Ficha La Última Noche de Boris Grushenko

7.12 - Total: 23

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Críticas de La Última Noche de Boris Grushenko (7)




TANO

  • 21 Mar 2023

8


En esta ocasión Woody Allen nos trae una comedia histórica en la época de Napoleón, donde su protagonista (por supuesto, él mismo) es un pobre desgraciado cobarde que no quiere ir a la guerra y que acaba siendo un héroe en esta.
Con diálogos que pretenden ser muy profundos (ahí está la gracia), y montones y montones de situaciones de puro humor absurdo muy muy disfrutable, este gran director-guionista-actor consigue hacerte pasar un muy buen rato.



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Mad Warrior

  • 7 May 2021

10



Un hombre, un pobre desgraciado será juzgado por un crimen que jamás cometió, a las 6 de la madrugada...¡tenía que ir a las 5, pero tenía un abogado listo!, ¡consiguió indulgencia!
Y él, Boris Grushenko, va a narrarnos su emocionante a la par que desafortunada historia.

[¡La cosecha, el grano! Los campos rebosantes de trigo...]

¨La Última Noche de Boris Grushenko¨ significó para Woody Allen su película más graciosa y más lograda de aquella primera etapa como realizador, cuando ya disfrutaba de un gran éxito gracias a la disparatada ¨El Dormilón¨ y tras hacer una excepción a una norma que decidió seguir desde su pésima experiencia en ¨Casino Royale¨ (la de no aparecer en más trabajos salvo los escritos y dirigidos por él). Excepción cuyo nombre fue ¨La Tapadera¨, dirigida por el interesante Martin Ritt: afilada incursión en el terreno político sobre la extenuante Caza de Brujas del periodo ¨mccarthista¨, estrenada en 1.976.
Mientras, escribe en solitario y con mucha dificultad una comedia regada de suspense situada en su ciudad predilecta; deja este proyecto (que precisará de una maduración de casi dos décadas para convertirse en ¨Misterioso Asesinato en Manhattan¨) y prepara una nueva sátira, esta vez abordada desde la mofa hacia la gran literatura rusa, por la cual profesa un íntimo conocimiento y cariño (aunque quizás hubiera preferido quedarse en New York, pues según dijo nunca se enfrentó a un desafío igual para filmar en terreno europeo (Hungría y Francia) ).

[...El trigo, ¡en la vida no hay más que trigo!]

Un presupuesto abultado seguramente no compensó el tener que lidiar con mal tiempo, malas comunicaciones, mala comida y las dificultades técnicas de un rodaje caótico que incluía a un operador de cámara belga, un equipo francés, ayudantes húngaros y numerosos extras rusos (por ello Allen juró no volver a salir de EE.UU.). Pero mereció la pena; regresa para encarnar a un héroe atípico, cobarde, sinvergüenza y anacrónico como Miles Monroe, aunque Boris, más entrañable y perspicaz, pertenece a una Rusia recién entrada en las cruentas Guerras Napoleónicas. Escuchemos su gesta.
Boris, esperando su ejecución, nos relata su vida, empezando en su dura niñez y saltando (a través de una gigantesca elipsis) a su edad adulta; como en trabajos anteriores Allen apuesta por la velocidad y el vértigo narrativo, colando imaginativos ¨gags¨ visuales que deben mucho a las clásicas comedias de Chaplin, Keaton, los hermanos Marx y Bob Hope (¨Monsieur Beaucaire¨, protagonizado por éste último, parece ser otra importante inspiración de la que se recogen no pocas similitudes), todos ellos magnificados por la bella fotografía del experto Ghislain Cloquet y la música de Sergei Prokofiev.

[¡Un trigo, dos trigos, tres trigos! ¡Inmensas montañas de trigo!]

