Resulta complejo ser objetivo al momento de criticar una cinta de éste tipo no solo estamos ante un clásico sino también ante EL film del género marcial, un producto muy difícil de igualar debido en parte al “gran jefe” arriba mencionado.
El guión es simplista y casi una excusa, luchadores de todo el mundo invitados a un torneo marcial y cada uno de ellos con su historia e interés detrás; en el caso de nuestro héroe tanto una venganza personal como la posibilidad de acabar con la organización del malévolo Han.
Las actuaciones son correctas y podemos disfrutar de Jim Kelly, John Saxon, el estupendo Shih Kien, Robert Wall o unos jovencísimos Bolo Yeung y Sammo Hung e incluso un extra desconocido para esa época: Jackie Chan.
Una buena fotografía y la excelente bso realizan un aporte mayúsculo.
La dirección de Robert Clouse es muy buena, el ritmo que el realizador le imprime al film es increíble con coreografías espectaculares que te dejan sin aliento hasta el clásico combate final, y aquí hay que hacer punto y aparte.
La pausa se debe para tratar de explicar de forma sencilla -pero correcta- que fue, es y será Bruce Lee para el imaginario colectivo de todos los amantes del género marcial y como un actor con una limitada filmografía logró llegar a ser su máximo exponente y tras su deceso volverse casi un mito.
En éstos tiempos donde los superhéroes tomaron por asalto el cine en general y dominan holgadamente la taquilla mundial es habitual verlos en pantalla pero en la lejana década del 70 no era común y fue en esos años donde Bruce Lee con apenas un puñado de filmes se convirtió en un hito, marcando un antes y después dentro de las artes marciales como de los filmes de acción en general. No solo fue uno de los primeros héroes sino que fue uno de los primeros superhombres del cine, su velocidad, fuerza y potencia eran únicas; ver combatir a Bruce era como ver a un artista ejecutar su más grande obra siendo capaz de derrotarte con un golpe o humillarte con una simple mirada.
Ese Bruce de increíble habilidad y físico, con sus gestos y gritos característicos se expone en su mejor forma en “Enter The Dragón” y forma parte de un pequeñísimo y muy selecto grupo de actores con un ángel y carisma descomunal que terminan no solamente descollando sobre el resto del reparto sino sobre el mismo film.
Mi puntuación: 10 CLASICO, “EL” film de artes marciales que TODO el mundo debe al menos ver una vez en su vida, una película que pasado 40 años parece no haber sido tocada por el tiempo con un hombre que revolucionó el género marcando un antes y después.
Ya perdí la cuenta de las veces que la he visto y nunca puedo cansarme de visionarla, una cinta que me marcó como cinéfilo; cuenta la leyenda que un jueves a las 3:45 de la madrugada un despertador sonó en la oscuridad…un hombre se levantó y su mujer protestó a rabiar…era yo… nada importó, ni sus quejas ni el hecho de tener que ingresar a trabajar a las 7:00, a las 4 A.M. empezaba “Enter The Dragón” en un canal de cable y el “jefe” me esperaba, ella jamás lo entendería.
Saludos y un abrazo desde Argentina.
fenix711
10
“Simplemente…Bruce Lee”
Resulta complejo ser objetivo al momento de criticar una cinta de éste tipo no solo estamos ante un clásico sino también ante EL film del género marcial, un producto muy difícil de igualar debido en parte al “gran jefe” arriba mencionado.
El guión es simplista y casi una excusa, luchadores de todo el mundo invitados a un torneo marcial y cada uno de ellos con su historia e interés detrás; en el caso de nuestro héroe tanto una venganza personal como la posibilidad de acabar con la organización del malévolo Han.
Las actuaciones son correctas y podemos disfrutar de Jim Kelly, John Saxon, el estupendo Shih Kien, Robert Wall o unos jovencísimos Bolo Yeung y Sammo Hung e incluso un extra desconocido para esa época: Jackie Chan.
Una buena fotografía y la excelente bso realizan un aporte mayúsculo.
La dirección de Robert Clouse es muy buena, el ritmo que el realizador le imprime al film es increíble con coreografías espectaculares que te dejan sin aliento hasta el clásico combate final, y aquí hay que hacer punto y aparte.
La pausa se debe para tratar de explicar de forma sencilla -pero correcta- que fue, es y será Bruce Lee para el imaginario colectivo de todos los amantes del género marcial y como un actor con una limitada filmografía logró llegar a ser su máximo exponente y tras su deceso volverse casi un mito.
En éstos tiempos donde los superhéroes tomaron por asalto el cine en general y dominan holgadamente la taquilla mundial es habitual verlos en pantalla pero en la lejana década del 70 no era común y fue en esos años donde Bruce Lee con apenas un puñado de filmes se convirtió en un hito, marcando un antes y después dentro de las artes marciales como de los filmes de acción en general. No solo fue uno de los primeros héroes sino que fue uno de los primeros superhombres del cine, su velocidad, fuerza y potencia eran únicas; ver combatir a Bruce era como ver a un artista ejecutar su más grande obra siendo capaz de derrotarte con un golpe o humillarte con una simple mirada.
Ese Bruce de increíble habilidad y físico, con sus gestos y gritos característicos se expone en su mejor forma en “Enter The Dragón” y forma parte de un pequeñísimo y muy selecto grupo de actores con un ángel y carisma descomunal que terminan no solamente descollando sobre el resto del reparto sino sobre el mismo film.
Mi puntuación: 10 CLASICO, “EL” film de artes marciales que TODO el mundo debe al menos ver una vez en su vida, una película que pasado 40 años parece no haber sido tocada por el tiempo con un hombre que revolucionó el género marcando un antes y después.
Ya perdí la cuenta de las veces que la he visto y nunca puedo cansarme de visionarla, una cinta que me marcó como cinéfilo; cuenta la leyenda que un jueves a las 3:45 de la madrugada un despertador sonó en la oscuridad…un hombre se levantó y su mujer protestó a rabiar…era yo… nada importó, ni sus quejas ni el hecho de tener que ingresar a trabajar a las 7:00, a las 4 A.M. empezaba “Enter The Dragón” en un canal de cable y el “jefe” me esperaba, ella jamás lo entendería.
Saludos y un abrazo desde Argentina.
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