Ficha Emmanuelle

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Críticas de Emmanuelle (4)




Mad Warrior

  • 8 Nov 2022

4



¨Hay que creerlo, hay que pensarlo, hay que imaginarlo...eso es el erotismo¨. La filosofía del desposeimiento de prejuicios morales o conformismo social en búsqueda no sólo del placer emocional o físico, sino de la más plena lucidez espiritual.
Y mientras ella, su piel rosada, su carita de ángel, sus sensuales movimientos, abriéndose paso a un éxtasis sin límites...

Ella es Emmanuelle, la única, sinónimo de la pasión, la liberación, el mito, que aún hierve en lo profundo de la mente de muchos desde su creación hace décadas. Es todo un cuento de inmoralidad, donde una joven nacida en Bangkok en el seno de una familia rica cuya vida dará un vuelco tras poner sus ojos sobre un diplomático francés catorce años mayor durante una fiesta en el prestigioso internado académico LeRosey de Suiza; Marayat Bibidh se casa con él, viajan a Tailandia y se convierten en la pareja más célebre dentro de los entornos burgueses occidentales asentados en el país, sobre todo gracias a su obsesión hedonista y experimentación sexual...
El problema es que ella es una amante (también) del cine, la fotografía y la literatura, y decide expresar su arte por medio una novela en colaboración con su marido que será publicada a través de círculos clandestinos en 1.959, y más o menos relata sus propias experiencias transmutándose en la parisina desinhibida Emmanuelle. Al hacerse legal su distribución a finales de los 60, las ideas y filosofías sobre el erotismo y la liberación carnal/espiritual de Bibidh ya habían calado en lo profundo de la cultura moderna francesa, dando pie a una saga de lo más lucrativa.

Tal vez sin la aceptación popular de la escandalosa ¨El Último Tango en París¨ no hubiese sido posible (o más tiempo tendría que haber transcurrido para) ver la luz una adaptación en el cine; por suerte se hizo el milagro, y las mentalidades cambiaron. Yves Rousset-Rouard se percató y fue a explotar el filón de este fenómeno liberal haciéndose con los derechos del libro, cuya dirección entregaría, curiosamente, a un hábil fotógrafo del Vogue y Elle sin experiencia en el 7.º Arte llamado Just Jaeckin, dejando al cineasta y habitual guionista de Truffaut, Jean-Louis Richard, a cargo del libreto.
A la mujer la conocemos preparada para marcharse a Bangkok y reunirse con su nuevo marido Jean (mal disimulo del diplomático Rollet-Andriane) bajo las cálidas luces de un apartamento moderno al más puro estilo francés, un estilo de revista de moda que bien subraya los orígenes de quien está tras la cámara; la modelo de los Países Bajos Sylvia Maria Kristel vio recompensada su derrota ante Maria Schneider en el casting para Bertolucci dando vida, aun por la casualidad más tonta, a la heroína de Bibidh, dispuesta a aventurarse a lugares exóticos y conocer a los personajes más variopintos y curiosos.

En esta Tailandia cambiada por la Guerra de Vietnam, las bases norteamericanas, el constante flujo de extranjeros occidentales, los sangrientos levantamientos populares en exigencia de una democracia y la reciente inflación por la crisis del petróleo es donde Emmanuelle va a parar, pero, ni que decir tiene, dentro de la seguridad y comodidad que le brinda la posición de prestigio de su esposo. Alejada de los barrios más pobres, de los vagabundos y las prostitutas, podrá refugiarse en entornos idílicos, elegantes y sugerentes practicando la afición favorita de los burgueses inmigrantes; y esa es, a falta de un esfuerzo real, el vicio...
Richard respeta la visión decadente, tan corrupta moralmente, tan vaga e irritante, que trataba la autora, a la cual se acercó y perteneció; en este ambiente ostentoso de vestidos caros, falsos oropeles, glamour ajado y valores enterrados entre los gusanos de la vergüenza, las mujeres son unas infieles ninfómanas y los hombres consideran la promiscuidad otro entretenimiento más de sus aletargadas vidas, que intentan avivar, sin ningún éxito verdadero, con alguna que otra tórrida aventura sexual en el jardín de atrás. Un ambiente que contamina a todos cual virus, y tal vez Emmanuelle llegue aquí como otra más del grupo, pero lo hace siendo incapaz de situarse al mismo nivel.

