Ficha The Flying Guillotine


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Críticas de The Flying Guillotine (1)


mahotsukai

  • 23 Jun 2020

8



Entretenido clásico de drama y acción hongkongnés, dirigido por el legendario director Ho Meng-Hua (“降頭” o “Magia Negra”, 1975).

Un paranoico emperador que quiere acabar con todos sus supuestos enemigos, decide crear un escuadrón de élite para entrenarlos en el uso de un innovador armamento, la guillotina volante.

Según la leyenda, durante la dinastía Qing, el Emperador Yung Cheng (1678-1735) ordenó a sus ingenieros diseñar un arma especial e infalible para asesinar a sus enemigos. El resultado sería la 血滴子 o la guillotina volante, una letal e increíble arma parecida a un sombrero de apicultor con una cadena adosada en la parte de arriba, que puede ser lanzada de una distancia de aproximadamente 50 metros y que una vez aterrizando en la cabeza de víctima permitía al asesino tirar la cadena para que un velo invisibilice la cabeza y un segundo tirón accionar un juego de cuchillas externas que se cierran y decapitan al infeliz. Hasta la fecha no hay ilustraciones históricas ni pruebas fehacientes de que dicho dispositivo mortal haya realmente existido, pero sí menciones en manuscritos, sin embargo la creencia de su existencia ha alimentado numerosas historias que la tienen de protagonista e, indudablemente, los siempre habilidosos cineastas hongkongneses no desaprovecharían la oportunidad para llevarla a la gran pantalla.

Tras el estreno de los films “金毛獅王” (“El León Dorado”, 1975) y “搭錯線” (“All Mixed Up”, 1975), el siempre prolífico y talentoso Ho Meng-Hua sería el encargado de anotarse con el proyecto en la forma de una nueva película wuxia, es decir, un entretenido cóctel de filosofía, artes marciales y héroes, guionizada por el reconocido novelista Ni Kuang, autor del guión del seminal film “獨臂刀” (“El Espadachín Manco”, 1967) de Chang Chech, siempre bajo la batuta de la legendaria productora de Shaw Brothers. Si bien la historia principal es bastante simple, un loco que manda a matar a todos sus enemigos, la trama general tiene suficientes elementos narrativos como para ir creando interesantes subtramas que se entrelazan y convergen con la historia principal, como la malograda historia de lealtad imperial del líder guerrero Xin Kang, la historia de deserción y supervivencia de Ma Teng y Wanzhu, la historia de traición del espía Xie Tianfu. El resultado, entonces, es una historia que prácticamente de todo sexo, violencia, romance, drama, aventura, venganza y, por supuesto, acción.

De este forma, “血滴子” (“La Guillotina Volante”, 1975) surge como más una película dramática con elementos de acción que en una de acción con elementos dramáticos. Así, tendremos, entonces, al director privilegiando la profundización dramática de los personajes, en primer lugar, la inclusión de elementos ideológicos subversivos, en segundo lugar, y un rol secundario para los elementos de acción. Así, en el primer punto, nos encontramos con personajes como el paranoico, cruel y abusivo emperador Yung Cheng que se muestran intolerante con las críticas y quiere dejar literalmente ningún títere con cabeza; el líder guerrero Xin Kang que se debate entre su lealtad al emperador y la ejecución de sus paranoicas órdenes para acabar con consejeros imperiales honestos y demasiado francos; el propio protagonista Ma Teng que decide abandonar el cuerpo de élite imperial al darse cuenta de la corrupción imperial; y los oscuros intereses de Xie Tianfu para escalar en el favoritismo del emperador.