Enamorado de su prima Sonja, el pacifista Boris ha de partir a una guerra en la que no desea participar, y forzado a ello termina convertido en héroe. Mientras prosigue a un ritmo frenético la farsa disparatada sobre lo histórico (del mismo modo que aquel año pudieran hacer los Monty Pyhton en ¨Los Caballeros de la Mesa Cuadrada¨), Allen convierte en objeto de parodia a sus admirados George Gurdjieff, Pyotr Kropotkin, Lev Tolstoy, Pyotr Ouspenskii y sobre todo Fyodor Dostoevsky. Los diálogos descacharrantes se cruzan así con debates laberínticos e inexplicables sobre duda filosófica, introspección psicológica y profunda angustia existencial.
Crece como guionista y sus sarcásticos trabalenguas evolucionan hacia registros más ingeniosos, al tiempo que brinda homenajes nada disimulados a otras figuras clave como Chéjov, Eisenstein y Bergman. Que Boris deba acabar con la vida de un dictador tirano contra su voluntad nos remite a ¨Bananas¨ y ¨El Dormilón¨, pero el verse amenazado constantemente por la presencia de la muerte (como Antonius en ¨El Séptimo Sello¨) y que lo exponga por medio de diálogos e interpelaciones al espectador (recurso al que se aferrará a partir de este film), escora la historia, si bien no deja de ser una comedia, hacia devenires oscuros y amargos.

[¡Trigo amarillo, trigo rojo, trigo con plumas! ¡Crema de trigo!]

Se puede afirmar que ¨La Última Noche de Boris Grushenko¨ abre un nuevo escollo en la filmografía de su director y sirve como perfecto puente, rocambolesco y trágico, entre sus primeras comedias alocadas y sus futuras autobiografías más sombrías, las cuales se iniciarán a partir del milagro de ¨Annie Hall¨. Además se halla atravesada de momentos fascinantes que rompen con el tiempo, la forma y su propio estilo (Boris dudando si asesinar a Napoleón, su discusión con Sonja temiendo por su duelo con Lebedokov, la revelación divina en la prisión...).
No hay ni rastro de naturalismo en estos diálogos/monólogos filmados en planos cerrados sobre los rostros de los personajes que piden la complicidad del espectador (antes de que lo hiciera Alvy Singer en la cola del cine), sino un absurdo y maravilloso surrealismo que eleva la película a otro nivel. Diane Keaton también se sigue reafirmando como actriz cómica, y ya empieza a dejar de ser un mero contrapunto a la comicidad verbal de Allen; después, un magnífico elenco secundario donde cabe destacar a Lloyd Battista, Despo Diamantidou, Harold Gould, James Tolkan o la siempre preciosa franco-rusa Olga Georges-Picot (aquí más explosiva que nunca), todos dando vida a personajes realmente impagables.

[Sólo es mediodía...pronto estaremos cubiertos de trigo...]

Puede que el neoyorkino aún debiera pulirse un poco como director y que el éxito no acompañara a su nueva propuesta del mismo modo que a ¨El Dormilón¨, sin embargo ésta seduce a un público muy amplio en el extranjero y nadie puede negar a día de hoy el importante paso que supuso para su carrera.
Está coronada, además, con uno de los colofones más memorables de toda la Historia del cine (por lo menos del cine cómico).

[¿Has dicho ¨trigo¨?]

[Trigo...estoy muerto y están hablando de trigo...]



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[email protected]

  • 23 Sep 2015

8


Genial comedia cultural del groso de Woody Allen. Está muy bien actuada, con una trama mas que buena, graciosa y delirante. Parece mucho mas moderna, no parece de 1975 ni a palos. Este es el Woody que quiero que vuelva y dudo mucho que pase, este fue su mejor momento, estas épocas. Tiene varias escenas en las que realmente te morís de risa de lo delirante que son, esto es realmente humor inteligente. Sinceramente me encantó. Muy buena, la recomiendo.