Sus tontos ¨affairs¨ no pueden compararse con la depredación de Ariane o la fiera sexualidad de la jovencita Marie-Ange, por ello es considerada poco menos que una ingenua sin sangre para todas sus amistades femeninas que tan bien saben entregarse al sexo sin compromiso, mientras es deseada por unos y otras como si se tratara del próximo jarrón a estrenar. No para un servidor. La figura de Kristel, tan francesa, con su cara aniñada, cuerpo escuálido y pechos pequeños, se halla muy lejos de mi gusto; es hermosa y perfecta para modelar, sí, pero también carente de todo morbo en una historia tan erótica, y ese es un gran inconveniente para encender la libido...
Y más aún por el modo en que la filma Jaeckin, quien no se separa de su acostumbrada técnica fotográfica provocando que los actos sexuales, incluso los más brutos y violentos, resulten artificiales en pantalla, artísticos pero fríos, incapaces de plasmar auténtica pasión, y en última instancia mediocres y tediosos (¿por qué no escogieron a Masumura como director?). Así de tedioso es el desarrollo narrativo, sin una trama a la que aferrarse, sólo siguiendo las experiencias ¨educativas¨ de la protagonista, quien va ganando en audacia, liberación e independencia.

Destaca entre todas ellas la vivida junto a la arqueóloga ¨Bee¨, extendiendo Richard en un contexto mucho más romántico y bucólico una aventura inexistente en el libro, y que terminaba de manera abrupta; este afán de Emmanuelle de hacerse dueña de sus deseos más allá de las ataduras del matrimonio es uno de los grandes mitos arraigados a la tradición que desea derribar el film.
Y antes la autora, quien deja al marido irritado en su impotencia al ver cómo su juguete, pues eso era ella para él, ha aprendido a experimentar por sí misma sin necesidad de su guía y de esa falsa libertad que decía concederle en un principio.

Este personaje raya en lo patético y Daniel Sarky expone dicha incapacidad masculina de maravilla. Por desgracia va perdiendo peso en la historia y quedará relegado a un segundo plano, al igual que otros secundarios más interesantes (los criados tailandeses; Ariane, que termina convirtiéndose en una parodia de sí misma; Mari-Ange, que desaparece sin dejar rastro y yo preguntándome todo el tiempo dónde se había metido), subrayándose, por si no había quedado claro, la irregularidad del guión (increíble que el tipo detrás de él sea el mismo que escribió ¨Fahrenheit 451¨ o ¨La Piel Suave¨...).
Lo que acontece se sitúa en paralelo a los derroteros que decide tomar la novela en su último tramo, y peca de utilizar sus mismos recursos y maniobras. Finalizadas las tontorronas locuras de la protagonista, es necesario que conozca de una vez por todas el verdadero significado del placer sexual, el erotismo y el deseo; esta ¨educación¨ forzada que aquí se plantea, contra la voluntad de la mujer, recuerda a la japonesa ¨Flower & Snake¨ (basada también en una novela, posterior a la de Bibidh, este clásico maldito del ¨roman porno¨ se estrenaría no obstante antes que el título que nos ocupa).

En ella se relata la iniciación brutal que un hombre traumatizado y reprimido lleva a cabo con su típicamente tradicional esposa por medio de otro hombre, un experto en sadomasoquismo. La misma situación tenemos aquí al regresar el misterioso Mario, a quien conocimos mucho antes; basado en la fea interpretación del veterano Alain Cuny (siempre alejado de todo interés con respecto al film...hasta que llegó su inesperado éxito, claro), el personaje, un italiano de clase noble, acaba por conducir la historia a una serie de enseñanzas del maestro al alumno farragosa y cargante, tal cual sucede en la versión literaria.
El problema es que es imposible comulgar con lo que dice y transmite a Emmanuelle, y su modo de hacerlo. Mientras el guión se hunde en una pretenciosidad pseudointelectual cuya clave es destruir los conceptos de erotismo y morbo en los que tanto se había esforzado, las divagaciones acerca de la inutilidad del matrimonio, la confusión entre placer sexual y éxtasis espiritual y la aceptación de la poligamia, la ninfomanía y el masoquismo como vías útiles para derribar los tabúes y represiones sociales quedan en una inútil y desesperante palabrería de filosofía barata.

