Ficha Un Ratoncito Duro de Roer

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Críticas de Un Ratoncito Duro de Roer (1)


mahotsukai

  • 6 Oct 2017

8


Entretenida y efectiva comedia familiar dirigida por Gore Verbinski (Saga “Piratas del Caribe”, 2003-2007)

Los hermanos Smuntz heredan una vieja y casi quebrada fábrica de cuerdas de su padre, a la par que en su lecho de muerte les hace jurar que la conservarán. Sin embargo, las grandes deudas bancarias que el viejo Smuntz tenía y la llegada de una tentadora oferta harán que se enemisten, hasta que encuentren los planos de una vieja casa destartalada, habitada por su inteligente ratón, que no está dispuesto a abandonar su hogar.

El inesperado éxito de “Babe” (1995), que incluyó por primera una nominación a los Oscar a la mejor película a un film de animación real, posibilitó que la recién creada Dreamworks, de propiedad de Steven Spielberg, hiciera hasta lo imposible para reclutar al animador Charles Gibson, el hombre detrás del éxito de la película sobre el cerdito parlante, para hacerse cargo de los efectos especiales de lo que sería “Mousehunt” (1997), a la postre, la segunda película de los recién creados estudios, sólo después de “Amistad” (1997) del propio Spielberg.

Además de Gibson, los productores Bart Brown, Bruce Cohen y Tony Ludwig integrarían en la dirección a Gore Verbinski, que debuta precisamente con este film en Hollywood, de una forma muy pragmática y eficiente, éxito que lo llevaría posteriormente a que se le ofreciera el remake de la japonesa “リング” (1998), “The Ring” (2002) y luego “Pirates of the Caribbean” (2003). Sin embargo, la eficacia de “Mouse Hunt” (1997) como comedia familiar no radicará sólo en la habilidad de Verbinski por otorgarle un ritmo dinámico y por momentos trepidante a las aventuras del ratón contra los hermanos Smuntz, sino precisamente por tener un guión inteligente, dinámico y absurdo, con toques de fantasía, dirigido a los más chicos de la casa y que seduce sin mayores aspiraciones pero con éxito a los adultos.

El guión desarrollado por Adam Rifkin (“Pequeños Guerreros”, 1998), en la práctica, propone una nueva versión de la clásica historia entre el gato y el ratón, como metáfora entre el peculiar enfrentamiento de dos desesperados humanos y un simpático y casero ratoncito. Para ello, evidente y principalmente toma elementos caricaturescos de “Tom & Jerry”, creados en 1940 por William Hanna y Joseph Barbera, y en menor grado de “Mi pobre angelito” (1990) y su secuela (1992) de Chris Columbus. Incluso, en el caso de los hermanos Smuntz, bien podría relacionarlos con “Laurel & Hardy” (1920-1950). No es de extrañar, entonces, que el guión utilice su esencia absurda para imaginar una aventura en donde cualquier cosa puede suceder, entiéndase accidentes y calamidades por doquier.

Ciertamente con fábula que es, “Mousehunt” (1997) se muestra muy honesta en su esencia, y es mérito del director lograr situar al espectador en la misma perspectiva absurda que la trama ofrece. Al mismo tiempo, los personajes aunque estereotipados están bastante bien estructurados, pero el director sabe cómo sacar el mejor partido a cada intervención para presentarnos mejor a los personajes, mientras nos regala muy buenas dosis de acción cómica.

Así tenemos a dos hermanos, totalmente dispares en carácter y en aspiraciones: Ernie, es ambicioso, grosero, petulante, dueño de un restaurante que se ve clausurado por un bochornoso incidente gastronómico con el alcalde, y más en época de reelecciones; en cambio, Lars es débil de carácter, mediocre, conformista pero bondadoso además de nostálgico. Ernie, arruinado por lo de su restaurante, quiere sacar partido de la que él considera es la paupérrima herencia de su padre, una fábrica vieja y obsoleta y una mansión en ruinas. Lars, nostálgico y respetuoso de la voluntad de su padre de no vender después de su muerte, no quiere vender, pero queda en la ruina cuando su esposa lo echa de la casa. Ambos literalmente sin piso económico, ven la oportunidad de vender esta mansión en millones de dólares al saber de su valor arquitectónico. Ahí es cuando entra el simpático protagonista de esta cinta, que se las arreglará primero para defender su propia integridad así como su hogar de los que él considera son “intrusos”. En cierta medida, el film puede interpretarse como un llamado de atención y/o reprimenda a la ambición económica de los protagonistas, otorgándole más importancia a las relaciones familiares y sentimentales.

Otro mérito de “Mousehunt” (1997), como ya decía, es que no sólo logra encantar a los niños sino también a los adultos con un humor que obviamente va dirigido a los primeros pero cuya finura contagia a otro tipo de público, un humor carente de vulgaridad y que se diversifica en lo absurdo, en lo ridículo y en lo fantástico. De esta forma, a través de una constante cadena de situaciones comiquísimas, a medida que avanza el desarrollo de la trama, Verbinski nos regala momentos realmente hilarantes como la estrepitosa caída de los Smuntz en la bañera por las escaleras hasta llegar al lago, la persecución de “catzilla” al ratón por toda la casa, la brutal salida del eliminador de plaga tras intentar capturarlo y la estrepitosa escena final en el remate de la mansión.

Estas escenas son realmente efectivas y muy bien rodadas principalmente por la correctísima fotografía de Pete Kozachik y Phedon Papamichael, y unos interesantes efectos especiales de Chris Perry, con supervisión de Gibson, en una película que a pesar del protagonismo del ratón, no abusa de los efectos computacionales, ya que también recurre a ratones reales entrenados y animatronics. También, bien vale la pena recordar la recreación de “catzilla”, gato asesino llevado por los Smuntz para acabar con el ratón, sin éxito.

Por otra parte, el músico Alan Silvestri (“Back to Future”, 1985) proporciona una banda sonora trepidante con cada instante de acción, simpática y amena, absolutamente pertinente para el ritmo del este film.

Las actuaciones, por último, son bastante eficientes si bien son muy histriónicas, empezando por la gran química que hay entre el comediante Nathan Lane, Ernie, (“Addams Family Values”, 1993; “La Jaula de las Locas”, 1978) y el también comediante y cantante Lee Evans (“There’s something about Mary”, 1998). El gran Christopher Walken (“The Deer Hunter”, 1978; “Sleepy Hollow”, 1998) tiene un pequeño pero gracioso papel como el controlador de plagas que termina todo quebrado y enyesado tras su encuentro con el ratón.

El reparto “animal” estuvo conformado por 60 ratones de 7,6 centímetros y 28 gramos, color chocolate, y 5 gatos que fueron entrenados durante 5 meses para el papel de “catzilla”, por el reconocido entrenador de animales Boone Narr (“Stuart Little”, 1999).

En resumen, entretenimiento y risas hasta acalambrarse trae este efectivo film de Verbinski, cuyo mayor mérito es no ponerle trabas a la fantasía y diversión, siendo la excusa perfecta para reírse de lo simple y absurdo con tus hijos. La evalúo con un 8.5.



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