Cuesta creer a priori, después de oír la reputación de este film de ser un musical, que se trate de un drama enmarcado en un musical, por lo que si no te gustan los musicales -como a mí- puedes darle una oportunidad y no desilusionarte.
Tenemos entonces a Tony Manero, un muchacho de 19 años loco por el baile en plena época de la música disco (camisas con cuellos y colores exagerados, pantalones de ¨pata de elefante¨, peinados afro, etc.) cuyo único motor de vida es la danza. Es el líder de un grupo de adolescentes borrachos que gustan de ir al club a beber, bailar y tener sexo fácil con cualquier chica. Tony se ve perfecto en ese mundo hasta que conoce una chia mayor que él en edad que le sacude el piso y lo hace cuestionarse para donde va su vida. Con la excusa de elegirla como compañera de baile, Tony se acerca a ella y una relación extraña se da entre ellos.
Para empezar, la cinta no tiene una trama simplona, a pesar de un musical. En el film podemos ver varias aristas dramáticas como a la familia católica disfuncional que vive de la reputación de uno de sus hijos sacerdote; a un muchacho con sueños de ser bailarín como Tony; a una chica obsesionada con Tony al punto de que para producirle celos deja que hasta la violen los amigos de Tony; el amigo de Tony que desesperado por haber dejado embarazada a su novia comete una tremenda estupidez en el puente; el padre de Tony, típico perdedor que le exige a sus hijos lo que él no ha podido hacer, etc. En fin, desde el punto de vista narrativo es interesante.
Entonces, ¿en que falla? es demasiado larga y en consecuencia el ritmo sufre de los altibajos que las tramas largas tienden a tener. Casi dos horas para una historia que puede contarse en 1hr 20 o 1hr 30 como máximo, y que se detiene, al final, en la tonterita del romance entre Tony Manero y Stephanie Mangano, que al final nunca se da, el director se queda pegado y no desarrolla demasiado las microtramas, que son interesantes por cierto, y nos da un ¨rompe y raja¨ una tragedia, que por cierto no viene del todo mal a la historia.
Las actuaciones son correctas, destacando John Travolta como Tony Manero (que se llevaría una nominación al Óscar en 1978 por este papel) y Karen Lynn Gorney como la engreída Stephanie Mangano, que a la postre es la pareja de baile y del film. Los demás cumplen con darle el toque de cotidianeidad a la película.
La ambientación de la película es correcta y nos muestra cómo era la cultura disco que nuestros padres vivieron por aquellos años.
La banda sonora, quizás el elemento más importante del film, a cargo de Bee Gees es legandaria y la carta de presentación para una película que en general cumple con entretener.
Con todo, me quedo con el tremendo baile de Travolta en solitario, dando clases hasta a el bailarín puertoriqueño más experimentado.
mahotsukai
7
Cuesta creer a priori, después de oír la reputación de este film de ser un musical, que se trate de un drama enmarcado en un musical, por lo que si no te gustan los musicales -como a mí- puedes darle una oportunidad y no desilusionarte.
Tenemos entonces a Tony Manero, un muchacho de 19 años loco por el baile en plena época de la música disco (camisas con cuellos y colores exagerados, pantalones de ¨pata de elefante¨, peinados afro, etc.) cuyo único motor de vida es la danza. Es el líder de un grupo de adolescentes borrachos que gustan de ir al club a beber, bailar y tener sexo fácil con cualquier chica. Tony se ve perfecto en ese mundo hasta que conoce una chia mayor que él en edad que le sacude el piso y lo hace cuestionarse para donde va su vida. Con la excusa de elegirla como compañera de baile, Tony se acerca a ella y una relación extraña se da entre ellos.
Para empezar, la cinta no tiene una trama simplona, a pesar de un musical. En el film podemos ver varias aristas dramáticas como a la familia católica disfuncional que vive de la reputación de uno de sus hijos sacerdote; a un muchacho con sueños de ser bailarín como Tony; a una chica obsesionada con Tony al punto de que para producirle celos deja que hasta la violen los amigos de Tony; el amigo de Tony que desesperado por haber dejado embarazada a su novia comete una tremenda estupidez en el puente; el padre de Tony, típico perdedor que le exige a sus hijos lo que él no ha podido hacer, etc. En fin, desde el punto de vista narrativo es interesante.
Entonces, ¿en que falla? es demasiado larga y en consecuencia el ritmo sufre de los altibajos que las tramas largas tienden a tener. Casi dos horas para una historia que puede contarse en 1hr 20 o 1hr 30 como máximo, y que se detiene, al final, en la tonterita del romance entre Tony Manero y Stephanie Mangano, que al final nunca se da, el director se queda pegado y no desarrolla demasiado las microtramas, que son interesantes por cierto, y nos da un ¨rompe y raja¨ una tragedia, que por cierto no viene del todo mal a la historia.
Las actuaciones son correctas, destacando John Travolta como Tony Manero (que se llevaría una nominación al Óscar en 1978 por este papel) y Karen Lynn Gorney como la engreída Stephanie Mangano, que a la postre es la pareja de baile y del film. Los demás cumplen con darle el toque de cotidianeidad a la película.
La ambientación de la película es correcta y nos muestra cómo era la cultura disco que nuestros padres vivieron por aquellos años.
La banda sonora, quizás el elemento más importante del film, a cargo de Bee Gees es legandaria y la carta de presentación para una película que en general cumple con entretener.
Con todo, me quedo con el tremendo baile de Travolta en solitario, dando clases hasta a el bailarín puertoriqueño más experimentado.
Recomendable.
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