Ficha 800 Balas

6.50 - Total: 38

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de 800 Balas (6)




Mad Warrior

  • 14 Feb 2022

4



Los que somos fans incondicionales de aquel cine mítico nacido en los grandes desiertos estadounidenses, y por extensión del que emergió en nuestras tierras almerienses, impulsado por Sergio Leone, no podemos olvidar sus escenarios fascinantes, sus legendarias bandas sonoras, sus trepidantes aventuras, y sobre todo sus estrellas...

Y, como es lógico, todos deseábamos ser como ellos, empuñar un rifle o subir a lomos de un caballo con el arte de Cooper, Wayne, Eastwood, Nero o Widmark, y rescatar a la damisela de apuros, o asaltar el banco más importante; pero siempre nos olvidamos de los que estaban en la pantalla, haciendo todas esas secuencias arriesgadas. No eran los actores que luego se lucían frente a la cámara (a veces sí), sino los sufridos especialistas, a quienes por fin se les da voz y reconocimiento; pero lo hace el tan temido y famoso Álex de la Iglesia, ¨perlita durango¨ de nuestro cine que gracias a sus contactos siempre ha sido elogiado por la academia y la crítica sin importar qué tipo de película hacía.
Si la gente lo recuerda empezó el siglo XXI con una pequeña maravilla, retorcida y sorprendente, que no perfecta, como ¨La Comunidad¨, y lo que pensó después fue un proyecto gigantesco de coproducción internacional que tenía al mítico dr. Fu Manchu de protagonista, pero las diferencias con su productor de toda la vida, Andrés Vicente Gómez, le llevarían a abandonarlo, pues el presupuesto se acortaría demasiado. De este modo deja LolaFilms y toma las riendas financieras; un espectáculo ¨western¨ cutre y entrañable en uno de esos poblados perdidos de Almería le dio una idea de lo que podría hacer en lugar de resucitar al villano de Sax Rohmer.

Se averigua con el comienzo de ¨800 Balas¨. Esos exteriores tan familiares, una persecución intensa de caballos y forajidos donde el bilbaíno nos demuestra de nuevo su nervio, algo artificioso, a la hora de filmar acción; y la cúspide de dicha secuencia es un trampolín para saltar a la realidad, quebrar el espacio-tiempo. Como en el ¨Sunset¨ de Blake Edwards (la escena es clavada), De la Iglesia desvela las cámaras y la verdad, nada es lo que parece, y un fatal accidente de rodaje nos lleva, después de unos créditos que son todo un tributo al ¨western¨ y a la serie ¨B¨, adelante en el tiempo.
El que el protagonista de esta historia sea Carlos (cuyo Luis Castro se pasará la mayor parte del film rifándose un apuñalamiento intestinal) invita a observar la realidad desde el punto de vista más infantil, inocente y puro posible; en el seno de una familia rota de clase media-alta este niño detestable se lanza a un sueño imposible: averiguar la verdad sobre el pasado de su fallecido padre. Pero al contrario del Masao de ¨El Verano de Kikujiro¨, marcha solo hasta las lejanas tierras de Almería; y el director, después de tanto melodrama familiar, nos introduce de cabeza en un universo desconocido que contempla con eso, con la fascinación de un niño.

En este caso el del mundo del espectáculo de acción, el de las exhibiciones realizadas por especialistas profesionales; saltos, caídas, golpes, balazos, y unos Sancho Gracia y Ángel de Andrés López encarnando a personajes ya extintos. El bueno de Álex resucita a estos individuos de épocas pasadas y los convierte en desgraciados que malviven por los embaucados turistas, lanzando una mirada deprimente y desoladora sobre su condición, llena de amargura y a la vez ternura; es su versión (salvando muchísimo las distancias y no me condenen por ello) de la ¨Noche de Circo¨ ¨bergmaniana¨ o el ¨Deseo Robado¨ de Imamura.
Se concede por primera vez el protagonismo a los desdichados de la farándula ¨cinematográfica¨, que esperan un sueño que nunca llegará, ponen sus vidas en peligro por unos míseros duros y prefieren vivir de mentiras, mientras se profundiza en la tan conocida relación abuelo-nieto de Carlos y Julián, éste atormentado por sus errores pasados. Todo esto abarca la primera parte; la segunda propone acabar con el sueño, destrozar el recuerdo y dar paso al futuro, y hacerlo por medio de la venganza familiar. Pero en su proceso De la Iglesia se dedica a hundirse en un terreno farragoso, el que siempre ha distinguido a sus obras: el del exceso, la acción desmesurada, el delirio autocomplaciente, la necesidad anárquica y destructiva.

