Ficha El Esmoquin

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Críticas de El Esmoquin (1)


mahotsukai

  • 28 May 2018

3



Lamentable comedia de acción, dirigida por Kevin Donovan y protagonizada por Jackie Chan y Jennifer Love Hewitt.

Un chofer de taxi contratado para ser conductor del playboy Clark Devlin, se verá envuelto en una peligrosa trama de conspiración y espionaje al hacer caso omiso de su jefe y vestirse con un tecnológico smoking, que le entrega poderes fabulosos.

El desconocido director de comerciales y video clips musicales, Kevin Donovan y el conocido productor Adam Schroeder (“The Truman Show”, 1998) trajeron a inicios de este siglo está ridícula, aburrida e insoportable comedia de acción, protagonizada por el mítico Jackie Chan y la bella pero sonsa Jennifer Love Lewitt, que se transformó en uno de los peores fracasos comerciales y de crítica de la carrera del legendario artista marcial hongkonés. Hay que decir que Jackie Chan ya había llevado su magia a Hollywood desde 1998, con algunos títulos destacables, aunque menores en su carrera, como “Who Am I” (1998), “Rush Hour” (1999) y “Shanghai Noon” (2000), cuando se le ocurre participar de este verdadero “experimento” cinematográfico, que falla por donde se le mire.

Con un guión muy malo, escrito a ocho manos por Phil Hay, Matt Manfredi, Michael J. Wilson y Michael Leeson, “The Tuxedo” (2002) se alza como una historia francamente improbable y muy risible, con un nivel de coherencia bajísimo y lleno de diálogos estúpidos y vacíos, situaciones aburridas y personajes absolutamente líneales y olvidables. Un chofer de taxi que pasa todo el día intentando cómo abordar a una curadora china de un museo, una espía “brillante” que se deprime por su soledad y un playboy imposiblemente mejor que el propio James Bond, son demasiada poca cosa como para entretener a un público, que digamos las cosas en forma clara, está acá para disfrutar de una historia de acción dinámica y varias muestras de artes marciales, como las que nos tenía acostumbrado Jackie Chan.

Sin embargo, el hecho de que el personaje de Chan se llame James Tong y termine vestido como James Bond, luego de asumir increíblemente la misión de investigar una conspiración biológica sobre el tratamiento del agua en lugar de evitarse problemas y continuar su vida de conductor, ya es reflejo de que estamos en presencia de una abominación cinematográfica. Por supuesto que ni siquiera la proyección de que Chan pueda seducir a la analista Delilah DeBlaine, bastante más atractiva que la curadora china que lo tiene obsesionado, y que el guión le niega al espectador, ayudará a que la historia gane cierta lógica e interés.

Se supone que “The Tuxedo” (2002) pretende ser una parodia de las películas de espionaje, en especial las del James Bond, pero en ningún momento despliega -y es seguramente porque no tiene ninguna- muestras de inteligencia narrativa, resultando en un insípido experimento cinematográfico, ya que ni siquiera sacará partido de la incompatibilidad de caracteres de los actores y sus personajes para intentar sacar algo -al menos- analizable, como ya es, el típico concepto de “pareja dispareja”. En su lugar, la analista y espía inexperta y el taxista nunca encontrarán química ni como personajes ni como actores, como veremos más adelante, y ello tampoco se verá fortalecido con personajes secundarios prescindibles, como el verdadero agente Clark Devlin o el villano Dietrich Banning.

El guión cargado de humor infantil y americano, como era de esperar, avanza con un tranco lentísimo y convierte la experiencia del espectador en una verdadera pesadilla de poco más de 90 minutos, en que para colmo el director se mostrará especialmente mezquino a la hora de mostrar a Chan y sus innegables dotes marcialistas en acción. Con el estúpido argumento de que James Tong se volverá invencible por ponerse el smoking, uno esperaría un vendaval de escenas de acción, sin embargo, Donovan nos dejará esperando eternamente que ello suceda y, en su lugar, preferirá reemplazar al mismísimo Chan con unos efectos especiales que dan vergüenza ajena, y en las pocas escenas de acción metiendo a la fuerza su manía de hacer “wire-fu”, acrobacias marciales con cables, que Jackie Chan no necesita para nada.

Para colmo, el guión ostenta demasiado machismo, incluso como para un estudio crónico. Y para no ser hipócritas, claro que de vez en cuando se agradece que aparezca una chica bella en pantalla, pero con la justificación y gracia que la historia demande, y no porque no hay cómo rellenar el guión y causar gracia al espectador. En sí mismos, los personajes femeninos son retratados escandalosamente como inferiores y huecos, comenzando por la propia Delilah, como una mujer inteligente, pero siempre necesitada de demasiada atención como para fijarse en un chofer, y Cheryl, la estúpida novia de Banning, que es tan hueca y chillona que el espectador de verdad querrá que alguien la haga callar.

Es válido que el espectador se pregunte que lleva a un actor de fama mundial como Jackie Chan, legendario exponente de las artes marciales en el mundo, a involucrarse en una bazofia como ésta. Es cierto que la mayoría de las películas de Chan tratan de algún policía y súperheroe humano que debe tratar de sobrevivir a algún mafioso de turno y salvar a más de alguien, tramas simples y predecibles por momentos, pero eficientes y en función del actor hongkonés, situación que no se replica aquí en lo absoluto. Es evidente que Chan nunca tuvo libertad para sugerir sus propias coreografías, porque en “The Tuxedo” (2002) a Donovan no le importa aprovechar al máximo la pericia marcial del mítico “maestro borracho”.

Jennifer Love Hewitt (“Sé lo que hiciste el verano pasado”, 1997), co-protagonista de esta cinta, se ve demasiado desencajada y ello no se debe sólo a su inexperiencia en películas de acción, sino porque nunca encaja con su personaje. Su química con Chan, aunque ambos mientan por temas de cortesía, es prácticamente nula y no creíble. De hecho, es tan forzada, que las pocas escenas de acción en que intervienen ambos son inverosímiles y no ayudan en nada a que la trama salga del pantano en el que se encuentra.

El reparto lo completan Jason Isaacs (“El patriota”, 2000; Saga “Harry Potter”, 2002-2011), como el original agente Clark Devlin, uno de los pocos que cumplen, otorgándole la clase que el personaje necesitaba; el siempre efectivo Peter Stormare (“El gran Lebowski”, 1998; “8mm”, 1999) desperdiciado como el Dr. Simms; y Debi Mazar (“Collateral”, 2004) como la espía Steena.

“The Tuxedo” (2002) fue filmada en Ontario y el Parkwood State, Canadá, entre septiembre de 2001 y enero de 2002, y contó con una banda sonora de Christophe Beck y John Debney, que pasó sin pena ni gloria, por supuesto.

En resumen, una de las peores manchas en el enorme y sólido curriculum de Jackie Chan, una película innecesariamente estúpida y sin gracia, que no cumple con nada de lo que ofrece, ni entretiene, ni parodia ni menos asombra. Ni la presencia de Jackie Chan la salva.



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