No registrada |
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Mad Warrior
¨...Y con las primeras luces de la húmeda mañana, la mujer se acercó a la orilla del río y una lágrima resbaló por su mejilla y cayó en la verde y fresca hierba.
Lloraba, no de dolor, sino de soledad. ¿Quién podría consolar su quebrado espíritu, su vacío corazón? Hasta ese momento desconocía que una geisha pudiera llorar¨.
Se trata de una pequeña parte de uno de los poemas más bellos y tristes que se han compuesto acerca de las... (seguir leyendo)