Muy buena película basada en impresionantes hechos reales. Los actores están muy bien y la trama avanza con ritmo dramático, mezclado con reconstrucciones del juicio. En definitiva, una muy buena película en la que se denuncia una de tantas injusticias racistas.
Críticas: 2
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Miguel Arkangel
6
El exitoso abogado de Nueva York, Sam Leibowitz, viaja a Alabama, para defender a nueve jóvenes negros acusados de violar a dos mujeres blancas en un tren de carga. Los acusados enfrentan la pena de muerte en la silla eléctrica, con un jurado conformado exclusivamente por hombres blancos, racistas y prejuiciados.
Llegué a este film pensando que era un film Noir. Y me encontré con una agradable obra del género de “abogados”, ya saben, una trama que se desarrolla en torno a un juicio y la figura carismática del incansable abogado defensor, en este caso, un Timothy Hutton solvente y que se inspira descaradamente en roles parecidos interpretados por el gran James Stewart. A Hutton le acompañan un interesante elenco de actores encabezado por el candidato al Óscar David Strathairn (¨Buenas noches, y buena suerte¨), y la fría y bella Leelee Sobieski (¨Nunca juegues con extraños¨).
Hay cierta influencia de “Matar a un ruiseñor”, lo cual está bien, y veremos un final que se sale del tópico del final feliz, apegándose a la verdad histórica, lo cual también está muy bien, mostrándonos el real y cruel peso de la injusticia y del racismo en la tierra de “los justos y los libres”.
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