Relata la locura que contrajo Juana, hija de Isabel y Fernando los católicos, por caer poseída de amor, y en celos y obsesión más enfermizos. La relación de ellos, se siente huera y fría, ante todo, por sus reuniones que son contadas y poco hablan en ellas. La química entre los actores es inexistente, la puesta en escena pese a desembolsarse buenos sacos de monedas en vestuario y figurinistas que más que animar los actos, parecen soldados de terracota con su nula expresividad corporal, se muestra desalmada. Las escenas en formas pictóricas se muestran desangeladas en palacio, la trama es insustancial y la conclusión es gélida como un glaciar. Por otro lado, a modo de anécdota, os hago saber que el advenedizo Eloy Azorín, ignora como ofrecer un mísero papiro a doña Juana...

Pobre, insustancial, fría... O lo que es lo mismo, broza.

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Buen papel en líneas generales de Pilar Lopez de Ayala que sin duda se llevó un Goya más que merecido. Un trabajo con fuerza y grandes registros en su actuación. El resto de papeles un poco mas bajos en esta historia que cuenta las andanzas de la conocida hija de los Reyes Catolicos. Con un buen acompañamiento del maquillaje y el vestuario se desarrolla la locura de Juana acusada por muchos de estar ida y no poder gobernar. Los que les acompañaron están interpretados por personajes un poco sobrevalorados ( donde destaca en mi opinion Felipe el Hermoso) aunque hay que destacar a Manuela Arcuri, fantástica y bella.
Para conocer un poco de la historia de Juana la Loca y deleitarse con Pilar Lopez de Ayala es una opción más que acertada.

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