Ficha Tú, Kimi y Yo


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Críticas de Tú, Kimi y Yo (1)




bigladiesman

  • 22 Jan 2015

7


Simpática película que recuerdo de haber visto en mi tierna infancia y a la que he querido dar una oportunidad como treintañero.

Un Jerry Lewis en la cúspide de su carrera es Gil Wooley, un mago de pacotilla que va a Japón a entretener a las tropas americanas con su conejo Harry, un animal más listo que el hambre y la verdadera estrella de la película. La canadiense-japonesa Nobu McCarthy es Kimi Sikita, una chica nipona por la que Wooley bebe los vientos y cuyo sobrino huérfano Mitsuo adora al gafe mago (mú tien¨no tó) y la actriz básicamente televisiva y de doblaje Suzanne Pleshette es una sargento que por su parte bebe los vientos por Wooley. La sexy pero desdichada Marie McDonald es la terrible diva Lola Livingstone, víctima de las torpezas de Jerry Lewis. Sessue Hayakawa, que acababa de triunfar con ¨El puente sobre el río Kwai¨, se autoparodia como un veterano militar, padre de Kimi: se está haciendo construir un puente igual en su piscina y jura que él no salió en dicha película aunque se lo digan todo el rato.
Los fans de Kurosawa reconocerán al gigantesco wrestler Namigoro Rashomon como el celoso y bestiajo prometido de Kimi, que tres años después destacaría, y mucho, en ¨Yojimbo¨ como Kannuki, uno de los hombres del clan del pérfido Unosuke, y el que pone a Sanjuro en más aprietos. El inglés roto de Rashomon y su vis cómica (que veremos también en ¨Yojimbo¨) lo hacen un personaje importante en la película.

El guion ofrece lo de siempre en las películas de Jerry Lewis: muchas muecas, por supuesto mucho humor físico, juegos con el cuarto muro, algún chiste verde para la época (herencia de sus pelis con Dean Martin) y un argumento simple y amable: Wooley es el único que puede hacer reír a un niño japonés extremadamente depresivo, se enrolla con la joven tiíta del chiquillo. Se combinan bastantes chistes afortunados - los del conejo me pillan siempre, y amo cuando se pulveriza el cuarto muro - con algunos terribles. Las escenas tiernas-tristes me sobran mucho.

Técnicamente es una película hecha con presupuesto holgado, y se nota: hay una buena variedad de decorados, el color está bien usado y los trucos de cámara funcionan. La música es más bien discreta.

Una de las primeras comedias de Jerry Lewis en solitario, cuando aún no había acabado de madurar su estilo, cosa que no lograría hasta ¨El botones¨, por lo que resulta bastante irregular. De todas maneras es bastante agradable y entretenida en general.



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