Entretenida serie futurista con tintes de space opera sobre un trío de cazarrecompensas que trabajan para una organización gubernamental y que pertenecen a un grupo llamado los Killjoys.
A pesar de ser de Syfy, la serie no es mala, resulta muy entretenida y cuenta con unas buenas actuaciones. Además, los personajes del trío protagonista tienen bastantes matices y escapan de ser un puro cliché. E incluso los secundarios que conforman el background de la serie, como el barman gay, el sectario rebelde, la doctora pelirroja o el killjoy asiático tienen un gran carisma y sientes deseos de saber más de ellos.
Lo peor de la serie sin duda es su formato con tramas episódicas. Killjoys tiene unos personajes con vidas interesantes que explorar y algunas de las misiones que realizan son increíbles, como la que sucede en una nave abandonada o en la que tienen que atrapar a un ex-Killjoy que ha huido con un objeto importante. Sin embargo, otras no resultan tan excitantes y he de reconocer que algunos de los primeros capítulos, cuando los personajes aún no estaban definidos, me parecieron soporíferos.
Sin embargo, cuando entran en materia, explorando las tramas de los pasados de los personajes o se centran en la trama de la amenaza principal, el mentor de la protagonista, o abarcan tramas sobre la opresión del gobierno sobre las clases bajas, entonces se demuestra que Killjoys es una serie de cierta calidad y que es probable que con el tiempo llegue a ser algo más. Al igual que ocurría con la serie Dark Matter, se trata de una serie normalita que mejorará si le dan cierto tiempo, y viendo lo mucho que Dark Matter mejoró en su segunda temporada, estoy seguro de que con Killjoys pasará lo mismo.
Uno de los puntos que más me gusta de la serie es que los tres personajes principales no son meros tópicos, y además no existe una subtrama romántica con triángulo amoroso de por medio, a pesar de que la tensión sexual entre los personajes está ahí. En cuanto a las actuaciones, creo que Aaron Ashmore resulta bastante simpático y agradable, y Luke MacFarlane está bastante aceptable, a pesar de que a priori no es el tipo de personaje que me agrada.
Aunque la estrella de la serie es Hannah John Kamen, que además de ser una belleza muy exótica, clava absolutamente su personaje de killjoy ruda y profesional. Esto es algo que siempre me llama la atención en este tipo de series y películas: nos muestran modelos de pasaleras en papeles duros y aguerridos, y lo que el espectador ve no es más que una actriz fingiendo un papel. En este caso, en cambio, cada vez que ves a Hannah John Kamen en escena te la crees completamente como cazarrecompensas. No ves a una actriz, ves a una guerrera con la que es mejor no meterse.
En general, una serie muy normalita, entretenida y que aspira a convertirse en algo más.
Raúl Rubio Peñas
7
Entretenida serie futurista con tintes de space opera sobre un trío de cazarrecompensas que trabajan para una organización gubernamental y que pertenecen a un grupo llamado los Killjoys.
A pesar de ser de Syfy, la serie no es mala, resulta muy entretenida y cuenta con unas buenas actuaciones. Además, los personajes del trío protagonista tienen bastantes matices y escapan de ser un puro cliché. E incluso los secundarios que conforman el background de la serie, como el barman gay, el sectario rebelde, la doctora pelirroja o el killjoy asiático tienen un gran carisma y sientes deseos de saber más de ellos.
Lo peor de la serie sin duda es su formato con tramas episódicas. Killjoys tiene unos personajes con vidas interesantes que explorar y algunas de las misiones que realizan son increíbles, como la que sucede en una nave abandonada o en la que tienen que atrapar a un ex-Killjoy que ha huido con un objeto importante. Sin embargo, otras no resultan tan excitantes y he de reconocer que algunos de los primeros capítulos, cuando los personajes aún no estaban definidos, me parecieron soporíferos.
Sin embargo, cuando entran en materia, explorando las tramas de los pasados de los personajes o se centran en la trama de la amenaza principal, el mentor de la protagonista, o abarcan tramas sobre la opresión del gobierno sobre las clases bajas, entonces se demuestra que Killjoys es una serie de cierta calidad y que es probable que con el tiempo llegue a ser algo más. Al igual que ocurría con la serie Dark Matter, se trata de una serie normalita que mejorará si le dan cierto tiempo, y viendo lo mucho que Dark Matter mejoró en su segunda temporada, estoy seguro de que con Killjoys pasará lo mismo.
Uno de los puntos que más me gusta de la serie es que los tres personajes principales no son meros tópicos, y además no existe una subtrama romántica con triángulo amoroso de por medio, a pesar de que la tensión sexual entre los personajes está ahí. En cuanto a las actuaciones, creo que Aaron Ashmore resulta bastante simpático y agradable, y Luke MacFarlane está bastante aceptable, a pesar de que a priori no es el tipo de personaje que me agrada.
Aunque la estrella de la serie es Hannah John Kamen, que además de ser una belleza muy exótica, clava absolutamente su personaje de killjoy ruda y profesional. Esto es algo que siempre me llama la atención en este tipo de series y películas: nos muestran modelos de pasaleras en papeles duros y aguerridos, y lo que el espectador ve no es más que una actriz fingiendo un papel. En este caso, en cambio, cada vez que ves a Hannah John Kamen en escena te la crees completamente como cazarrecompensas. No ves a una actriz, ves a una guerrera con la que es mejor no meterse.
En general, una serie muy normalita, entretenida y que aspira a convertirse en algo más.
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