pero efectiva ambientación de misterio, obra del fotógrafo John Nickolaus, en la que la bruma en el exterior y un luz tenue en el interior ayudan a desarrollar una historia en que se reúnen imágenes espectrales, maldiciones, sentimientos de culpa y pasión. Corman y su equipo, conformado por el director artístico Daniel Haller y el escenógrafo Harry Leif, logran los más momentos más efectistas en la capilla y la cripta Von Leppe, en especial en la escena en la que se inunda la cripta del barón, con el trágico descenlace.
La improvisada cinta contó no sólo con la dirección de Corman, sino también la de un joven Francis Ford Coppola, que recién estaba iniciando su carrera como director con “Dementia 13” (1963) tras haber sido ayudante de producción de Corman; Monte Hellman (“Ride in the Whirlwind”, 1966); y hasta el mismo Jack Nicholson, que pocos saben gustaba, ya en ese tiempo, de dirigir y producir, aparte de actuar.
Ronald Stein es el autor de una banda sonora incesable de acordes de órgano fúnebre, a la que, en mi opinión, le faltó variedad de escalas, y que terminaría trabajando en otras producciones de Corman, como “Not of this Earth”, (1957), “Attack of the crab monsters” (1957) y “”The premature Burial” (1962) y otras de Coppola como “Dementia 13” (1963).
El film funciona con cinco actores, todos habiendo actuado en otras de sus películas, y aunque no es la mejor actuación del gran Boris Karloff, su presencia se hace notar y da cuenta de la importancia que una leyenda del cine de terror otorga a un film modesto como éste. Karloff filmaría sus escenas en “El Terror” en tres días y según sus propias palabras, para él fue una experiencia más bien divertida que interpretativa, bromeando incluso que casi se había muerto por haber estado en un tanque de agua por dos o tres horas.
Jack Nicholson, lejano aún de sus grandes interpretaciones, es un petulante y obsesivo, André Duvalier, cuya osadía e impertencia bien vale la pena resaltar. El soldado caerá en el embrujo de Helene, interpretada por la guapa Sandra Knight (“Blood Bath”, 1966) que cumple como la mujer misteriosa, que cae en desvaríos de cariño e indiferencia. Comentar que Knight embrujó a tal punto a Nicholson que al final se convertiría en su única esposa en la vida real.
Entre los secundarios, encontramos a un habitual colaborador de Corman, Dick Miller (“Piraña”, 1978; “The Howling”, 1981; “Gremlins”, 1984, 1990) es Stefan, el mayordomo del Barón Von Leppe, que a la postre será el único que conocerá la verdad sobre la identidad del noble; y Dorothy Neumann (“The Undead”, 1957) como la bruja Katrina, cuyo objetivo es vengarse del Barón Von Leppe sin importar los medios.
En resumen, una película modesta pero entretenida, con esa factura gótica que tanto nos gusta de la Serie B y que a pesar de ser un título menos en la filmografía de Corman, tiene un encanto que hoy en día cuesta encontrar. Una de las favoritas de mi niñez.
Como producto de terror como su nombre lo indica solo tiene significado para la epoca en que salió este film, buenas interpretaciones, ciertos efectos especiales muy logrados, un castillo lugubre, un baron bastante terrorifico y una chica que hay que rescatar, por lo demás el argumento es muy lineal y su descenlace previsible, un clasico del cine que nunca pasara de moda.
Uno de los muchos productos de aprovechamiento que se autoproducía Roger Corman, esta vez con Boris Karloff y Jack Nicholson uniéndose al reparto casi fijo que usaba para estas películas autoproducidas. La cuanto menos llamativa – y muy interesante - manera en que se desarrolló el rodaje se nota durante el metraje.
Karloff actúa con comodidad en el papel del Barón von Leppe, dando a su personaje un aire de villano romanticón y con cargos de conciencia, entre aristocrático y tosco. Jack Nicholson, en cambio, parece que se aburra en su papel de militar francés serio, más bien antipático, valiente y demasiado obsesivo y curioso. La scream queen Sandra Knight - entonces esposa de Jack Nicholson - luce bien y además está muy correcta en su papel de joven misteriosa. Dick Miller es el criado de Von Leppe, Stephan, quizá el personaje más en sus cabales de todo el reparto, que tiene en Sandra Neumann como una histriónica bruja su mejor elemento.
El guion de Leo Gordon y Jack Hill, habituales con los hermanos Corman, es bastante correcto: la historia es simple pero se enrevesa lo suficiente como para crear algo de suspense y garantiza una buena sorpresa final.
Es en el aspecto técnico donde esta película paga su manera de rodarse: la imagen cambia de calidad constantemente, notándose las diversas etapas en que se rodó, el montaje resulta algo torpe – con un tremendo abuso de elipsis - y los FX son francamente malos (se puede disculpar por el bajo presupuesto, y porque una buena película como esta no depende de un bonito aspecto visual). Lo que sí está logrado son los interiores del castillo: uno no nota que es el mismo set de “El cuervo”. Además, es destacable la secuencia de créditos iniciales.
