Por primera vez en su vida, víctima de problemas cardiacos, Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años, se ve obligado a acudir a las ayudas sociales. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En el transcurso de sus citas al “job center”, Daniel se cruza con Rachel, una madre soltera de dos + niños que tuvo que aceptar un alojamiento a 450 km de su ciudad para evitar que la envíen a un hogar de acogida. Prisioneros de la maraña de aberraciones administrativas actuales de Gran Bretaña, Daniel y Rachel intentarán ayudarse mutuamente.
Sinopsis:
Por primera vez en su vida, víctima de problemas cardiacos, Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años, se ve obligado a acudir a las ayudas sociales. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En el transcurso de sus citas al “job center”, Daniel se cruza con Rachel, una madre soltera de dos + niños que tuvo que aceptar un alojamiento a 450 km de su ciudad para evitar que la envíen a un hogar de acogida. Prisioneros de la maraña de aberraciones administrativas actuales de Gran Bretaña, Daniel y Rachel intentarán ayudarse mutuamente.
Impresionante relato sobre la complejidad burocrática en Gran Bretaña, expuesto de manera primorosa por el comprometido cineasta Ken Loach, como es su cine habitual. Una burocracia ideada expresamente para limitar los subsidios a la gente más vulnerable y desprotegida y para que la clase dominante y poderosa se haga aún más dominante y poderosa. Pues como en España. Igual.
Pero Ken Loach no se desalienta y denuncia por medio del cine una farsa... (seguir leyendo)
..PICARD..
Impresionante relato sobre la complejidad burocrática en Gran Bretaña, expuesto de manera primorosa por el comprometido cineasta Ken Loach, como es su cine habitual. Una burocracia ideada expresamente para limitar los subsidios a la gente más vulnerable y desprotegida y para que la clase dominante y poderosa se haga aún más dominante y poderosa. Pues como en España. Igual.
Pero Ken Loach no se desalienta y denuncia por medio del cine una farsa... (seguir leyendo)