Nueva adaptación del clásico de Jane Austen. A la edad de 19 años, la joven Anne Elliot se enamora perdidamente del apuesto oficial de la marina Frederick Wentworth.
Sinopsis:
Nueva adaptación del clásico de Jane Austen. A la edad de 19 años, la joven Anne Elliot se enamora perdidamente del apuesto oficial de la marina Frederick Wentworth.
¡Capitán! Capitán ¿se va a marchar? - Sí. - ¿No merece al menos quedarse a la primera parte? - ¡No! No merece la pena quedarse.
¿Estará casado? No lo sé, pero un hombre tan atractivo seguro ya habrá formado una familia, ¿vendrá con su esposa, con sus hijos? Tan solo ruego no tener que reunirme con él. Sé que mi oportunidad de ser feliz ha pasado definitivamente, pero estoy segura de que su presencia aquí no hará más que intensificar ese recuerdo y eso es algo que no podría soportar.
Lo peor ya ha pasado, le he visto, hemos vuelto a estar en la misma habitación... Una reverencia, una cortesía, he oído su voz y se ha marchado.
Es difícil que un hombre supere una pasión así, por una mujer así.
El tiempo cura todas las heridas, o al menos es lo que me han dicho.
Aún no me ha perdonado, le utilicé, le abandoné y le decepcioné y lo que es peor, demostré con ello mi debilidad de carácter, algo que su fuerte temperamento no pudo soportar. Antes fuimos dos corazones abiertos y nuestros sentimientos eran mutuos pero ahora somos dos desconocidos, peor que desconocidos ya que puede que nunca volvamos a sentir amistad. Es un alejamiento definitivo.
Por desgracia si una persona contrae deudas, debe pagarlas.
Sinceramente lo que busco por encima de todo en una esposa es firmeza de carácter, una mujer que sepa lo que quiere, no confió en la timidez ni en las intenciones superficiales. Un espíritu débil siempre dispuesto, ha dejarse influir en un sentido como el otro, no es muy de fiar.
Le agradecería que me revelara la fuente de ese caprichoso rumor.
Ahora es cuando le comprendo. Nunca me ha perdonado, aún me rechaza por el pasado y en estos momentos se está encariñando con otra; sin embargo es una persona sensible, no puede verme sufriendo sin desearme consuelo, es una prueba más de su buen corazón y su afectuoso carácter que yo no puedo contemplar sin sentir infinito dolor y arrepentimiento.
Capitán, estoy dispuesta a aceptar su proposición. Su proposición de matrimonio. ¡Gracias! - ¿Está usted segura? - Lo estoy. Estoy decidida, acepto y nada ni nadie podrá persuadirme de lo contrario.
Lo que puedo decir a favor de mi condición femenina es que seguimos amando cuando ya no queda esperanza.
Querida mía, unirte en matrimonio de 19 años en plena guerra con un joven oficial de la marina, sin fortuna ni grandes expectativas; en realidad habría significado echar a perder toda tu vida. - Tal vez fuera prudente, sin embargo el capitán Wentworth ha masado una fortuna en la guerra y ahora es extremadamente rico.