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No suele pasar demasiado tiempo sin que vuelva a disfrutar por televisión esta película que, de una u otra forma, es una poderosa parte de mi infancia. Quisiera poder recordar con claridad aquellas veces que la visioné de pequeño. Pero vaya que recuerdo que la vi, y que me encantaba. Y a día de hoy, me encanta de la misma forma. Oh…poderosa y cruel nostalgia.

Si, lo que aquí tenemos es un film que vale sin duda la pena. Es conmovedora y narrada de manera fluida y agradable. Atraen los personajes, te empapas de sus emociones y vivencias, y son verdaderamente carismáticos; puedes identificarte con algunos, hay simpatía y antipatía (ni qué decir de los maltratos al pobre Balto). Te empapas de la historia, que no es compleja, y es muy fácil seguirla. Momentos emotivos, y divertidos. Todo esto acompañado, de una animación muy decente, y escenarios bastante bonitos. Cuanto menos es capaz de llamar la atención. Yo la recomiendo totalmente a los niños, e incluso a los grandes.

Por cierto, está “basada en una historia real”. Inspirada sí; desde ya digo que es muy, muy libre con respecto a la historia real. Pero ello no influye en su disfrute. No puedo ponerle menos nota.

Aquí hay, como dije, alguien que la recomienda.

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