Es incomprensible.
Desde la segunda escena en que un tipejo irrumpe en una cabaña matando a unos individuos para luego ser partido en dos mientras bebe un whiskey, se puede presumir que ¨Kingsman: El Servicio Secreto¨, de Matthew Vaughan va a dar para cualquier cosa.
Y es que es un film con una historia enormemente inconstante al punto en el cual no se comprende que quisieron hacer. Está repleta de momentos fantasiosos que no se los cree nadie. Parece un revoltijo de muchos ingredientes que no termina de mezclarse bien. No se sabe si estamos ante una seria película de espionaje, ante una sátira con humor negro o ante una película violenta.
Las actuaciones es uno de los pocos puntos a favor, destacando sobretodo a los más experimentados como Colin Firth y Michael Caine. Y cae de muy buen agrado también Samuel L. Jackson, con una gran actuación pese a que su personaje es un tanto ridículo.
Otro de los pocos puntos lo termina aportando la banda sonora, dinámica, imponente y omnipresente; un buen trabajo de Henry Jackman. Y otra cosa que me llamó la atención: los efectos especiales, bien hechos en algunas escenas, en otras no hacen si no desconcertar al espectador.
En síntesis...
Funciona sólo en muy pocos tramos, en algunas escenas muy precisas de marcada tensión. Salvado además por la banda sonora y las actuaciones es una película ininteligible a la cual ese mambo de combinar varias cosas se le va de las manos. ¿Qué quisieron hacer? La respuesta a esa pregunta es más secreta que la propia organización Kingsman.
Neasu
4
Es incomprensible.
Desde la segunda escena en que un tipejo irrumpe en una cabaña matando a unos individuos para luego ser partido en dos mientras bebe un whiskey, se puede presumir que ¨Kingsman: El Servicio Secreto¨, de Matthew Vaughan va a dar para cualquier cosa.
Y es que es un film con una historia enormemente inconstante al punto en el cual no se comprende que quisieron hacer. Está repleta de momentos fantasiosos que no se los cree nadie. Parece un revoltijo de muchos ingredientes que no termina de mezclarse bien. No se sabe si estamos ante una seria película de espionaje, ante una sátira con humor negro o ante una película violenta.
Las actuaciones es uno de los pocos puntos a favor, destacando sobretodo a los más experimentados como Colin Firth y Michael Caine. Y cae de muy buen agrado también Samuel L. Jackson, con una gran actuación pese a que su personaje es un tanto ridículo.
Otro de los pocos puntos lo termina aportando la banda sonora, dinámica, imponente y omnipresente; un buen trabajo de Henry Jackman. Y otra cosa que me llamó la atención: los efectos especiales, bien hechos en algunas escenas, en otras no hacen si no desconcertar al espectador.
En síntesis...
Funciona sólo en muy pocos tramos, en algunas escenas muy precisas de marcada tensión. Salvado además por la banda sonora y las actuaciones es una película ininteligible a la cual ese mambo de combinar varias cosas se le va de las manos. ¿Qué quisieron hacer? La respuesta a esa pregunta es más secreta que la propia organización Kingsman.
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