Esta película, de entrada, no debiera llamarse La Conspiración en español, pues el título desvía demasiado el verdadero significado del título original: el valle de Eliah (lugar geográfico donde se desarrolla la historia de David y Goliat). Para empezar: la actuación de Tommy Lee Jones está impecable, una interpretación profunda para un personaje triste y complejo, que debe vivir la desesperación, el dolor y la decepción. Todo esto debido a la desaparición de su hijo y sobre todo a la estructura psicotizante del ejército cuando sus jóvenes son enviados a pelear una guerra sin sentido, la de Iraq.
Los personajes secundarios aportan y sustentan al protagónico, como el caso de Charlize Theron y Susan Sarandon. El guión está bien elaborado, y siendo una película anti-bélica y de protesta social jamás cae en el panfleto ni en señalar con el dedo a culpables políticos con nombre y apellido. Porque se entiende que es la guerra misma, y en especial todos los conflictos posteriores al holocausto de la segunda guerra, la que corrompe el alma y el comportamiento humanos, creando un absurdo violento y sin un ápice de humor.
La recomiendo para entender o tratar de entender algunas cosas actuales de las sociedades humanas, tristemente definidas por la escalada de la violencia y la falta de sentido. Atención con las metáforas y los símbolos, que atraviesan con sutileza toda la narración.
thirstyforblood
10
Esta película, de entrada, no debiera llamarse La Conspiración en español, pues el título desvía demasiado el verdadero significado del título original: el valle de Eliah (lugar geográfico donde se desarrolla la historia de David y Goliat). Para empezar: la actuación de Tommy Lee Jones está impecable, una interpretación profunda para un personaje triste y complejo, que debe vivir la desesperación, el dolor y la decepción. Todo esto debido a la desaparición de su hijo y sobre todo a la estructura psicotizante del ejército cuando sus jóvenes son enviados a pelear una guerra sin sentido, la de Iraq.
Los personajes secundarios aportan y sustentan al protagónico, como el caso de Charlize Theron y Susan Sarandon. El guión está bien elaborado, y siendo una película anti-bélica y de protesta social jamás cae en el panfleto ni en señalar con el dedo a culpables políticos con nombre y apellido. Porque se entiende que es la guerra misma, y en especial todos los conflictos posteriores al holocausto de la segunda guerra, la que corrompe el alma y el comportamiento humanos, creando un absurdo violento y sin un ápice de humor.
La recomiendo para entender o tratar de entender algunas cosas actuales de las sociedades humanas, tristemente definidas por la escalada de la violencia y la falta de sentido. Atención con las metáforas y los símbolos, que atraviesan con sutileza toda la narración.
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