Robert Rossen dirigió en 1961 una película protagonizada por Paul Newman dedicada al mundo del billar y las apuestas, un drama donde se nos contaba la historia de un hombre y su lucha día a día por sobrevivir haciendo lo que más le gustaba en esta vida: jugar al billar.
25 años después, Scorsese decidió continuar la historia, en donde tenemos al mismo protagonista, 20 años después, alejado de ese mundillo (al menos en lo que respecta a jugar), y el cómo descubrir a un prometedor jugador, protagonizado por un jovencísimo Tom Cruise haciendo un gran papel, le vuelve a introducir en todo eso de lo que se había alejado.
Esta secuela de ¨El Buscavidas¨ se centra mucho más en el billar como tal, aunque, por supuesto, la trama de la película nos muestra la relación entre los dos personajes, sus roces y su manera de vivir y pensar.
Ha conseguido gustarme incluso más que la otra, no es tan dura con la vida de nuestro protagonista y se hace más llevadera.
TANO
8
Robert Rossen dirigió en 1961 una película protagonizada por Paul Newman dedicada al mundo del billar y las apuestas, un drama donde se nos contaba la historia de un hombre y su lucha día a día por sobrevivir haciendo lo que más le gustaba en esta vida: jugar al billar.
25 años después, Scorsese decidió continuar la historia, en donde tenemos al mismo protagonista, 20 años después, alejado de ese mundillo (al menos en lo que respecta a jugar), y el cómo descubrir a un prometedor jugador, protagonizado por un jovencísimo Tom Cruise haciendo un gran papel, le vuelve a introducir en todo eso de lo que se había alejado.
Esta secuela de ¨El Buscavidas¨ se centra mucho más en el billar como tal, aunque, por supuesto, la trama de la película nos muestra la relación entre los dos personajes, sus roces y su manera de vivir y pensar.
Ha conseguido gustarme incluso más que la otra, no es tan dura con la vida de nuestro protagonista y se hace más llevadera.
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