Frases célebres de Esencia de Mujer



No sé si matarte o adoptarte


En vacaciones es costumbre que el señor del castillo ofrezca sobras a los pobres.


No le llames ¨señor¨ y no le hagas demasiadas preguntas. Y si se tambalea al levantarse no le prestes atención.


La inteligencia de un perezoso y los modales de una salvaje. Él es mecánico, ella ama de casa. El sabe de coches lo mismo que una reina de belleza y ella hace galletas que saben a tuercas. Y los críos son idiotas.


La historia de mi piel, por Charles Simms.


Perro que ladra no muerde.


Recuerda, ante la duda, folla.


¡Mujeres! ¿Qué se puede decir? ¿Quién las inventó? Dios debe ser un puto genio. El pelo. Dicen que el pelo es todo. ¿Alguna vez has enterrado la nariz en una montaña de rizos, y has querido morir para siempre? O los labios. Cuando tocan los tuyos, son como el primer trago de vino después de cruzar el desierto. ¡Las tetas! Grandes, pequeñas. Pezones apuntándote como focos secretos. Y las piernas. No me importa si son columnas griegas o patas de un piano. Lo que hay entre ellas es el pasaporte al cielo.


Sí, Señor Simms. Sólo hay dos sílabas en este mundo que merece la pena oír: Coño.


Hay dos tipos de personas en este mundo: los que se enfrentan a la situación y los que corren a buscar refugio.


El azúcar es una mierda. Le dije al General Abrams que pusiera miel en los cuarteles. Si un K50 no te vuela los sesos, seguro que lo hará el puto azúcar.


Un oficial nunca entrega su .45.


El día que dejemos de mirar será el día que nos muramos.


Algunas personas viven toda una vida en un minuto.


No hay errores en el Tango, no es como en la vida. Es sencillo por eso es tan hermoso. Si comentes un error, si te haces un lío, sigue bailando.


¿Alguna vez has sentido que quieres irte? ¿Y al mismo tiempo has sentido que quieres quedarte?


Cuando se rompe la rama, la cuna se cae.