¿Qué me das por haberte avisado? - Palomitas, tenemos prohibido darte de comer, has venido a adelgazar.
Tengo tanta hambre que me he comido los supositorios
¿No podemos llegar a un acuerdo? Podría proponerle un trato, usted nos trae todos los días sus pizzas y antes de marcharse pasa un rato con Oscar. -Es repugnante -¿Repugnante lo que le propongo? o ¿repugnante que lo rechace?
Creía que no eras mentirosa. ¿Por qué me hablas de Dios? Mis padres me mintieron con lo de Papá Noel, y con una basta, gracias, no volveré a caer.
¿Y qué le escribo? -Todo lo que piensas. Los pensamientos no dichos son pensamientos que pesan, que se incrustan, que entorpecen y quitan sitio a los nuevos. Seras un vertedero de pensamientos si no hablas de ellos.
A Dios, le puedes pedir una cosa por día. Pero solo una. -Menudo inútil. Aladin le pedía tres deseos al genio de la lampara. -¿Un deseo por día no es mejor que tres en una vida?
Tiene la cabeza más grande. Parece ser que tiene agua dentro. -Que lástima. Si fuera cerebro habría echo grandes cosas.
¿¡Por qué tu Dios permite esto!? Las enfermedades. O es malvado o no es muy listo. -La enfermedad es como la muerte, es un echo, no es un castigo. -Tu no estas enferma.