Doce hombres sin piedad es el ejemplo perfecto de que no es necesario dejarse un dineral para hacer una gran película. A pesar de que se desarrolla enteramente en un solo escenario, no pierde la intensidad ni un solo segundo. El guión es redondo, al igual que la evolución de los personajes; y la interpretación de Henry Fonda es de las que que quedan para siempre gravadas en la memoria del espectador. Una crítica feroz al sistema judicial americano y de paso, a toda la sociedad. En mi opinión, la obra maestra del maestro Sidney Lumet y una de las mejores películas de la historia del cine.
billy_lum
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Doce hombres sin piedad es el ejemplo perfecto de que no es necesario dejarse un dineral para hacer una gran película. A pesar de que se desarrolla enteramente en un solo escenario, no pierde la intensidad ni un solo segundo. El guión es redondo, al igual que la evolución de los personajes; y la interpretación de Henry Fonda es de las que que quedan para siempre gravadas en la memoria del espectador. Una crítica feroz al sistema judicial americano y de paso, a toda la sociedad. En mi opinión, la obra maestra del maestro Sidney Lumet y una de las mejores películas de la historia del cine.
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