Ficha Alguien Voló sobre el Nido del Cuco

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Críticas de Alguien Voló sobre el Nido del Cuco (1)


mahotsukai

  • 20 Jul 2018

9



Correcta comedia dramática dirigida por Milos Forman y protagonizada por Jack Nicholson.

Randle McMurphy, un ex convicto por asalto y alboratador por naturaleza, se enfrentará a la inflexible disciplina y carácter del personal de un hospital psiquiátrico, en donde encabezará una rebelión de los internos.

Los orígenes de “One flew over the cuckoo’s nest” (1975) se remontan prácticamente a 10 años antes, cuando el reconocido actor Kirk Douglas, que había interpretado el papel de McMurphy en la versión teatral de la novela homónima (1962) de Ken Kesey, se hizo con los derechos para realizar una adaptación cinematográfica, proyecto que no pudo concretar porque ningún estudio se interesó en él. Poco tiempo después, Kirk cedería los derechos a su hijo Michael, quien logró finalmente que se produjera el film, pero ante la avanzada edad de Kirk Douglas -en ese entonces de 60 años- debió concentrarse en la búsqueda de un actor más joven para el protagónico.

De esta forma, asociándose con el renombrado productor Saul Zaentz (“Amadeus”, 1984; “The English Patient”, 1996), Michael Douglas terminaría por conocer el trabajo del checoslovaco Milos Forman, por intermedio de Lawrence Hauben, quien se encargaría en primera instancia del guión. El notable director europeo había abandonado su natal Checoslovaquía en 1968, tras el fin de la Primavera de Praga, y comenzado a dirigir en Estados Unidos, y convenció a Douglas y Zaentz de ser el indicado para hacerse cargo de “One flew over the cuckoo’s nest” (1975) por la forma en que concebía la trama, ya que sí había alguien que sabía de lucha contra la opresión ideológica era Milos Forman.

Y es que para el futuro director de “Amadeus” (1984), la trama no era mera literatura, sino una amarga y real experiencia de vida. En ese sentido, el sistema disciplinario del hospital y, más en concreto, el de la enfermera Ratched, representa evidentemente el Comunismo imperante en la Chescoslovaquía sometida al Telón de Acero o Pacto de Varsovia, de notable influencia soviética, que ejercía una fuerte represión en los grupos disidentes e imponía un sistema de vida, de creencias e ideologías, de identidad y control de expresiones artísticas evidentemente comunitario y ortodoxo.

Y esa perspectiva tan personalista de Forman se convertiría, al final, en la clave para abordar eficientemente una novela en donde el principal argumento está en la lucha contra el sistema que castra emocional e ideológicamente a los ciudadanos. Un sistema que se preocupa y se ocupa de que aquellos elementos disidentes parezcan eslabones desadaptados, que deban ser necesariamente intervenidos para su propio beneficio y el del resto del grupo social, para así mantener el orden imperante. Por lo mismo, no es de extrañar que los personajes protagónicos y antagónicos sean, en la práctica, los principales pilares en los que el guión que terminó de afinar Bo Goldman se sostiene.

Randle McMurphy, interpretado genialmente por Jack Nicholson (“Terms of Endearment”, 1983; “As good as it gets”, 1997), es un desadaptado que tiene serios problemas para seguir las reglas preestablecidas, y para aceptar las relaciones entre los propios internos y el personal médico-administrativo. En la práctica, no tiene problemas psiquiátricos ni demenciales, sólo acepta estar internado para evitar una condena mayor en la cárcel haciéndose pasar por loco, sin embargo, dentro del manicomio conocerá diferentes casos severos, y otros no tanto, de desorden psicológico, estableciendo, sin que lo tuviera contemplado, lazos de amistad con varios de ellos. McMurphy no está ahí para escapar, a pesar de que tiene más de una oportunidad para hacerlo; lo de él tiene que ver con la lucha contra el sistema.