¿Cómo demonios va a aspirar a la libertad, a la auténtica liberación, cuando está siendo forzada a experimentar situaciones que no desea? A partir de aquí sus pulsiones nacerán de lo enseñado, lo aprendido, para ser mecánicamente expuesto; este gesto repulsivo y asqueroso no sólo no es ni la mitad de escabroso que en las páginas, sino que queda en una nota de contradicción confusa y amarga.
Y para más inri dejando a la película sin conclusión, sin clímax, sin un último gran suspiro. Se nos priva de ese arrebato final del libro, ese enorme ¨¡Estoy enamorada!¨ que tres veces lanza ella en la cúspide de su gozo carnal y deleite espiritual, como si el guión censurase lo que pretendía defender. Un desastre, la verdad...

Pese a todo, y tras un importante cambio en el Gobierno francés que por fin elimina la censura, los récords se baten a escala nacional en poco tiempo, la polémica leyenda de ¨Emmanuelle¨ cruza fronteras y deja su influencia en otras culturas tanto por su erotismo salvaje como por sus ideales modernos.
Así llega otra era al cine, más abierta y provocativa, gracias a una pequeña y mediocre obra en la que en un principio nadie creía y todos detestaban; a Kristel, por su parte, el papel le iría persiguiendo toda su vida, para no abandonarla jamás, pero así lo quiso ella...



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Parnaso

  • 24 Oct 2018

3


Mítica película francesa erótica que el paso del tiempo no le ha hecho nada bien. Se percibe como una película del destape español donde las escenas eróticas se muestran poco o nada profesionales con una pasión vacía que no excita nada. La película es atropellada, poco interesante, aburrida, repetitiva... Los actores no transmiten nada, la historia no explica nada... una pareja que cree que el amor crece cuanto más se practica el sexo... Lo dicho, una estética algo mejor que las de el destape pero igual de pobre y sosa.



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[email protected]

  • 3 Jul 2017

6


Me ha resultado difícil ponerle un puntaje a esta película pero me decidí por un seis.
Sinceramente no es una buena cinta, es una película inorgánica, insustancial, vacía, que no te deja absolutamente nada. Las escenas de sexo tampoco son muy atrevidas como se dice (tampoco son para niños de 6 años, son escenas de sexo explícito pero nada polémico o que escandalice). Sí tiene cierta dosis de erotismo y la protagonista es realmente hermosa y eso que a mí no me gustan mucho las mujeres con pelo corto. Me decidí a ver el film mas que nada por el clásico que es y no me arrepiento de haberlo visto pero tampoco lo recomendaría (salvo a cinéfilos o estudiantes de cine por el simple hecho de que es un clásico y en su momento fue muy exitosa y dio que hablar mucho). Es el tema de las épocas, en el año 1974 (año en el que se estrenó el film por si falta aclarar) esta película debió ser bastante atrevida y rebelde ya que muestra escenas de sexo explícito gran parte de la película y el film no se estrenó en cines eróticos o porno si no que se estrenó en cines comerciales (hoy en día ver escenas de sexo explícito en cines comerciales es lo mas normal del mundo, sobre todo con las películas de terror y, obviamente, eróticas pero en su momento eso debió impactar y llamar la atención sumado a que deja al descubierto tabúes que no suelen ser hablados o expresados públicamente). El guión es bastante inorgánico y por momentos tiende a aburrir un poco ya que es bastante lenta. Pero bueno, como dije anteriormente la vi por lo que fue en su momento (y lo que sigue siendo) y por Silvia Kristel que está muy bella. Así y todo tengo interés por ver el resto de la saga. Las actuaciones y la fotografía son dignas de mencionar ya que están muy buenas. En fin, le pongo 6 mas que nada por las cosas buenas que sí me gustaron (las cuales no son muchas) y por lo arriesgada que fue en su momento. Para cinéfilos o estudiantes de cine recomendable!



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Gurrumín-t200

  • 11 Oct 2010

8


Clasico de culto del cine erotico. Si el genero no es de tu agrado, esta seguramente es la mas imprescindible.



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Críticas: 4


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