Probablemente, hasta el momento, la película que, para mi gusto, mejores sensaciones nos deja. Su atmósfera de realismo brutal es un laboratorio de imágenes cruentas de difícil digestión para estómagos sensibleros; pero, coincidirán conmigo quienes lo degusten entre comillas, que la derivación de la narrativa nos conduce a unas situaciones tan creíbles que no nos queda otra que identificarnos con unos u otros personajes, acorralados por una especie de Apocalipsis, como en una lata de sardinas pútrida, pues no deja de ser una representación de los genotipos humanos más variados que aparecerían en un momento como el que se visualiza. Asquerosamente interesante, vital y humana.
Por Javier Bocadulce.
Robin
#1
Me ha despertado el interés.
Reportar Citar