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Ahora sí lo tenemos en acción al pequeño Woody, dirigiendo, escribiendo y actuando de manera excelente, como muchas veces lo ha hecho ya. En éste caso, una comedia disparatada (como casi toda su obra antigua) en forma de documental falso donde no faltan las situaciones cómicas por parte del personaje que interpreta (siempre torpe y muy simpático), metiendose en problemas una y otra vez.

Interpreta a un ladrón de medio pelo, que se cria con malas mañas por ser siempre molestado por los bravucones del barrio. Malas mañas que nunca pierde, pero que lamentablente, y debido a no ser un genio precisamente en lo que a robar se refiere, siempre termina atrapado. Lo bueno es que se las ingenia para salirse con la suya, pero el resultado final siempre es el mismo.

El que se haya visto varias obras de Allen, no le va a extrañar ver repetirse una y otra vez el mismo patrón en sus peliculas; siempre parecen ser los mismos personajes aunque se llamen distinto; siempre está la chica de la que se enamora y vive un romance, los mismos temas tratados, etc. Pero tambien, el que haya visto varias de sus peliculas, y las haya disfrutado, tiene en claro de que, a pesar de eso, va a disfrutarla igual que a todas. Talento como pocos.

La mayoria se caracterizan por ser de muy poca duración, lo cual disfruto ya que se reduce todo a una hora y veinte de puras locuras y buenos dialogos. La escena de la pistola de jabón es buenísima.
Otra gran obra del chiquitín, y por supuesto, también recomendable.

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