Un año después de haber protagonizado ¨Gilda¨ y de haberle administrado a Rita Hayworth una bofetada cuyo impacto inicial se ha ido diluyendo tanto en el tiempo como en la suma de bofetadas que se han propinado desde entonces, y con una dosis de violencia, rudeza y brutalidad muy superiores, Glenn Ford vuelve a enfrentarse a una hermosa mujer, quien tratará de utilizarlo en beneficio propio, aunque en esta ocasión sin el suculento trasfondo romántico que sostenía y dotaba de un morbo especial la historia de ¨Gilda¨. El mismo morbo que mece la historia de Rick Blaine e Ilsa Lund en ¨Casablanca¨: un antiguo amor contrariado, que no se consumó debidamente y dejó abiertas tan hirientes como discrepantes interpretaciones.
Aquí la situación es mucho más simple. Mike Lambert, un ingeniero de minas en el paro, aprovecha la oportunidad de conducir un camión a destino para ganarse unos dólares. Llega a él sin frenos y tiene que provocar un accidente, estrellando el camión, para detenerlo. Mientras se repone del susto con un café en el bar “La Paloma” hace su aparición Paula. No hay duda de que, como ya la he calificado, es una hermosa mujer, aunque carece de lo que hace unos años se conocía como sex-appeal, lo que precisamente le sobraba a Rita Hayworth. Janis Carter, algo mayor que ella (28 contra 34 años cuando interpretaron sus respectivos papeles en estas películas), tiene, no obstante, una característica muy singular: podría ser la amiga guapa de los padres de uno, es decir, algo así como una Mrs. Robinson de ¨El graduado¨.
Mike Lambert - otro paralelismo con el Johnny Farrell de ¨Gilda¨ - no tiene un duro, y echa mano también de los dados para poner remedio a su situación pecuniaria.En este caso no se produce la intervención de ningún Ballin Mundson con su “punzante amigo”, sino que es la propia Paula, que ya ha decidido la utilidad que puede tener Mike para sus planes personales, quien acude en su socorro. Y aquí lo dejamos, no sea cosa que los talibanes anti aguafiestas consideren que se traiciona el elemento sorpresa en el desarrollo y final de la película y me condenen al fuego eterno.
Toribio Tarifa
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Un año después de haber protagonizado ¨Gilda¨ y de haberle administrado a Rita Hayworth una bofetada cuyo impacto inicial se ha ido diluyendo tanto en el tiempo como en la suma de bofetadas que se han propinado desde entonces, y con una dosis de violencia, rudeza y brutalidad muy superiores, Glenn Ford vuelve a enfrentarse a una hermosa mujer, quien tratará de utilizarlo en beneficio propio, aunque en esta ocasión sin el suculento trasfondo romántico que sostenía y dotaba de un morbo especial la historia de ¨Gilda¨. El mismo morbo que mece la historia de Rick Blaine e Ilsa Lund en ¨Casablanca¨: un antiguo amor contrariado, que no se consumó debidamente y dejó abiertas tan hirientes como discrepantes interpretaciones.
Aquí la situación es mucho más simple. Mike Lambert, un ingeniero de minas en el paro, aprovecha la oportunidad de conducir un camión a destino para ganarse unos dólares. Llega a él sin frenos y tiene que provocar un accidente, estrellando el camión, para detenerlo. Mientras se repone del susto con un café en el bar “La Paloma” hace su aparición Paula. No hay duda de que, como ya la he calificado, es una hermosa mujer, aunque carece de lo que hace unos años se conocía como sex-appeal, lo que precisamente le sobraba a Rita Hayworth. Janis Carter, algo mayor que ella (28 contra 34 años cuando interpretaron sus respectivos papeles en estas películas), tiene, no obstante, una característica muy singular: podría ser la amiga guapa de los padres de uno, es decir, algo así como una Mrs. Robinson de ¨El graduado¨.
Mike Lambert - otro paralelismo con el Johnny Farrell de ¨Gilda¨ - no tiene un duro, y echa mano también de los dados para poner remedio a su situación pecuniaria.En este caso no se produce la intervención de ningún Ballin Mundson con su “punzante amigo”, sino que es la propia Paula, que ya ha decidido la utilidad que puede tener Mike para sus planes personales, quien acude en su socorro. Y aquí lo dejamos, no sea cosa que los talibanes anti aguafiestas consideren que se traiciona el elemento sorpresa en el desarrollo y final de la película y me condenen al fuego eterno.
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