Su principal antagonista será la enferma terapeuta Ratched, eficientemente interpretada por Louise Fletcher (“The lady in red”, 1979; “Flowers in the attic”, 1987) severa e implacable mujer de fuerte carácter, que juega a hacerle creer a McMurphy que ha “comprado” su supuesta demencia. Ratched no tiene la menor intención de dejar que McMurphy haga lo que quiera en el sanatorio mental ni menos de hacerle más agradable su estadía. Está segura que McMurphy puede desestabilizar el grupo con sus ocurrencias e inclinaciones sociópatas, sin embargo, también está consciente de que llegará el momento en que el desadaptado termine por cavar su propia tumba en el sanatorio, por lo que el juego de tensiones y rivalidades entre ambos no es más que una forma de hacer más llevadera la labor de paciente y personal médico.

“One flew over the cuckoo’s nest” (1975), a pesar de su ritmo pausado, es rico en momentos memorables sobre la conducta humana y sus manifestaciones más impredecibles, en donde resulta muy importante la fotografía de Haskell Wexler (“Who’s afraid of Virginia Wolf”, 1966; “American Graffitti”, 1973). Las escenas en las que McMurphy saca a sus compañeros del sanatorio y los sube a un autobús para darles un paseo, la terapia en la que se entera que la gran mayoría de sus compañeros están ahí por iniciativa propia y, más aún, la orgíastica fiesta en la que incluso ingresan dos prostitutas, son postales cinematográficas de un reflexivo canto a la libertad, que aborda los límites de la cordura y la demencia, pero principalmente los límites de la libertad y la represión ideológica, que por supuesto el sistema maneja a su antojo para sus propios intereses.

Además de Nicholson y Fletcher, “One flew over the cuckoo’s nest” (1975) cuenta con un excelente reparto secundario, en el que encontramos a Will Sampson y William Redfield, y a unos jóvenes Brad Dourif, Danny DeVito, Christopher Lloyd y Mews Small. Sampson (“Poltergeist”, 1986) interpreta al entrañable Jefe Bromden, el gigante amerindio sordomudo y Redfield (“Death Wish”, 1974) como el maníatico de los cigarrillos Dale Harding. En tanto, Dourif (“Dune”, 1984; Saga “Child’s Play”, 1988-2017) personifica al puberto Billy Bibbit; DeVito (“Twins”, 1988; “The War of the Roses”, 1989) al simpatico Martini; Lloyd (Saga “Back to the Future”, 1985-1990; Saga “Adams Family”, 1991-1993) al hiperkinético a Max Taber; Small como Candy, la prostituta que quita la virginidad a Billy.

Douglas y Zaentz decidieron filmar en el Oregon State Hospital, un verdadero hospital psiquiátrico, que en realidad era el escenario en que Kesey ambientó la novela. De hecho, el director del hospital, Dean Brooks, se mostró muy colaborativo con el equipo de producción, al punto de interpretar un pequeño papel, el del Dr. John Spivey y fomentar que parte de sus pacientes participaran de la filmación como extras. Una de las más increíbles anécdotas al respecto fue que Michael Douglas se enteró, después de la filmación, que la mayoría de los pacientes que ejercieron de extras eran criminales dementes, estando todos constantemente expuestos a cualquier locura en el set.

La música estuvo a cargo de Jack Nitzsche (“Starman”, 1984; “9 ½ weeks”, 1986), quien aporta de forma eficiente a la naturaleza dramática del film, con movimientos bruscos y más pausados para graficar la dicotomía de la cordura y la locura. En cierta medida, cuando se produce el cambio, se advierte que la música queda fuera de control, pero es el efecto que el músico buscaba.

“One flew over the cuckoo’s nest” (1975) fue la segunda película en la historia del cine, después de “It happened one night” (1934) de Frank Capra, en ganar las cinco principales categorías del Oscar, a la mejor película, al mejor director, al mejor actor (Nicholson), a la mejor actriz (Fletcher) y al mejor guión adaptado. Pero, además, es la única que obtuvo los premios en las mismas categorías en el Globo de Oro, junto con un sexto premio a la mejor promesa (Dourif). La película se quedó también con los premios BAFTA en las categorías a la mejor película, al mejor director, al mejor actor, a la mejor actriz y al mejor actor de reparto.

En resumen, una interesante comedia dramática que aborda de forma inteligente los alcances de la libertad ideológica en la metáfora de los problemas psicológicos, con bastante ironía y matices de crítica social.



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