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Una de las obras mas inmensas que he visto en los últimos años. Su sencillez la hace grande en todos los sentidos. Maravillosa y profunda, oscura y bella. Una película que surge de las profundidades para calarte el alma de tristeza. Los hermanos Coen vuelven a mostrar su maestría, en la que para mi es, su película mas sincera y conmovedora. Con una fotografía y ambientación de verdadero lujo, un guión mágico, con situaciones de puro humor Coen, de diálogos maestros, de situaciones tan sencillas como transcendentales a su vez. Una dirección perfecta, y unas actuaciones sumamente maravillosas, en especial la del protagonista Oscar Isaac que lleva la película a sus hombros y nos regala la interpretación de un perdedor (orgulloso y muy capullo) que traspasa al espectador. Todo ello coronado con una banda sonora maestra, una música folk que para mi gusto hace sentir todo tipo de emociones y que transmite una época y una historia increíblemente profunda. Sin duda alguna una obra gigantesca, que parece que lo es sin querer, con escenas magistrales y profundas como la apertura del film cantando en el oscuro y triste pub donde se saca ese poco dinero que tiene y la de la canción al padre en la residencia, que sin duda encogen el corazón por la simple sinceridad y sencillez que transmiten, siempre al lado de esas maravillosas canciones. Una película, que al menos en mi caso, perdurara en la memoria.

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