En segundo lugar, esto también se conecta con el espíritu subversivo que “血滴子” (“La Guillotina Volante”, 1975) tiene en un clara referencia al régimen dictatorial de Chiang Ching-Kuo (1973-1988). El simbolismo del emperador paranoico devenido en asesino y el cuerpo de élite que utiliza un arma nueva y letal para cumplir las órdenes del tirano gobernante en una evidente alusión al ejército y policías chinos son reflejo de ello. En ese sentido, no es sólo una crítica velada a un estado dispuesto a oprimir y aplastar ideologías e intentos de sublevación como lamentablemente ocurriría hasta la fecha, sino también a la implementación de un ideología política intolerante que ha tenido en el poder al Partido Comunista Chino desde 1949 con el advenimiento de Mao Zedong en la formación soldados y policías, como refleja el dilema moral de los 12 guerreros seleccionados por el emperador para entrenarse en el uso diestro de la guillotina volante y el cumplimiento de los asesinatos ordenados por el gobernante.

Y en tercer lugar, tenemos el carácter secundario de los elementos de acción del film que aunque menos característicos del género wuxia, aún así sigue siendo un excelente ejemplo del género, una diferencia destacable respecto a la mayoría de las películas de los Shaw Brothers y del propio Ho Meng-Hua en donde abundan las luchas de kung-fu. La cantidad de escenas de la guillotina volante decapitando es bastante generosa y constituye el principal aliciente visual lo que, sin duda, se le agradece al director, siendo reflejo de la concepción de la legendaria arma creada por Xin Kang como un personaje más, de hecho, tan protagónico como el personaje de Ma Teng. Esto hace que los enfrentamientos de artes marciales generalmente protagonizados por Ma Teng y los acólitos imperiales comandandos por Xie Tianfu queden en un segundo plano, aunque no por ello ausentes y sin importancia.

El diseñador de arte Johnson Tsao fue el encargado de diseñar los destacables decorados de la casa imperial y la guillotina volante. Respecto a los edificios, se aprecia la intención de resaltar los lujos y ostentación que separan al paranoico monarca de la realidad social de sus súbditos. También, se observa la austeridad propia de las escuelas militares de la época. En relación a la legendaria arma, Tsao se basó en unos populares manuscritos que dan cuenta de su diseño que, sin embargo, se acercan más a la fantasía que a la realidad, ya que no hay registros históricos fidedignos sobre si realmente se construyó y se utilizó. Con todo, y como ya señalé, Ho Meng-Hua no escatima en exponer y vislumbrar al espectador con el empleo del dispositivo, además de explicar el origen de la misma.

En cuanto al reparto, el film cuenta con correctas interpretaciones que dan cuenta de personajes que terminarían siendo emblemáticos (o estereotipados, según el enfoque) en el género wuxia como el líder guerrero Xing Kang encarnado por Feng Ku (“報仇” o “Venganza”, 1970); el héroe Ma Teng a cargo de la estrella Kuan Tai Chen (“The Tea House”, 1974); el emperador Yung Cheng personificado por Yang Chiang (“The Tea House”, 1974); el espía Xie Tianfu en la piel de Yue Wong (“爛頭何 “ o “Dirty Ho”, 1979); el gran amigo de Ma Teng, Luo Peng interpretado por Wei Tu Lin (“勾魂降頭” o “Black Magic 2”, 1976); y la mujer de Ma Teng, Wanzhu a cargo de Ti Ai (“The Foxy Ladies”, 1979).

El encargado de la música fue el siempre eficiente compositor originario de Shanghai Wang Fu Ling, uno de los más respetados y prolíficos autores de bandas sonoras del género wuxia, con trabajos en emblemáticos films como “獨臂刀” (“El Espadachín Manco”, 1967) y “獨臂拳王” (“El Luchador Manco”, 1972).

Tras el éxito del film, se estrenaron dos películas conformando una suerte de saga conformada por el spin-off “独臂拳王大破血滴子” o “El Maestro de la Guillotina Volante” (1976) protagonizada y dirigida por Jimmy Wang Yu y la secuela directa de este film “清宮大刺殺” o “La Guillotina Volante II” (1978) dirigida por Cheng Kang y Hua Shan. El director Andrew Lau dirigió en el nuevo milenio un remake en 2012.

En resumen, un destacable y disfrutable drama de acción con una premisa tan fantástica como interesante, que tiene en su gran dirección, su dinámica y variada trama y una equilibrada muestra de varios subgéneros sus mejores cartas de presentación. La evalúo con un 8.5.



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