Hoy en día ¨Paris is burning¨, se ha convertido en una producción muy influyente para la cultura ¨Vogue¨ más mainstream y para el colectivo LGTBIQ; sus tentáculos llegan hasta la más candente actualidad con el show televisivo ¨Rupaul´s drag race¨, que está en ascensión meteórica y cuya puesta en escena, estética incluso lenguaje están muy inspirados en este reportaje, es más, este mismo mes se ha estrenado en ¨FX¨ como gran apuesta de la temporada ¨Pose¨, una serie que cuenta los entresijos de la cultura ¨Ball¨ de los ochenta en las discotecas de ambiente y el día a día de éstas (tan voluntarias como indispensables) familias, justo como hace la obra que tenemos entre manos; dicho estreno, indiscutiblemente, jamás se habría dado sin el éxito que está viviendo la competición de Drag Queens y desde luego, no nos lo podría haber traído otro que no fuera Ryan Murphy, pero de ella hablaremos cuando acabe, dentro de mucho espero.
Pues eso, teniendo en cuenta que esta cultura históricamente marginada está muy de moda, me he visto obligado a revisionar esta crónica, de la que me gustaría aclarar que no es monotemática, sino que habla de un sinfín de problemas sociales de la época como el VIH o la discriminación racial (asuntos que tristemente no son solo de los noventa), se percibe de su visionado que ha sido creada con respeto, incluso entusiasmo, realizan un trabajo nada moralista pero con sentimiento. Se rodó con tal empeño, que se alargó durante seis años, es más, una de las protagonistas es asesinada durante la filmación, las entrevistas fueron escogidas milimétricamente para dar con las más pujantes personalidades del momento.
Realmente es elaborada cien por cien por los protagonistas; latinos, afroamericanos y transexuales se unen en este universo nacido de la aleación entre danza y moda; y son ellos los que relatan sus experiencias, sueños y ambiciones, también los obstáculos que se ven obligados a superar por el camino en un momento en el que ser negro y gay te marcaba para toda la vida, o que eras sistemáticamente perseguido y maltratado por tu identidad sexual, la visibilidad que aporta al colectivo es brutal y saber que de alguna manera esos sueños exisistencialistas se cumplen mediante este documental es emocionante.
Finalmente y teniendo en cuenta que el contenido me apasiona, los protagonistas me provocan admiración absoluta y la importancia que ha adquirido con el paso de los años tengo que ponerle un enorme diez, por atrevido y por sincero. Muy grande. Gigante.
daniddr93
10
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Hoy en día ¨Paris is burning¨, se ha convertido en una producción muy influyente para la cultura ¨Vogue¨ más mainstream y para el colectivo LGTBIQ; sus tentáculos llegan hasta la más candente actualidad con el show televisivo ¨Rupaul´s drag race¨, que está en ascensión meteórica y cuya puesta en escena, estética incluso lenguaje están muy inspirados en este reportaje, es más, este mismo mes se ha estrenado en ¨FX¨ como gran apuesta de la temporada ¨Pose¨, una serie que cuenta los entresijos de la cultura ¨Ball¨ de los ochenta en las discotecas de ambiente y el día a día de éstas (tan voluntarias como indispensables) familias, justo como hace la obra que tenemos entre manos; dicho estreno, indiscutiblemente, jamás se habría dado sin el éxito que está viviendo la competición de Drag Queens y desde luego, no nos lo podría haber traído otro que no fuera Ryan Murphy, pero de ella hablaremos cuando acabe, dentro de mucho espero.
Pues eso, teniendo en cuenta que esta cultura históricamente marginada está muy de moda, me he visto obligado a revisionar esta crónica, de la que me gustaría aclarar que no es monotemática, sino que habla de un sinfín de problemas sociales de la época como el VIH o la discriminación racial (asuntos que tristemente no son solo de los noventa), se percibe de su visionado que ha sido creada con respeto, incluso entusiasmo, realizan un trabajo nada moralista pero con sentimiento. Se rodó con tal empeño, que se alargó durante seis años, es más, una de las protagonistas es asesinada durante la filmación, las entrevistas fueron escogidas milimétricamente para dar con las más pujantes personalidades del momento.
Realmente es elaborada cien por cien por los protagonistas; latinos, afroamericanos y transexuales se unen en este universo nacido de la aleación entre danza y moda; y son ellos los que relatan sus experiencias, sueños y ambiciones, también los obstáculos que se ven obligados a superar por el camino en un momento en el que ser negro y gay te marcaba para toda la vida, o que eras sistemáticamente perseguido y maltratado por tu identidad sexual, la visibilidad que aporta al colectivo es brutal y saber que de alguna manera esos sueños exisistencialistas se cumplen mediante este documental es emocionante.
Finalmente y teniendo en cuenta que el contenido me apasiona, los protagonistas me provocan admiración absoluta y la importancia que ha adquirido con el paso de los años tengo que ponerle un enorme diez, por atrevido y por sincero. Muy grande. Gigante.
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