Polis duros contra delincuentes rápidos. En las carreteras de la inmensa Hong Kong se dan persecuciones día a día, frenéticas y peligrosas.
Cheang Pou-Soi nos mete de cabeza en una excitante aventura de velocidad terminal donde se decidirá quien puede salir triunfador o morir en el intento, si los del lado de la ley o del crimen.

Cheung es un joven y valiente policía perfecto para conducir, para quemar los neumáticos en la carretera; su mente siempre está en el acelerador y ha hecho de ello una obsesión. Por eso mismo se halla trabajando para el cuerpo de policía de Kowloon, en una unidad especial que se dedica a atrapar criminales en fuga, tanto como si son ladrones, corredores ilegales o simples infractores; pero el gusto por el peligro y sus maneras tan poco ortodoxas hacen la pascua a su compañero Lo, un veterano a punto de jubilarse, y a su jefe Chong.
Tras pasar a control de radares, Cheung y Lo se cruzan en el camino de Jiang, un conductor experto que protagonizó exitosos robos y al que nunca lograron pillar. Éste es detenido y encarcelado por circular a gran velocidad, pero su objetivo era sacar de la misma cárcel a un compañero suyo, Wong, un experimentado ladrón con el que planea un gran golpe: hacerse con un diamante de incalculable valor. Cheung es derrotado en la persecución de Jiang, por lo que se toma el atraparle como un asunto personal; Lo, quien sufrió un grave accidente en el pasado intentando detener al criminal, le ayudará a conseguirlo.

Desde tierras asiáticas, más concretamente chinas, nos llega otro nuevo ¨thriller¨ de acción con todos los tópicos y estereotipos que pueda contener el género, que si en algo nunca ha defraudado a sus más acérrimos fans (donde se incluye un servidor) es en ofrecer un eficaz entretenimiento, sirvan de ejemplo los numerosos títulos que han aparecido en los últimos años en la cartelera: ¨Invisible Target¨, ¨Eye in the Sky¨, ¨Dragon Squad¨, ¨Fire of Conscience¨ o las muchas aportaciones de Johnnie To. Precisamente el director, aprovechando un breve paréntesis entre ¨Romancing in the Air¨ y ¨Drug War¨, una de sus mejores obras, volvería a ejercer de productor.
Y lo haría a través de su compañía Milkyway Image para un proyecto realizado por Cheang Pou-Soi, con quien ya había colaborado tres años antes en el interesante y premiado film de suspense y acción ¨Assassins¨ (o ¨Accident¨). La historia, escrita Joey OBrien, Francis Fung y Szeto Kam-Yuen (también guionista de la mencionada ¨Assassins¨), se presentaba como una variante asiática de la conocida serie ¨Alerta Cobra¨ mientras flirteaba con las películas de coches y persecuciones enfocadas al público joven, en plena efervescencia en el momento, cuando se había estrenado poco antes la quinta entrega de ¨A Todo Gas¨.

¿Encontramos en ¨Motorway¨ un guión original? Por supuesto que no, pues sucumbe a los clichés más vistos y oídos del género: una trama que deriva de las clásicas películas de acción con policías persiguiendo criminales a toda velocidad, mamando de ¨The French Connection¨ o ¨Bullitt¨, por poner algún ejemplo que se aproxime. ¿Sus personajes son carismáticos? Bueno, tenemos al típico poli joven, atrevido y más chulo que un ocho, que siempre quiere superarse a sí mismo, más aún cuando el último delincuente al que perseguía le dejó en ridículo, sin faltar el compañero del protagonista, el mentor, ese agente que espera su retiro y que sólo desea tranquilidad.
Lo mejor de Pou-Soi es que no pierde el tiempo con pretextos ni segundas intenciones (valga ese personaje totalmente gratuito y desaprovechado de la chica a la que Cheung se intenta ligar), él va al meollo del asunto, con la vista puesta en la carretera, el cuentakilómetros y el chirriar de los neumáticos, garantizando un excitante espectáculo mientras se desarrolla una sencilla intriga propia del ¨thriller¨ policíaco, con su drama y su suspense. Tampoco hay ambigüedades ni giros truculentos; sabemos que Cheung se empleará a fondo para cazar al malo, sabemos que a Lo le pasará algo terrible y que el chico le vengará, aunque siempre, ni que decir tiene, dentro de la ley, que para eso es policía.

Shawn Yue vuelve, una vez más, a interpretar el mismo papel al que se ha aficionado: el novato con ganas de dar caña y modales a lo Chow Yun-Fat; Cheung no disgusta y cae simpático, un personaje bastante plano y fácil. De secundarios tenemos a conocidos rostros del cine chino: Lam Ka-Tung, Michelle Ye y el siempre genial Anthony Wong, quienes han compartido pantalla en más de una ocasión.
Montaje frenético, un buen trabajo de fotografía por parte de Fung Yuen-Man y Tse Chung-To y una puesta en escena ágil y vibrante. ¨Motorway¨ no necesita más para cautivar durante hora y media al fan del cine de acción. Sin embargo el final, previsible y flojo, deja mucho que desear; no así, el film logró una nominación a Mejor Película en los Hong Kong Film Awards.

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