Frases célebres de El Ladrón de Palabras



Luchaba para hacer su arte.


Luchaba para que su voz fuera escuchada.


Siento que te estoy haciendo más daño que ayudándote.


Tienes que conseguir un trabajo, algo constante, mantenerte. Eso es parte de ser un hombre.


Otra parte de ser un hombre es que no importa lo doloroso que pueda ser, es aceptar sus propias limitaciones.


Sin saberlo, se habían instalado en la rutina de sus vidas…


En esas palabras; había tenido que hacer frente por todo lo que alguna vez aspiró a ser, y la realidad de lo que nunca llegaría a ser.


No soy quien creí que era, y estoy aterrorizado de que nunca lo seré.


Él sólo quería sentir las palabras pasar a través de sus dedos, a través de su mente.


Necesitaba saber qué se sentía tocarlo, aunque sólo sea por un momento.


Eres todo lo que siempre quisiste ser. Es como si dejaras de esconderte.


No había señales de los dioses que le orientarán en la dirección correcta.


No le mientas a un mentiroso.


Los dioses te sonrieron cuando naciste.


Me senté preguntándome qué futuro me esperaría o si no me esperaba nada en absoluto para mí.


Los artistas siempre se sienten incómodos al hablar sobre su trabajo.


Las palabras simplemente salieron de él.


Después durmió sin soñar.


Ella dijo que quería comenzar una vida nueva. Lo dijo como si fuera la cosa más fácil del mundo.


No se puede borrar el pasado, no importa lo mucho que quieras.


Te he encontrado y no puedes escaparte ahora.


Estas son mis palabras, mi historia.


Podemos hacer lo que queramos. Somos adultos.


¿No lo sabes? Las palabras lo arruinan todo.


La verdad nos deja libres.


Todo lo que estás diciendo que quieres, no lo quieres.


No te jodas por el resto de tu vida por un estúpido error. Y no me jodas a mí.


No hay nada que arreglar… anda a vivir la vida que te has hecho.


¿Crees que puedes robar parte de mi vida? ¿Tomarla como tuya y esperar que no tenga un precio que pagar?


Se trata sobre la alegría y el dolor que dio origen a esas palabras.


No puedes simplemente hacer las cosas bien.


Me ayudó a dar un giro. Levantarme de nuevo sin mirar hacia atrás todo el tiempo.


Piensas que arruiné mi vida, porque nunca escribí de nuevo.


He hecho lo que puedo, lo mejor que puedo. Eso es todo lo que puedes pedirle a una persona.


Mi tragedia fue que yo amaba a las palabras más que a la mujer que me inspiró a escribir.


Sin moral, sin merecimiento, no hay ganancia posible del conocimiento.


Distinta de la creencia de que uno puede cometer un error terrible en la vida y seguir viviendo e incluso vivir bien.


Tal vez su matrimonio se desmorona porque para él y su esposa mirarse el uno al otro es mirar la verdad.


En algún momento, tienes que elegir entre la vida y la ficción. Las dos están muy cerca, pero nunca se están tocando realmente.