La historia se centra en Pedro Pintos (Adrián Suar) –un coordinador de call center de una importante compañía de servicios médicos– es un fanático del fútbol, sin distinción de club, camiseta, bandera ni nacionalidad. Capaz de ver partidos durante las veinticuatro horas del día. Está casado con Verónica (Julieta Dìaz), desde hace veinte años, con quien tiene dos hijas adolescentes.
Desde + su infancia la pasión futbolística convivió más o menos en armonía con los demás aspectos de su vida. Pero casi sin darse cuenta, su obsesión fue minando todos los espacios y, principalmente, sus afectos.
En cierto momento, Pedro se encuentra separado de Verónica y despedido de su trabajo. En la dura soledad de su caída, se reconoce adicto al fútbol y decide pedir ayuda. Pedro intentará recuperar nuevamente su vida y encontrar el equilibrio de su pasión por el fútbol y el amor de su familia. Pero tal vez, sea demasiado tarde.
Sinopsis:
La historia se centra en Pedro Pintos (Adrián Suar) –un coordinador de call center de una importante compañía de servicios médicos– es un fanático del fútbol, sin distinción de club, camiseta, bandera ni nacionalidad. Capaz de ver partidos durante las veinticuatro horas del día. Está casado con Verónica (Julieta Dìaz), desde hace veinte años, con quien tiene dos hijas adolescentes.
Desde + su infancia la pasión futbolística convivió más o menos en armonía con los demás aspectos de su vida. Pero casi sin darse cuenta, su obsesión fue minando todos los espacios y, principalmente, sus afectos.
En cierto momento, Pedro se encuentra separado de Verónica y despedido de su trabajo. En la dura soledad de su caída, se reconoce adicto al fútbol y decide pedir ayuda. Pedro intentará recuperar nuevamente su vida y encontrar el equilibrio de su pasión por el fútbol y el amor de su familia. Pero tal vez, sea demasiado tarde.
La adicción puede tomar muchas formas, más allá de las drogas clásicas. El trabajo, el sexo, el dinero, el fútbol... Oh, el fútbol, omnipresente en Argentina. Seleccionado masculino clásico, claro, que el femenino, el de ciegos o los Dogos, nada.
Entretiene, sí, en especial al ver algún que otro detalle de color (el tano Pasman es el más evidente). Alfredo Casero es el mejor personaje, que más gracia da y que más sensatez tiene. Porque cuando... (seguir leyendo)
Shamsia
La adicción puede tomar muchas formas, más allá de las drogas clásicas. El trabajo, el sexo, el dinero, el fútbol... Oh, el fútbol, omnipresente en Argentina. Seleccionado masculino clásico, claro, que el femenino, el de ciegos o los Dogos, nada.
Entretiene, sí, en especial al ver algún que otro detalle de color (el tano Pasman es el más evidente). Alfredo Casero es el mejor personaje, que más gracia da y que más sensatez tiene. Porque cuando... (seguir leyendo)