De toda la hornada inicial de películas de James Bond, que son las cinco primeras interpretadas por Sean Connery, ¨Sólo se vive dos veces¨ es la que presenta sin duda el argumento más psicotrónico y farandulero de todas.
Aquí nos encontramos a un James Bond que muere, se casa, se convierte en japonés (con un look tremendamente ridículo de Connery), aprende artes marciales, se infiltra en un volcán, lleva a cabo una lucha a muerte en helicóptero... No se puede negar que la mezcla es divertida, pero queda muy por debajo en calidad si la comparamos con las tres primeras entregas de la saga.
Sin embargo, la película presenta grandes virtudes como el que para mí es el mejor trabajo de John Barry a cargo de la banda sonora y el que quizá es el más recordado villano de toda la saga: el histriónico Blofeld (o Número 1), interpretado brillantemente por Donald Pleasance. Sólo estos dos alicientes, junto con un metraje algo más ajustado, hacen que ¨Sólo se vive dos veces¨ supere en mi opinión a ¨Operación Trueno¨.
Así que pese a que esta quinta entrega de 007 supone la confirmación de que la franquicia estaba virando descaradamente hacia el espectáculo más pueril y comercial, no deja de ser una película disfrutable y que pese a que está por debajo de otras entregas, no es ni mucho menos la peor de todas ellas.
Como último apunte, decir que tras ver la interpretación de Connery en esta cinta, no me extraña que abandonara el personaje... Está espléndido, como siempre, pero confirma cierto cansancio y hastío que ya apuntaba en la anterior película. Como si ya no se creyera del todo que él, y sólo él, podía ser 007. ¿O era acaso era 007 el que había perdido la fe en Sean Connery?
Nunca lo sabremos, pero por este problema tuvimos a sufrir a Lazenby en la siguiente entrega.
TheCrow
6
De toda la hornada inicial de películas de James Bond, que son las cinco primeras interpretadas por Sean Connery, ¨Sólo se vive dos veces¨ es la que presenta sin duda el argumento más psicotrónico y farandulero de todas.
Aquí nos encontramos a un James Bond que muere, se casa, se convierte en japonés (con un look tremendamente ridículo de Connery), aprende artes marciales, se infiltra en un volcán, lleva a cabo una lucha a muerte en helicóptero... No se puede negar que la mezcla es divertida, pero queda muy por debajo en calidad si la comparamos con las tres primeras entregas de la saga.
Sin embargo, la película presenta grandes virtudes como el que para mí es el mejor trabajo de John Barry a cargo de la banda sonora y el que quizá es el más recordado villano de toda la saga: el histriónico Blofeld (o Número 1), interpretado brillantemente por Donald Pleasance. Sólo estos dos alicientes, junto con un metraje algo más ajustado, hacen que ¨Sólo se vive dos veces¨ supere en mi opinión a ¨Operación Trueno¨.
Así que pese a que esta quinta entrega de 007 supone la confirmación de que la franquicia estaba virando descaradamente hacia el espectáculo más pueril y comercial, no deja de ser una película disfrutable y que pese a que está por debajo de otras entregas, no es ni mucho menos la peor de todas ellas.
Como último apunte, decir que tras ver la interpretación de Connery en esta cinta, no me extraña que abandonara el personaje... Está espléndido, como siempre, pero confirma cierto cansancio y hastío que ya apuntaba en la anterior película. Como si ya no se creyera del todo que él, y sólo él, podía ser 007. ¿O era acaso era 007 el que había perdido la fe en Sean Connery?
Nunca lo sabremos, pero por este problema tuvimos a sufrir a Lazenby en la siguiente entrega.
Aprobado alto.
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