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¨No cuesta nada ser agradable¨ con esta máxima cierra la peli, y es cierto, vivimos en un planeta donde los buenos gestos se mantienen infravalorados cuando en realidad no cuesta nada serlo.
Muchos han criticado esta cinta como sensiblera, predecible y lacrimógena.
A ver, este tipo de películas que tratan sobre las apariencias y el sufrimiento que padecen estas personas por ser discriminadas tienen que ser contadas como aquí se cuentan, el film cuenta con buenos mensajes y unos valores que la sociedad está perdiendo a paso agigantados por algo que hayamos avanzado en algunos aspectos, la realidad es que prevalece la negativa y el critiqueo sin mirarse antes sin mirarse el propio ombligo.
El niño de la peli está dotado e un rostro desforme que le hace sentirse un bicho raro pero posee otras grandísimas virtudes, como la inteligencia, la agradabilidad y el buen humor. El pequeñín sufre el acoso escolar tan típico hoy en día y que es una lacra social. Hasta que sus compañeros comienzan a acostumbrarse y fijarse en él de otra forma.
La peli está bien contada, posee buen guión y para nada es pastelera, y lo mejor de todo, conserva buenos valores y desvela verdades. La reflexión final es muy buena.

Estas películas siempre son necesarias para que la gente sea más amable y respetuosa, que carecen de eso completamente y producen mucha repugnacia esas actitudes.

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