Francois Ozon filma mucho, pero sus últimos filmes son pequeños ejercicios de estilo y género donde vuelca sus preocupaciones, obsesiones y críticas. Y en esta propuesta intimista si bien bordea tangencialmente el tema de la maternidad como en la anterior, Ricky, esta vez el mundo femenino es puesto a prueba en pro de la defensa de la crianza homosexual. Para esto elige un tono tan apacible como superficial y minimalista, los personajes tal como el título se refugian interiormente en la playa de sus respectivos dramas sin resolverlos claramente o expresarlos
thirstyforblood
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Francois Ozon filma mucho, pero sus últimos filmes son pequeños ejercicios de estilo y género donde vuelca sus preocupaciones, obsesiones y críticas. Y en esta propuesta intimista si bien bordea tangencialmente el tema de la maternidad como en la anterior, Ricky, esta vez el mundo femenino es puesto a prueba en pro de la defensa de la crianza homosexual. Para esto elige un tono tan apacible como superficial y minimalista, los personajes tal como el título se refugian interiormente en la playa de sus respectivos dramas sin resolverlos claramente o expresarlos
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