Esta segunda mitad la inicia, literalmente, esa discutida secuencia que todos nos sabemos (por la que con seguridad todos recuerdan el film y que permanece en la memoria como una de las más infames y vergonzosas de la Historia del cine español) y el desembarco de unos japoneses; aquí la fiesta y la farándula se terminan con la resaca y el cineasta se lanza a una lucha encarnizada entre la preservación de la Historia y el sueño contra una sociedad violenta y avasalladora, encarnada en codiciosos empresarios y (¡cómo no!) las fuerzas del orden (aquí representadas de un modo cutre, cruel y deleznable).
Se homenajea claramente a Hawks y su ¨Río Bravo¨, a Eastwood y su ¨Fuera de la Ley¨, a Sturges y su ¨Desafío en la Ciudad Muerta¨, y sobre todo a Leone (y a Tarantino, ¿eh?), concentrando la acción en el pueblo como último reducto de una tradición que merece ser conservada; pero se pierde en el esperpéntico efectismo, en trazos dramáticos algo fuera de lugar. La narrativa se estanca en un espectáculo tan épico y grandilocuente como presuntuoso y tedioso, y conducido hacia una conclusión en parte inevitable, en parte forzada; esto no quitó para que, por supuesto, ¨800 Balas¨ fuese elogiada y acabara en los Goya (pues claro...).

En realidad una de las mayores virtudes son los actores, entregados a sus simpáticos, irritantes y chiflados personajes, en especial Luciano Federico, Enrique Martínez, el genial Eduardo Gómez (con el que te tienes que reír), Manuel Tallafé y Ángel de Andrés, siempre magnífico.
Eso sí, lo de incluir a ¨Eastwood¨ en ese supuestamente épico colofón es para practicarle al director una operación de apendicitis sin anestesia...



Me gusta (1) Reportar

lmbc

  • 1 Jan 2021

6


Una gran parodia del cine Western, y desde un punto de vista español. Vale, de acuerdo, la película peca de ser un poco casposa, pero como parodia me ha hecho más gracia que el 90% de las parodias americanas. Y es que la película lo tiene todo: acción, efectos exagerados y mucho humor autoparódico. Saber reirse de sí mismo, algo en lo que Alex de la Iglesia se ha ido convirtiendo en un experto (y lo digo desde el respeto a este director).

No es un películón, pero es muy disfrutable como parodia western. Además explota muy bien toda la cultura pop generada en torno al spaguetti western.



Me gusta (0) Reportar

Parnaso

  • 25 Jan 2015

4


800 BALAS

De De la Iglesia,es una peli que hace homenaje al Westerm de la época convinando humor soez que agota al personal y acción desmesurada que lo alarga sin necesidad dando por finalizado un film que al principio parecía iba a deleitarnos con algo sustancioso pero que con el paso de los minutos la cosa se vuelve en un sin sentido de aupa,agotando y aburriendo al espectador con sus alargamientos de escenas de acción y tacos por doquier,me ha parecido aburrida y cansina,2 horacas de duración de hastío perpetuo.

Lo mejor:Terele Pavez,Carmen Maura y por supuesto ¨El colgao¨(Eduardo Gómez).

Frasaca de la peli:¨Tanto espectáculo y tanta hostia¨by ¨El Colgao¨ jejejeje



Me gusta (1) Reportar

elalfon

  • 22 Nov 2012

6


Lo que más me gusta de las películas de Alex de la iglesia es cuando utiliza este humor tan español de reírnos de nosotros mismos, incluso de lo que parece bueno, termina sacando las carcajadas al español estándar, y es que hay que decirlo, si hay algo en el que ganemos a todos es en reirnos de nosotros mismos, y eso muestra Alex de la iglesia.

En 800 balas que ocurre? que este señor hace una historia riéndose del mundo perdido del spaguetti western en España, más en concreto en Almería, una especie de homenaje a esos hombres de los que nadie se acuerda, pero que aun así viven cada día pensando que fueron estrellas, cuyo personaje principal está interpretado muy buenamente por el que falleciera hace unos pocos meses, Sancho Gracia, un viejo español malhablado y que habla de sí mismo como si hubiera cagado el spaguetti western él solo...

Pero la película resulta irregular, porque si bien es cierto que tiene sus momentos divertidos y ácidos, las lagunas en las que ocurren cosas que no importan en absoluto son muy constantes y propensas en un film bastante largo, y hay una mezcla de ternura y drama con el mal gusto, puterío y guarradas españolas constantemente, como si no supiera el director hacia donde quería enfocar el film, que en términos generales para cualquiera que sea un poco exigente resultará molesto.



Me gusta (0) Reportar

[email protected]

  • 26 Apr 2012

9


Sin duda una de las mejores y mas notables película de alex de la Iglesia que para los que no le gusten el género western es posible que no les sea llevadera esta película. Ha mi se me hizo muy entretenida pero los gustos son gustos. Mezcla el western con la era actual y eso lo hace mas entretenida. Muy recmendable.



Me gusta (0) Reportar

Terracota

  • 28 Sep 2010

6


Tiene sus momentos buenos pero esperaba muchísimo más viniendo de Alex de la Iglesia.
Puede defraudar a quien espera una cinta de constante humor.



Me gusta (1) Reportar

Críticas: 6


Escribir crítica

Tendencia de puntuaciones

0
0%
1
2%
2
0%
3
0%
4
10%
5
7%
6
31%
7
23%
8
13%
9
2%
10
7%