Pasable producto de Roger Corman y su equipo, que lograron por enésima vez sacar un alto rendimiento a un presupuesto nulo. Suscribo lo que dicen otros usuarios: no es ni mucho menos tan mala como la pintan, y más teniendo en cuenta las circunstancias de su rodaje.
Aunque solo sea por presenciar a un joven Jack Nicholson con el mito Boris Karloff ya vale la pena ver esta sencilla trama de Corman, con los cliches habituales de misterio, magia negra y el típico castillo propio de la Hammer con sus pasadizos y criptas.
No está ni mucho menos entre las mejores obras de Corman pero entretiene con estos dos actores y la chica guapa de rigor de estas producciones.
Todo muy sencillo pero enormemente efectivo.
No sube de ser la típica producción simpática de la época. Pero no porque sea de Roger Corman puedo aprobarle esta, tampoco es para tratar sus películas como si fuera el dibujo de un niño pequeño al que el padre cuelga en la nevera con todo el cariño del mundo.
La película tiene varias cosas interesante pero no tienen nada que ver con la historia que nos concierne, sino sus curiosidades.
La película como he dejado a entender en un principio no es gran cosa, es el clásico cuento predecible. Una duración breve que se termina haciendo más larga de lo normal porque no llega a enganchar lo que debería, pero que se aguanta hasta el final porque no le falta ese toque simpático que acompañan a las producciones de Serie B de la época. Lo que más cumple para que se note ese toque de época, la música, que no es que sea una maravilla que vaya a recordar el resto de mi vida ni mucho menos, pero le da ambiente a las escenas. A mí me gustó.
Otro buen detalle es el escenario. Aunque no tenga demasiado mérito puesto que es prestado de otras producciones. Pero al menos le da una ambientación gótica que siempre se agradece y que sienta bien a la vista, al que acompaña muy bien con la bella y sobreactuada Sandra Knight.
El doblaje al español es horrendo, no la aconsejo verla así. Y tampoco aconsejo hacer mucho caso al título, típico engaña bobos de época.
NO he expuesto demasiado el por qué no me ha gustado y me lleva a darle una nota tan baja aun a sabiendas de sus limitaciones, pero el hecho de lo aburrida que es y lo poco o nada que tiene a rescatar salvo el ver a Boris Karloff trabajando en sus ratos libres y el joven Jack Nicholson comenzando lo que sería una carrera mítica, es decir, solo merece la pena sus curiosidades.
Y lo digo sabiendo lo que me iba a encontrar de antemano.
Temo disentir con la mayoría, pero no me gusto para nada.
Se puede esperar algo así de Corman, pero Coppola igual (y otros dos directores mas encima!).
Un joven Jack Nicholson (y de paso digo totalmente desaprovechado su actuación), va viajando y conoce de casualidad a una chica y se obsesiona con ella. Va a parar al castillo de Boris Karloff ( alta sobreactuacion) y este esconde un secreto.
La película es tontisima, con una trama hiper simple y lineal, que ya se sabe para donde va la cosa. Es muy muy aburrida, con solo decir, que ya a los 15 minutos de metraje ya adivinas todo lo que va a suceder.
Tiene un buen maquillaje para el final, y ahi agarra un mejor ritmo todo, pero no vale la pena.
El final intenta sorprender pero no lo logra ni por asomo.
Una peli que se hace aburrida,lenta,pero que no es para nada mala. Tiene una ambientación, exteriores, de autentico lujo. Un castillo enorme rodeado por el mar, una cripta super gótica, con su cementerio. La tal Helen o Ilsa paseándose por el en bata. Una atmósfera brutal, eso es innegable. Pero la historia no sorprende a nadie. Como he dicho antes, a veces se hace super lenta y llegando a un punto de que estas deseando de que acabe.
Le doy un 6 porque para mi gusto destaca en exteriores y decorados, pero historia floja
.Le doy de un lado y le quito del otro.
Visionamos la quinta película del gran Coppola (Drácula de Bran Stoker 1992) y también del loco Jack, (en donde su corte de pelo nos recordará más Jim Carrey en Dos Tontos muy Tontos). Vivirá una aventura fantasmagóricamente de un romance con mal término. E irá indagando en el asunto, asta que pueda resolver el asunto y quedar todos los problemas resueltos. La historia decente, pero un poco lenta en desarrollo, los actores, en una línea general y media se quedan en aceptables e incluso Nicholson, recordad que es de sus comienzos. Los diálogos habituales en este tipo de pelis que no desentonan y que están bien escritos y colocados. Lo mejor los paisajes y la bada sonora atmosféricas, el mayor error es que en 1780 no existían los revólveres. Un 6
La primera que quiero ver de Corman y decepcion total.
A la media hora o asi la tuve que dejar.
Los ambientes recuerdan a peli del oeste o a The Creeping Terror.
Corman se atreve a producir y dirigir esta cinta con buena trama y dialogo mas que aceptable , aunque esta muy mal conservada y el doblaje de la que yo vi no es muy bueno.
