Decir que el cine español está por los suelos no es un dato nuevo ni sorprendente, muchos pueden ser los culpables: la subvención del ministerio de cultura a basuras, a los productores, directores, etc
Pues bien, había un tiempo, parece ser olvidado, en el que en España hacía cine de una calidad que no podía envidiar a nadie, etc, y actores de una calidad por encima de la grandeza. Eso es lo que se ve en Los Santos Inocentes.
Los Santos Inocentes es la adaptación de una novela de Miguel Delibes llevada magistralmente al cine. Al principio no tenía demasiadas ganas de verla pero el personaje de Paco Rabal y los paisajes extremeños me imnotizaron, y a día de hoy me alegro de haberla visto en lugar de dedicarme a hacer cualquier cosa inútil, ya que ver esta película desde luego no es perder el tiempo.
Dura, cruel, y muy cercana gracias a cada una de las imágenes, diálogos, interpretaciones... Y eso que no viví aquella época, de hecho... recomendaría verla con alguien que sí viviera aquella época, es una experiencia muy emotiva.
No puedo encontrar un adjetivo para describir la actuación de Paco Rabal... ¿Impresionante?¿Perfecta? Bufff, es que se me pone la piel de gallina con ese personaje, lo digo en serio, es que parece que él sea así, es que es imposible que alguien interprete de esa forma tan perfecta... sin duda, es de esos actores que hoy en día apenas nos quedan.
El resto también es impecable, desde el ¨señorito¨ Juan Diego, que de verdad, se le coge un odio tremendo, la madre sufridora Terele Pávez, y la segunda mejor actuación de todas, la de Alfredo Landa... cada diálogo, cada gesto, cada mirada, se siente, se siente su sufrimiento.
El final es perfecto, todo el mundo que vea la película está deseando que ocurra algo así, parece que no llegará, que es imposible...
Hasta el momento, no había visto una película en la que me emocionara tanto como esta, y es de la madre patria España... sí, definitivamente, ya no se hacen películas como estas.
El simple hecho de recordar esta película me pone los pelos de punta, pues la considero una autentica joya dentro del cine patrio.
Una historia bien contada, nos traslada a la España de los años sesenta en Extremadura, donde Paco, un campesino local trabaja como sirviente, jornalero, mayordomo e incluso en época de caza sirve de perro para su señor, y soporta todo eso solo para poder dar un mejor futuro para sus hijos, soportando toda clase de humillaciones, viviendo eternamente con el miedo a hacer algo mal y ser despedidos.
Las actuaciones son soberbias empezando por Alfredo Landa como Paco, inolvidables sus escenas de perro y sus intentos de acompañar a su señor a su campeonato de caza pese a tener una pierna rota y escayolada, Terele Pávez como madre afligida por no poder atender a su hija mayor que tiene una extraña enfermedad que le impide levantarse de la cama y solo emite unos espantosos gritos, eternamente angustiada porque sus otros hijos sean capaces de hacer sus tareas bien sin enfadar a los señores, Juan Diego como el señorito sin escrúpulos de ninguna clase, pero sin duda la mejor actuación de la película es la de Francisco Rabal como Azarías un personaje que presenta algún tipo de retraso mental y una alarmante falta de higiene, es sin embargo afectuoso aunque ininteligible cuando habla, sin duda el personaje más carismático e inolvidable junto a su grajo (“milana bonita, milana bonita” inolvidable esa frase)
En fin no me alargo mas, cine español del bueno, bien hecho, del que no me deja cambiar de canal cuando me la encuentro haciendo zapping, la ultima vez se me hicieron las 3 de la madrugada, se la recomendaría a más de un director español para enseñarles que sin enseñar tetas y culos todo el rato se pueden conseguir películas estupendas. Un 10 y no hay más que hablar.
Críticas: 3
Parnaso
8
LOS SANTOS INOCENTES
Dirigida por Mario Camus allá por el año 84,cuenta la vida de una familia pobruna en la época del franquismo que está a orden y mando de un señorito llamado Iván que es capaz de esclavizar al patriarca de la familia hasta el punto de llevarle como perro de cacería incluso estando cojo,memorable el momento en que El señorito ni se inmuta en ir hacia Alfredo y es este el que se mueve hacia él...Demostración de jerarquía,chulería y menosprecio.Se suma a la familia las enfermedades de Azarías y una de las hijas mas el pasotismo del hijo.
Las localizaciones son muy buenas,las actuaciones igualmente,entretiene y describe muy bien la soberbia del jefazo y el aturdimiento de los mandados.
Otro memorable momento,cuando Azarias empieza a contar mazorcas de maíz:1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,42 jajaja,Grande.
Muy recomendable
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