Al final de la película, cuando se revela quién es el malo, las dos protagonistas estaban tratando de desatarse de las sillas en las que estaban retenidas. Una de ellas, incluso, ya lo había conseguido y el agente de la DEA pudo verlo. Sin embargo, cuando, acto seguido, entra el torturador, hace que está atada otra vez y al agente de la DEA corrupto no se le ocurre avisar a su compañero de este suceso... No, mejor deja lo maten y huyan.
Sydman
Al final de la película, cuando se revela quién es el malo, las dos protagonistas estaban tratando de desatarse de las sillas en las que estaban retenidas. Una de ellas, incluso, ya lo había conseguido y el agente de la DEA pudo verlo. Sin embargo, cuando, acto seguido, entra el torturador, hace que está atada otra vez y al agente de la DEA corrupto no se le ocurre avisar a su compañero de este suceso... No, mejor deja lo maten y huyan.
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