Lo que más llama la atención de esta película es su atmósfera oscura y gótica, con castillos de oscuros pasillos, y mazmorras con escaleras, como manda el buen terror gótico.
Un conde, su esposa fallecida, una aparición fantasmal de una bella mujer, cementerios y playas tenebrosas y por supuesto una maldición ancestral ... Todos ingredientes combinados con la actuación teatral de Boris Karloff.
Terror gótico, de la vieja escuela, para ojos curiosos de aquel pasado glorioso del terror.
Es una buena película, una obra del terror que contiene ingredientes más que interesantes y que hacen de ella algo digno de ver.
La combinación entre la actuación de un ya más que experimentado Boris Karloff y un joven y principiante Jack Nicholson es cuando menos, curiosa a la par que acertada. Me resulta extraño ver a Nicholson tan formal y tranquilo cuando ya se sabe que sus papeles han ido a lo largo de su carrera, encarnando a tipos sarcásticos y ácidos y demostrando que incluso en sus orígenes ya era un gran actor, y de Boris Karloff no se puede decir nada que no se sepa ya, un magnífico icono del cine de terror.
Apariciones fantasmales, un castillo, la presencia de aquella vieja bruja y un aura de terror de los 60 que está más que lograda; aunque no está entre mis favoritas de la época, pues hay otras de este tipo y década que son más de mi agrado, pero he disfrutado viéndola, este tipo de cine no pasa en absoluto desapercibido. Le doy un 7.
Una buena pelicula, con diseños sencillos en cuanto al decorado, en la trama es interesante aunque a veces cae en un ¨pozo¨ y presenta parte del guion que no se entiende muy bien.
Lo mejor del film son las actuaciones de Boris Karloff (soberbia) y Jack Nicholson (soberbia), y cuando tienen esos dialogos frente a frente: nada menos que dos iconos del cine, fue un regocijo a los ojos, uno lo ve y dice ¨quien lo diria!!!¨ Jack Nicholson trabajo con Boris Karloff!!!
Con las actuaciones de ellos hacen sobresalir una pelicula que seamos sinceros es bastante mediocre (se ve que es de bajo presupuesto, pero aun asi convence y genera mucho interes).
Uno Karloff, que ya se lo veia bastante anciano (faltarian 6 años para que fallezca) y un Jack Nicholson, que ya demostraba sus grandes dotes de actuacion aun en sus comienzos y con una carrera todavia no consolidada (un privilegio de pocos).
No se porque se le llama El Terror, pero me parece mas de suspenso, una muy buena escena es la pelea del pajaro con Gustav y la caia de este al precipicio. A pesar de sus años no decae, lo unico que si es que hubiera sido mejor pelicula en blanco y negro. Paradojas del destino: hacer peliculas en technicolor en aquel momento tenia su costo y no se veian sino en el cine, en blanco y negro hubiera sido mas barata y mas rapida, y le hubiera dado ese clima de misterio que tenian las peliculas de antes.
Le doy un 7. Vale la pena verla, por el casting que curiosamente son 3 o 4 personas pero de un lujo pocas veces visto. Recomendable.
Un film curioso dentro de este fructífero ciclo Corman-poe,que reaprovechó escenarios y fechas durante el rodaje de ¨El cuervo¨,por otro lado un título atípico e irregular,pero igualmente estimulante,y ¨El terror¨ és un film que nace,fruto de las circunstancias de contar con dos actores de aquella película,Jack Nicholson y Boris Karloff,improvisar un poco,como ya hiciera con aquella extraña película posr-apocalíptica ¨Last Women on earth¨,un film de parecidas connotancias de estilo,y con resultados más interesantes.En esta película,Corman realiza la película mientras trabaja centrado en ¨El Cuervo¨,tanto que la película va tomando forma mientras avanza,dándo resultado de todo ello,una película que se sale de los márgenes que se ceñían a las producciones del ciclo,y le dió al maestro más libertad en lo creativo,y poder experimentar nuevas texturas y ambientes,que creo que es lo más interesante de esta película,con una narrativa más abocetada y abstracta que lás demás películas del legendario ciclo,y también a mi juicio la peor en resultados.Con esto no quiero decir que el film sea menos interesante o importante,solo que no és solida en cuanto a guión y a nivel de historia,dada la naturaleza apresurada de esta película.Solo la recomendaría a los fanáticos del ciclo,y a los iniciados les diría que vieran el ciclo entero antes de ver esta película,que para mí és como una cara B,interesante,pero no imprescindible.
Críticas: 34
Páginas de resultados:
Agu_Pinto
4
Una historia napoleónica fantasmal interpretada por un jovencísimo Jack Nicholson y dirigida por uno de los clásicos del terror de la época, Roger Corman. Personalmente no la considero atractiva de ver, mas bien aburrida y con muy poco que resaltar. Tal vez alguna escena merezca la pena por su belleza visual, pero su historia monótona y aburrida me hace imposible ni siquiera recomendarla. Un 4. Para verla cuando no hay otra cosa y si no, tampoco pierdes nada.
Me gusta (0) Reportar