Por si no tuvimos suficiente con su ¨Flying Circus¨, los Python nos presentan, con muy poco presupuesto y muchas ganas de dar guerra, su primera película, una recopilación de sus más ingeniosos e irreverentes trabajos. El espectáculo está servido.

John Cleese, Eric Idle, Graham Chapman, Terry Jones, Michael Palin y Terry Gilliam, cinco hombres ingleses y uno venido de EE.UU. con una buena preparación universitaria que se dispusieron a demoler los muros de la clásica comedia juntándose en un grupo que haría historia: los Monty Python, creadores de una nueva manera de entender el humor. Entre irreverentes, disparatados, críticos, surrealistas y muy políticamente incorrectos, se encargaron de descolocar al Mundo con su programa de ¨sketches¨ ¨Flying Circus¨, emitido por la BBC desde 1.969 hasta 1.974.
Al empresario Victor Lownes, que trabajaba en la Playboy británica, le pareció buena idea que el sexteto realizase un film para promocionarse debidamente en tierras americanas, con lo que acabó colaborando de productor ejecutivo, cosa que no fue bien recibida por los Python, ya que el hombre quiso ejercer el control creativo sobre el proyecto...y quien conozca al grupo inglés sabrá que para controlar se bastan y se sobran ellos solitos.

¨And Now for Something Completely Different¨ (cuyo escueto título ¨Se Armó la Gorda¨ para su versión española resulta de lo más ridículo) junta algunos de los más populares ¨sketches¨ de las dos temporadas del programa con otros nuevos y algunas secuencias de animación de Gilliam que servían, sobre todo, para compensar el poco presupuesto del que disponía la producción, cosa que nos es mencionada literalmente en una escena (la del hombre sentado en el sofá hablando de la espectacular batalla que libran en la ciudad los trescientos millones de caballeros contra el gato).
Desde el principio, con lo de ¨cómo permanecer invisible¨ ya sabemos a qué atenernos. Los Python ponen en solfa temas cotidianos, políticos, sociales e incluso históricos y nos bombardean con su particular y colorido imaginario donde el sinsentido y la sátira campan a sus anchas, pasando de una secuencia surrealista a la siguiente donde la continuidad entre éstas se enlaza con la frase de un personaje, más comúnmente la de John Cleese, que vestido de elegante maestro de ceremonias (en ocasiones...) dice dirigiéndose a nosotros ¨...y ahora algo completamente diferente¨.

Pero sin sentido o con él, y aun gozando de una composición de ¨sketches¨ de lo más irregular, lo cierto es que el film cumple su cometido a las mil maravillas, que no es otro que hacer reír. Y, efectivamente, no sólo consigue hacer reír, sino que provoca sonoras carcajadas, señores, y con ¨gags¨ ya míticos como el del fraudulento diccionario en húngaro, el del loro muerto, el de la clase de autodefensa contra la fruta fresca o el de las infernales ancianas, aunque mis favoritos siempre serán el del asesor matrimonial, la preparación para la expedición al Kilimanjaro, el del tenedor sucio, que hay que ver la que lían en el restaurante, y cómo no, el del chiste más gracioso del Mundo.
Inolvidables también las secuencias animadas de Gilliam (siendo las mejores esa de los coches asesinos y la del sistema defensivo norteamericano) y el final con la competición por el premio a Memo Burgués del Año, todo esto estando dirigido más mal que bien (atentos a los muchos fallos de ¨raccord¨) por Ian MacNaughton, estrecho colaborador del grupo británico.

Gamberro, estúpido, mordaz, ilógico y muy divertido, el film no es que fuera un gran éxito de taquilla. El público inglés ya conocía la mitad de las cosas que salían mientras que el americano reaccionó con bastante indiferencia.
Aun así sigue siendo una joya incuestionable para los fans de los Monty Python.

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