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anonimo

  • 21 Mar 2013

8


Otra estupenda comedia del genial y divertidisimo Woody Allen.Esta vez nos translada a la guerra de Rusia contra Francia,en una divertida y original comedia,con unos puntazos excelentes,un guion maravilloso y unas escenas hilarantes.Muy recomendable.



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JavierYanguas

  • 29 Dec 2012

8



-Debería haber hecho el amor contigo con más frecuencia.
-A mi me hubiese bastado con una sola vez.

Se podría decir que ¨La última noche de Boris Grushenko¨, es la última película de la antigua época de Woody Allen, lo cierto es que es un genio, no se va a volver a repetir algo así, un tipo cuyas películas, son todas geniales, en su totalidad, habrá algunas mejores, otras serán peores, pero todas acaban gustándote, todas acabarán haciéndote reír con las ocurrencias del maestro.

Me interesé por ¨La última noche de Boris Grushenko¨, porque Woody Allen en carne y hueso declaró que la escena más difícil que había tenido que rodas, pertenecía a esa película, concretamente, las del campo de batalla, de ahí que me interés por la película aumentara.

Lo cierto es que ¨La última noche de Boris Grushenko¨ sirve como nexo entre su primera época, y la que vino después con películas como ¨Annie Hall¨, ¨Manhattan¨ o ¨Hannah y sus hermanas¨, porque tiene muchísimas cosas de películas como ¨Bananas¨ o ¨Toma el dinero y corre¨, humor absurdo, gags sin parar que harán que te tronches...Mientras que tiene filosofía, paradigmas y cosas interesantes que se verán en sus trabajos más profundos. (Me ha recordado bastante a ¨El Dormilón¨, que también podía servir como puente entre sus dos épocas más diferenciadas).

Woody Allen vuelve a confiar en su musa Diane Keaton, con quien ya sabéis, mantuvo una relación amorosa...Lo mismo le sucedió con Mia Farrow (¨La semilla del diablo¨) Diane Keaton crea un personaje maravilloso, una mujer ligerita de cascos de la que está enamorado Woody Allen, mientras que ella decide acostarse con todo ser viviente...menos con Wody Allen, el buen Boris Grushenko, un personaje mítico en su filmografía.

Woody Allen, para no variar, se vuelve a interpretar a si mismo en un largometraje, así es, pero a los que admiramos a este genio nos gusta así, nos gusta ver a Woody Allen haciendo el payaso en la pantalla de cine, para eso pagamos, de hecho, cuando veo alguna película del maestro en la que el no sale, no me acaba de llenar...Si acaso ¨Si la cosa funciona¨ pero porque el personaje protagonista de la película (Por cierto, llamado Boris) es el mismo Woody Allen, interpretado por otra persona.

Aunque ¨La última noche de Boris Grushenko¨ me ha parecido sencillamente brillante, no acaba de ser redonda como si es ¨Bananas¨, además, tiene grandes fallos de montaje, como ya vimos en ¨Toma el dinero y corre¨ Tiempo después corrigió ese problema, y nos brindó obras maestras.

No es la mejor de Woody, de hecho, no está entre las mejores, pero sigue siendo muy superior a casi todas las comedias que he tenido el placer de ver, me he reído como un cochino, como acostumbre, que grande eres gafas.



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Mad Warrior

  • 11 Jun 2011

8


Lo típico de Allen desde ¨Toma el Dinero y Corre¨.
Una divertidísima cinta repleta de los mejores ¨gags¨ y los chistes más tronchantes que se le pueden ocurrir a este genio,además de aquellas conversaciones llenas de complicada filosofía.
Los momentos de Allen en el ejército ruso,como aquel en que aparece con unas animadoras en mitad del campo de batalla,son suficientes para visionar esta película clásica.



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thebaduel20

  • 29 Sep 2010

7


es una especie de mezcla de barry lyndon con el septimo sello al estilo woody allen
tiene sus cosas buenas, pero tambien sus detallitos
normalona película



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Críticas: 7


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