Por fin, en su segunda película como director, Jackie Chan se desmarcó un poco de la habitual línea argumental de las cintas de artes marciales de la época para ofrecernos la historia de un huérfano educado en una escuela de kung-fu que intenta salvar el honor de un amigo, y todas las peripecias que realiza hasta conseguirlo.

La película destaca por un estilo más circense y malabarístco que en anteriores cintas del actor, a lo cual sin duda ayuda la presencia de su compañero y amigo de la infancia Yuen Biao, que se caracteriza por su estilo acrobático y espectacular. Juntos, nos ofrecen algunas de las escenas más brillantes e hilarantes del film.

Es una pena que la historia pierda fuelle a lo largo del metraje y se difumine bastante hacia el final, dando cierta sensación de improvisación y desorientación en la última media hora. Pero eso se compensa (cómo no) con un combate final memorable y salvaje que nos anticipó lo que veríamos catorce años más tardo en la genial ¨La Leyenda del Lucahdor Borracho¨.

Por lo tanto, y pese a no ser uno de los mejores trabajos como director de Jackie Chan ni uno de los más recordados, ¨The Young Master¨ (que en España se tituló chabacanamente como ¨El Chino¨) no deja de ser una película muy recomendable, con la que pasar un rato divertido y ameno, a la vez que interesante para los amantes de las películas clásicas de kung-fu.

Notable.

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