Cuando el exceso pasa de obsceno a cómico o viceversa. Así puede resumirse esta comedia negra, que repasa, a modo de biopic, el desenfrenado y delirante tren de vida que llevó Jordan Belfort, corredor de bolsa neoyorquino.
El caso es que lo que mejor puede resumir el film es lo que el propio Dicaprio afirmó en una entrevista que leí en la revista Cinemanía: ¨El verdadero Jordan Belfort llevó una vida tan loca que sentias vergüenza ajena leyendo sus memorias¨. Y es que este film es puro exceso, de hecho es, sin duda alguna, la obra más excesiva de toda la carrera de Scorsese.
Scorsese ha vuelto a hacer lo que mejor sabe: contar una ambiciosa y fascinante historia sobre corrupción, ambición, dinero, sexo y poder, que a alguno les recordará en parte, a dos de sus obras maestras como fueran ¨Uno de los Nuestros¨ y ¨Casino¨.
El film supone la quinta colaboración de su director con Dicaprio, con quien ya trabajó en un puñado de grandes películas como han sido ¨Gangs of New York¨, ¨El Aviador¨, ¨Infiltrados¨ y ¨Shutter Island¨. Y de nuevo una muestra de cine con mayúsculas, en la que la dinámica puesta en escena y la brillante y memorable interpretación de Dicaprio (digna del Oscar), hacen que los casi 180 minutos de película se pasen en un suspiro.
Es, además, una renovación artística de Scorsese que, aunque guarde vínculos con parte de su obra, realiza un film jóven, fresco y moderno.
Se ve claramente que se lo han pasado bomba haciendo la película y eso lo notas al poco de empezar a ver el increíble desmadre al que se apunta todo el reparto, desde McConaughey a Jonah Hill, en una serie de destacados roles de personajes a cual más amoral que el propio Belfort.
Es, en resumidas cuentas, un film único, que hay que ver y que se puede considerar el reverso cómico, alejado de la imagen crítica con la corrupción de Wall Street, que tan bien mostró en su momento, valga la redundancia, la mítica ¨Wall Street¨, de Oliver Stone, con el memorable papel de Michael Dougles de Gordon Gekko.
En ambos casos se trata de denuncia, pero mostrado de diferente forma.
NoFear
9
Cuando el exceso pasa de obsceno a cómico o viceversa. Así puede resumirse esta comedia negra, que repasa, a modo de biopic, el desenfrenado y delirante tren de vida que llevó Jordan Belfort, corredor de bolsa neoyorquino.
El caso es que lo que mejor puede resumir el film es lo que el propio Dicaprio afirmó en una entrevista que leí en la revista Cinemanía: ¨El verdadero Jordan Belfort llevó una vida tan loca que sentias vergüenza ajena leyendo sus memorias¨. Y es que este film es puro exceso, de hecho es, sin duda alguna, la obra más excesiva de toda la carrera de Scorsese.
Scorsese ha vuelto a hacer lo que mejor sabe: contar una ambiciosa y fascinante historia sobre corrupción, ambición, dinero, sexo y poder, que a alguno les recordará en parte, a dos de sus obras maestras como fueran ¨Uno de los Nuestros¨ y ¨Casino¨.
El film supone la quinta colaboración de su director con Dicaprio, con quien ya trabajó en un puñado de grandes películas como han sido ¨Gangs of New York¨, ¨El Aviador¨, ¨Infiltrados¨ y ¨Shutter Island¨. Y de nuevo una muestra de cine con mayúsculas, en la que la dinámica puesta en escena y la brillante y memorable interpretación de Dicaprio (digna del Oscar), hacen que los casi 180 minutos de película se pasen en un suspiro.
Es, además, una renovación artística de Scorsese que, aunque guarde vínculos con parte de su obra, realiza un film jóven, fresco y moderno.
Se ve claramente que se lo han pasado bomba haciendo la película y eso lo notas al poco de empezar a ver el increíble desmadre al que se apunta todo el reparto, desde McConaughey a Jonah Hill, en una serie de destacados roles de personajes a cual más amoral que el propio Belfort.
Es, en resumidas cuentas, un film único, que hay que ver y que se puede considerar el reverso cómico, alejado de la imagen crítica con la corrupción de Wall Street, que tan bien mostró en su momento, valga la redundancia, la mítica ¨Wall Street¨, de Oliver Stone, con el memorable papel de Michael Dougles de Gordon Gekko.
En ambos casos se trata de denuncia, pero mostrado de diferente forma.
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